El King’s College Hospital está realizando actualmente un ensayo clínico de fase IV para radioterapia líquida que podría revolucionar la manera en la que se combate el cáncer de piel. El tratamiento estándar para los carciomas que no son melanoma es la extirpación quirúrgica, una práctica que puede generar cicatrices y otros daños. Sin embargo, este tratamiento no sería invasivo y ni siquiera sería doloroso. Además, probablemente bastaría con una simple sesión.
En esta nueva práctica clínica, los médicos colocarán un material de barrera, similar a una película adhesiva, sobre la lesión cancerosa. A continuación, se aplica radioterapia líquida a la lesión, penetrando tanto el material como la piel que hay debajo. Finalmente, las células deberían morir y no requerir tratamientos adicionales.
La terapia se realiza con radionúclidos (isótopos inestables que se vuelven más estables por la liberación de energía como radiación) de renio (uno de los metales más raros de la Tierra), que se dirigen directamente a las células cancerosas y no afectan al tejido sano.
El nuevo tratamiento solo se utilizará en pacientes para quienes las prácticas convencionales no son adecuadas, o bien han tenido problemas recurrentes con carcinomas cutáneos no-melanoma. De momento, se está en la última parte del ensayo, antes de ser lanzado comercialmente. Además de probar su eficacia, el llamado ensayo EPIC-Skin también controlará cosas como la calidad de vida del paciente, los efectos estéticos y la comodidad del tratamiento.