Con el precio de la electricidad disparado, las solicitudes para instalar parques solares en el interior de la provincia de Alicante están llegando a raudales. Diferentes sociedades privadas acuden a los ayuntamientos de las comarcas del Medio y Alto Vinalopó con propuestas y más propuestas. Se trata de un fenómeno que ya venía ocurriendo desde hace algunos años, pero la invasión rusa a Ucrania ocurrida en febrero lo ha acelerado más si cabe.
La energía solar es a priori de las más limpias y renovables que existen, todavía más en una tierra como la nuestra donde el astro rey brilla sin nubes que se lo impidan durante tantísimos días al año. Aún así diversas plataformas de vecinos y organizaciones ecologistas han denunciado las consecuencias graves que tendría convertir a estas comarcas alicantinas en un océano de plantas fotovoltaicas. Los políticos, mientras tanto, tienen división de opiniones… incluso dentro del propio Consell.
«La energía solar está entrando a costa de cargarnos la agricultura» J. Martínez (plataforma vecinal)
Transición… ¿positiva?
“De inicio nuestro equipo de gobierno no se opone a los parques solares, pero sí existen algunas cosas que debemos racionalizar para que no causar un impacto negativo. Se está queriendo correr mucho por el contexto geopolítico que estamos viviendo, pero convendría pensar mejor. La transición que se quería hacer en diez años hacia la autonomía energética, ahora se pretende hacer en tres” nos indica Fernando Portillo, concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Petrer.
“Estamos permitiendo que el campo se llene de instalaciones artificiales. En vez de promocionar la agricultura, pretendemos poner placas solares y hormigón sobre suelo rústico. Si seguimos así acabaremos arrasando todos los cultivos. No sé quien nos va a alimentar mañana” nos aduce Javier Martínez, miembro de la plataforma ‘Stop Plan Solar Vinalopó’ y exconcejal de Sax.
“Nos dicen que esto es necesario porque vivimos una emergencia climática, pero no tiene sentido construir 21 plantas en Villena y ninguna en València. Las administraciones cada vez dan más carta blanca a los promotores para hacer lo que quieran. Esta masificación supondrá muchos problemas tanto para la naturaleza como para los vecinos. La gente aún no es consciente de la magnitud del terreno que se ocupará si se aprueban todos estos proyectos” nos apunta Antonio Martínez, presidente del grupo naturalista Heliaca de Monóvar.
«Estamos pidiendo que los tendidos eléctricos vayan por caminos o soterrados» F. Portillo (concejal de Petrer)
Impacto medioambiental
La razón por la que tantas empresas energéticas han puesto sus ojos en el Medio y Alto Vinalopó no es difícil de adivinar. Hablamos de unas comarcas ubicadas en la quinta provincia más poblada de España, pero con grandes extensiones de terreno sin construir. Un suelo más barato que en la costa y con muchas ciudades cerca.
“De repente hace unos años diversos comisionistas empezaron a adquirir suelo agrícola. Les ofrecían precontratos a los propietarios con unos 1.500 euros anuales por hectárea durante 30 años, cantidades desde luego superiores a lo que rinde la agricultura. Entonces empezaron a llegar solicitudes a las administraciones para instalar proyectos” nos señala Antonio Martínez.
Los ecologistas denuncian el impacto medioambiental que estos parques solares causan sobre la fauna de estas tierras, ya que al perimetrar estos terrenos cortan sus zonas naturales de paso y al eliminar la vegetación también se quedan sin hábitats donde vivir y alimentarse. “Normalmente los promotores intentan instalarlos al costado de parques naturales, justo donde hay más animales, porque aquí el suelo es más barato al no poderse construir grandes edificios” nos aseguran.
Además los llamados ‘huertos solares’ suelen producir islas de calor, un microclima que aumenta la temperatura del entorno en varios grados. Todo ello aparte del cambio paisajístico que se produce al sustituir los almendros u olivos tan característicos de esta zona por placas de silicio.
«La mayoría de estos proyectos vienen de fondos de inversión extranjeros» A. Martínez (Heliaca)
Tendidos eléctricos
No solamente las propias plantas ocupan territorio, sino también los cables eléctricos que las conectan con las estaciones de transformación energética. Una cuestión que igualmente se tiene que resolver.
“En el término municipal de Petrer hay poco espacio para poner más parques solares porque el 70% del territorio es paisaje protegido, y hemos hecho bien los deberes con la tramitación urbanística. Sin embargo en nuestra subestación descargan plantas de Sax, Salinas y Elda. Nuestra pelea está en cómo reorganizamos estos tendidos para que causen el menor impacto posible y no impliquen a propiedades de terceros“ nos señala Portillo.
De hecho el ayuntamiento de esta localidad ha presentado alegaciones contra el recorrido de la nueva línea de alta tensión Petrer-Benejama, dado que el proyecto incluye la construcción de seis torres sobre un pasaje protegido. “Les hemos propuesto soterrar pero Red Eléctrica no parece estar muy por labor. Se supone que es una compañía estatal pero a veces me da la sensación de que es Iberdrola quien realmente lleva el peso. Nosotros iremos hasta el contencioso-administrativo si es necesario” nos asegura el concejal de Urbanismo.
Igualmente el gobierno municipal petrerí se ha posicionado en contra de la implantación de nuevos tendidos por la zona de El Poblet, ya que ocuparía suelo industrial donde se pretende instaurar próximamente un polígono. “La mejor alternativa es que los cables vayan soterrados o por caminos ya existentes, aunque esto suba los costes” nos afirma Portillo.
Debate económico
Por otro lado, existe debate respecto a la riqueza económica real que este fenómeno acarrearía a largo plazo para la economía local. Algunos dudan de que realmente vayan a generar más puestos de trabajo para la comarca.
“Se crearán empleos muy provisionales para instalar las placas, pero una vez que estén terminados no necesitan apenas supervisión. Ya se están diseñando incluso robots capaces de hacerlo. La agricultura genera más puestos de trabajo” nos asegura Antonio Martínez.
Igualmente el deterioro del paisaje del Medio y Alto Vinalopó podría ser dañino para el turismo rural. “No vendrán aquí igual que nadie va a Almería para ver kilómetros y kilómetros de invernaderos” nos aducen los ecologistas.
Además no está claro que las ganancias se vayan a quedar en la zona… o ni siquiera en nuestro país. “Muchos de los promotores son fondos de inversión de origen británico, estadounidense, chino o noruego. La electricidad la pagaremos los españoles, pero el dinero no repercutirá en España” nos asegura el presidente de Heliaca.
La cuestión de las centrales fotovoltaicas ha causado divisiones políticas en el Consell
Alternativas
Ahora bien, ninguno de nuestros entrevistados se considera contrario a la energía solar dado que reconocen sus beneficios respecto a otras más contaminantes y menos renovables. Así, si no queremos centrales térmicas o incluso nucleares… ¿dónde ponemos las placas fotovoltaicas?
“Estos parques solares deberían instalarse en polígonos industriales y techos de fábricas. Hace años se sacaron las naves industriales del interior de la ciudad de Elda porque decían que era un polígono con calles. Ahora tenemos que hacer lo mismo… pero para salvar el campo” opina Javier Martínez.
”En esta comarca tenemos un déficit de suelo industrial y poner aquí los parques solares acrecentaría el problema. Por supuesto tampoco se pueden colocar en cualquier sitio, durante los últimos años han venido muchísimas empresas al Ayuntamiento preguntándonos si podían poner plantas en lugares de lo más variopintos. La clave es tener las zonas naturales bien protegidas por la regulación urbanística” considera Portillo.
“La mejor forma de generar energía renovable, y ahorrarnos realmente dinero en la factura, es que coloquemos las placas solares en nuestros hogares y municipios para el autoconsumo e impulsemos comunidades energéticas locales” considera Antonio Martínez.
Los ecologistas advierten que la proliferación de parques solares sería dañina para la fauna autóctona
Flexibilidad legislativa
Por el momento la legislación existente no es demasiado explicita. Según el decreto ley 1/22 expedido por la Generalitat de “medidas urgentes en respuesta a la emergencia energética y económica originada en la Comunitat Valenciana por la guerra en Ucrania”, las plantas fotovoltaicas no pueden ocupar más de un 3% del suelo no urbanizable en un término municipal.
Sin embargo, desde organizaciones como Heliaca han denunciado que esta aparente limitación tiene una tramposa letra pequeña. “En realidad esto es aplicable para terrenos de alta capacidad hidrológica, es decir como la Huerta de València. Como nuestros cultivos son de secano, este límite no se aplica” nos señalan.
“Hace un tiempo los ayuntamientos de la zona nos reunimos para tratar este tema. Algunos alcaldes y concejales se envalentonaron asegurando que no permitirían más parques solares en su término municipal, pero luego se han encontrado con la realidad. Si se deniega una licencia de este tipo sin existir ninguna razón legal que lo justifique… eso es un delito de prevaricación. A veces no nos queda otra opción” nos reconoce Portillo.
Si bien algunos de los trámites corresponden a los ayuntamientos, este tipo de instalaciones deben estar autorizadas por el Estado (si su potencia es mayor a 50 MW) o por la Generalitat. “Como la legislación autonómica es más flexible la mayoría de los promotores de esta zona prefieren ir por este camino. Se han llegado a proponer varias plantas de 49 MW en territorios anexos para hacer la trampa” nos asegura Antonio Martínez.
La Comunitat Valenciana solo aporta el 0,7% de la energía fotovoltaica impulsada en España desde 2020
Batallas políticas
Lo cierto es que en las altas esferas de nuestro Consell nada parece estar todavía demasiado claro respecto a este tema. Por un lado Pedro Fresco, director general de Transición Ecológica, se ha manifestado muy favorable a seguir implantando centrales fotovoltaicas. Por el contrario Rosa Pardo, directora general de Política Territorial y Paisaje, es más partidaria de controlar esta proliferación.
Este pasado octubre Mireia Mollà, la entonces consellera de Medioambiente, elevó el tono a favor de los postulados de Fresco reclamando “los mismos esfuerzos y compromisos a todas las consellerias que ha hecho mi departamento” para acelerar las plantas de energías renovables. Sin embargo estas críticas le costaron el puesto, dado que fue cesada días después a decisión de la vicepresidenta autonómica Aitana Mas argumentando “la necesidad de hacer cambios que apuesten por la unidad”.
Toda esta tormenta política, que ya venía de antaño, se recrudeció a raíz de que Red Eléctrica publicara unos datos en septiembre según los cuales la Comunitat Valenciana solo aporta el 0,7% de la energía fotovoltaica instalada en España desde 2020.
Esperando la oleada
Por el momento todavía no son muchos los parques solares que están funcionando en el Medio y Alto Vinalopó. La mayoría de los proyectos siguen en fase de estudio o de tramitación.
“Sospecho que están esperando a que se celebren las elecciones municipales y autonómicas para que tenga menos coste político. Desde luego las solicitudes no dejan de llegar. De hecho una que todavía no existe ya es patrocinadora del Club Balonmano Monóvar. Como cuando Jesús Gil puso a Marbella en la camiseta del Atlético de Madrid” nos señala Antonio Martínez.
“El 60% de los préstamos bancarios que se están concediendo ahora son para este fin. Yo creo que los promotores simplemente están esperando a que bajen un poco el precio de los materiales” piensa Javier Martínez.
Tanto desde la organización Heliaca como desde la plataforma ‘Stop Plan Solar Vinalopó’ prometen seguir presentando alegaciones contra estos proyectos, para evitar que estas comarcas se conviertan en un océano de centrales fotovoltaicas.