ENTREVISTA> Clara Guilló / Empresaria agrícola (Elche, 30-octubre-1977)
A Clara Guilló este nombramiento le ha pillado por sorpresa. Después de casi tres años sin poder entregarse la distinción por la pandemia, en esta ocasión el premio ‘Agricultor del Año 2022’ ha recaído en ella, por primera vez es una mujer.
Su padre, dedicado toda su vida a la agricultura, se jubiló hace seis años y ella, cuyo trabajo nada tenía que ver con la agricultura, decidió coger el relevo de la empresa familiar, unos invernaderos que llevan su nombre.
Dicen los que la conocen que destaca su carácter emprendedor, y que representa la evolución del cambio en un sector tradicionalmente liderado por hombres. Ha sabido posicionarse como responsable de su propio negocio. Se trata de una explotación dedicada al cultivo del tomate, y este reconocimiento le ha dado más fuerza para seguir adelante en un oficio duro y con muchos obstáculos.
¿Cómo recibiste la noticia?
Con muchísima sorpresa porque de verdad que no me lo esperaba. Los primeros días iba en una nube porque no pensaba despertar tanta expectación. Me han hecho entrevistas desde toda la Comunitat Valenciana, muchísimas felicitaciones o recepciones con importantes personalidades como el alcalde.
En fin, algo que no imaginaba y que me ha dejado muy sorprendida y desde luego muy agradecida de que se reconozca un trabajo tan duro. Es un reconocimiento muy grande a mi trabajo y me da muchas fuerzas para seguir, y ser la primera mujer que lo recibe aún me llena más de orgullo.
«Necesitamos que se nos trasvase agua y que nos la den a un precio más razonable»
¿Cuál es tu día a día?
Me levanto a las siete de la mañana, y después del desayuno me voy a los invernaderos. Lo primero que hago es comprobar la humedad y el Ph de las plantas que reciben el agua por riego hidropónico, recojo los tomates que están maduros y organizo el trabajo que tienen que hacer los empleados.
Ahora en esta época del año la producción es menor, unas cien cajas diarias de nueve kilos de tomates cada una. En verano recogemos 300 cajas al día, y la jornada también acaba antes en invierno por tener menos luz solar.
¿Se puede conseguir la misma calidad en tomates que crecen en invernaderos?
No solo se puede conseguir, sino que incluso se puede superar. Nosotros trabajamos con un tomate de mucha calidad tipo raf. Tenemos un clima todo el año que permite tener una buena maduración, y además en invernadero controlas mejor el desarrollo de la planta y el sistema hidropónico es muy similar a las plantaciones en tierra.
Pero tú no te dedicabas a esto…
Pues no, a pesar de que lo he vivido siempre en mi familia decidí buscar otro camino porque la vida en el campo es muy dura y poco agradecida. Pero cuando mi padre se jubiló empecé a pensar todo lo que significaba aquello para mi familia y para mí.
Todos mis recuerdos con mis abuelos en el campo cuando salía del colegio, y mi abuelo seguía allí, trabajando nuestra tierra. Algo por dentro se movió en mí y lo tuve muy claro.
«En mi familia las mujeres siempre han trabajado en el campo»
¿El relevo generacional está en grave peligro?
Es complicado, porque como te decía es un trabajo duro y lleno de complicaciones. La gente joven no quiere problemas y prefiere tener un trabajo con sueldo seguro garantizado a final de mes, y lo entiendo porque yo antes pensaba lo mismo.
El problema es que si seguimos así acabaremos con el campo y con nuestros cultivos, y las familias que por tradición e historia somos agricultores tenemos una mayor conciencia en esto.
¿Este problema, junto al del agua, siguen siendo vuestras principales preocupaciones?
Claro. El agua es la eterna preocupación del campo. Necesitamos que se nos trasvase agua y que nos la den a un precio más razonable, es la historia de nunca acabar.
Es imprescindible que de una vez por todas nos tomen en serio en nuestras reivindicaciones, y el agua es una de las principales. Sin agua el campo muere y con él nuestra fuente de alimentación más sana.
¿Le ves futuro al agua de las desaladoras?
Hoy por hoy no, al menos para nuestros cultivos hidropónicos que tienen unas características que no la admiten y no es apta.
«Ser la primera mujer que lo recibe aún me llena más de orgullo»
¿Falta reconocimiento al trabajo de la mujer en el campo?
En mi familia las mujeres siempre han trabajado en el campo: mi bisabuela, mi abuela, mi madre y ahora yo cojo el relevo, la única de tres hermanas. Pero es ahora cuando empieza a reconocerse el trabajo de la mujer en el campo.
Sobre todo antes se consideraba que la mujer ayudaba al marido cuando en realidad hacían el mismo trabajo, pero sin remunerar.
¿Por qué ha subido tanto el precio de la fruta y la verdura aun cuando compramos producto de proximidad?
Por qué a nosotros también nos han subido los precios. El abono, por ejemplo, ha subido un 35%, y como te decía antes el agua es cada vez más cara, y por lo tanto no podemos mantener los mismos precios que antes.