De un tiempo a esta parte, quizás más por aquello de ver siempre el vaso medio lleno, se ha vuelto a poner muy de moda aquella máxima, atribuida a un proverbio chino, de que toda crisis representa, a la vez, una gran oportunidad. En España, que va camino de ir encadenando crisis durante dos décadas, esta última, la energética, bien podría ser el más claro ejemplo de ello.
La escalada de precios de la energía parece haber provocado un enorme interés por las renovables y, más en concreto, por las soluciones de autoconsumo en hogares y empresas. A ello, claro está, ha contribuido el hecho de que la Unión Europea, a través de los fondos Next Generation, ha puesto en circulación un importante paquete de ayudas para las personas que decidan apostar, por ejemplo, por la energía solar algo que, por otra parte, nos sobra en el litoral mediterráneo.
Apuesta medioambiental
Una solución, la de las placas solares, que no sólo debe verse en términos de ahorro económico, sino también -y sobre todo- como una eficaz herramienta para luchar contra la crisis climática que afecta a todo el planeta.
En Altea, un municipio que lleva tiempo demostrando con hechos su empeño por contribuir a la salud medioambiental de la Tierra, todo ello se ha traducido en la puesta en marcha, ya definitiva, de las primeras comunidades energéticas, un proyecto que pretende llevar las soluciones de autoconsumo un paso más allá para que no sólo se beneficien de ellas casas o empresas concretas, sino toda la sociedad.
Las dos primeras instalaciones de autoconsumo generarán algo más de 105 kW para su reparto
Casi un centenar de socios
Para ello, a principios de este mes de diciembre la Casa de Cultura ha acogido ya la primera asamblea de la Asociación de Autoconsumo Energético de Altea. Un encuentro que sirvió para dar a conocer esta pionera iniciativa a los socios y la ciudadanía.
El acto contó con la presencia del concejal de Medio Ambiente, José Orozco, que ha explicado que “esta Comunidad Energética ya cuenta con noventa socios y diez vecinos que conforman su directiva”, a los que el edil del área les agradeció “el haber dado este paso”.
Una inversión con retorno
En palabras del responsable local de Medio Ambiente, “la transición energética ya es un hecho consumado que nadie niega, ahora el partido que se está jugando es quién hace esta transición, los ciudadanos de abajo arriba o las grandes empresas con enormes instalaciones y alejadas de aquí”.
Por ello, en palabras de Orozco, “con la Comunidad Energética tratamos de fomentar cierto nivel de soberanía por parte de la población de Altea. Es una inversión que se puede amortizar entre tres y cinco años y que, además, con la licitación del Ayuntamiento, las instalaciones tienen una vida útil de veinticinco años”.
La Comunidad Energética de Altea ya cuenta con noventa socios y diez vecinos que conforman su directiva
Del papel a la realidad
Tal y como defiende el concejal de la Villa Blanca, antes de la puesta de largo final de esta iniciativa, lo que se había abordado es “el proceso participativo, tutelados por la Cooperativa Sàpiens, con diferentes jornadas para informar a la ciudadanía de las características y funcionamiento de las comunidades energéticas, como, por ejemplo, crear la estructura jurídica responsable de su gestión, y cómo tendría que ser su funcionamiento”.
Pero ahora, afirma Orozco, “esta asociación es ya una realidad que servirá de ejemplo para otras futuras”.
Energía repartida
Una vez convertido el proyecto en una realidad, se ha avanzado que las dos primeras instalaciones del autoconsumo “se situarán en las cubiertas del Centro Social y del Centro Cultural, con poco más de 105 kW para su reparto”.
Orozco ha recordado que “para poder participar en este proyecto es necesario que el domicilio esté situado a menos de mil metros de distancia de estas cubiertas municipales”.
«Esta asociación es ya una realidad que servirá de ejemplo para otras futuras» J. Orozco
Diez euros de cuota
Por otro lado, Miguel Devesa, presidente de la asociación, ha querido “agradecer a Caixaltea por facilitar la pignoración de la subvención, puesto que el ciudadano puede hacer un gasto menor al principio del proyecto, con una cantidad de 800 euros”.
Los interesados que deseen formar parte de esta asociación de autoconsumo energético tienen que pagar la cuota de socio, establecida en diez euros, requisito indispensable después para formar parte de una de las instalaciones.
Subvención del IVACE
En la asamblea se explicó, además, que los interesados que están dentro del reparto, que se está haciendo por riguroso número de socios, deberán abonar 800 euros antes del día 12 de diciembre para poder justificar la subvención otorgada por el IVACE, que llega a más del 50% de inversión.
“Hemos hecho un gran esfuerzo para conseguir el objetivo de promover y gestionar un modelo de autoconsumo energético compartido, sostenible, justo y eficiente, que contribuya en la lucha contra el cambio energético y la pobreza energética, y a la disminución de los gastos domésticos en la factura de la luz”, ha subrayado José Orozco.