Mientras la mayoría de los españoles dedicarán el día 26 de diciembre, lunes en este caso, a tratar de pasar lo mejor posible el retorno al ambiente laboral, sin que se noten demasiado los excesos cometidos en la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, un grupo de personas, la mayoría de procedencia extranjera, celebrarán el ‘Boxing Day’ bañándose en las, para algunos al menos, frías aguas del Mediterráneo.
El ‘Boxing Day Dip’ o baño del segundo día de Navidad es una tradición ya asentada en l’Albir, donde cada día 26 de diciembre decenas de personas desafían a sus más básicos instintos de supervivencia metiéndose en el agua ataviados, muchos de ellos, con disfraces de Papá Noel o cualquier otra representación navideña.
Origen medieval
El ‘Boxing Day’, o segundo día de Navidad, es una tradición que se celebra principalmente en Reino Unido -y algunas de sus antiguas colonias- y que también tiene cierto seguimiento, aunque con menos arraigo, en otros países europeos como Alemania, Polonia, Países Bajos o los países escandinavos.
Se trata de una festividad -en Reino Unido es día festivo- que hunde sus orígenes en la época medieval, y el término alude a la acción de deshacerse de los envoltorios y cajas de los regalos recibidos en los días previos. De hecho, durante la Edad Media, parece ser que las clases nobles entregaban, justo después de Navidad, cajas o cestas con comida y frutas a su servidumbre.
Cada año más de medio centenar de valientes desafían al frío en un baño solidario en la playa del Racó de l’Albir
Un fondo benéfico
También este día los sacerdotes sacaban a la vista cajas con donaciones de caridad hechas previamente a la puerta de sus parroquias. Otra teoría indica que el 26 de diciembre los empleados y aprendices se dirigían a sus puestos de trabajo con una caja, donde el patrono depositaba dinero para que al final de la jornada los empleados se dividieran esa cantidad, lo que constituía una especie de aguinaldo.
De ahí que muchas de las iniciativas que hoy en día se desarrollan con motivo de esta festividad, como es el caso del ‘Boxing Day Dip’ de l’Albir, tengan un marcado carácter benéfico, recogiendo fondos para los más necesitados.
Además de los bañistas, centenares de personas participan desde la orilla de un día muy especial
Día para el deporte
Buena parte de esas iniciativas, como, de nuevo, es el caso del baño del segundo día de Navidad en la playa del Racó de l’Albir, guardan relación directa o indirecta con el deporte ya que, tal y como marca la tradición en Reino Unido, son muchas las competiciones oficiales que ese día programan partidos o enfrentamientos de gran alcance social.
De hecho, en Reino Unido son tradicionales los encuentros amistosos para las ligas de fútbol de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, aunque esto ha disminuido en las ligas menores como la Liga de Rugby que completan programas de fútbol y rugby con encuentros en el Boxing Day.
Habitualmente, la temperatura del agua a finales de diciembre apenas supera los quince grados
Participación multitudinaria
Está por ver si este suave otoño -incluso a pesar de la bajada de temperaturas evidenciada ya a finales de noviembre- se mantiene todavía en ese día 26 de diciembre y la temperatura del mar Mediterráneo, que cerró el mes pasado por encima de los 20 grados -la más elevada para esa fecha desde que hay registros- y, con ello, facilita a los valientes más dubitativos a zambullirse en la playa del Racó de l’Albir.
En cualquier caso, lo que es seguro es que el ‘Boxing Day Dip’ será una cita multitudinaria, ya que durante los últimos años la presencia de bañistas siempre se ha mantenido por encima del medio centenar de personas que tratan de convencerse de que el tibio sol invernal alfasino calienta lo suficiente como para evitar la hipotermia.
Pero lo importante del ‘Boxing Day Dip’ no son esos cincuenta valientes, sino el trasfondo solidario de la iniciativa y, para ello, resultan también fundamentales los centenares de mirones que se congregan, bien abrigados, en el Paseo de las Estrellas y que, sin mojarse, se unen a la fiesta con cánticos y ánimos a los nadadores como si de una auténtica final olímpica se tratara.
Baños en toda Europa
El de l’Albir no es el único baño navideño que se organiza en Europa. De hecho, esta suerte de tradición masoquista tiene sus réplicas en muchos puntos del norte del continente, siendo el que se celebra en la playa de Scheveningen, en la ciudad neerlandesa de La Haya, una de las más multitudinarias con más de 10.000 asistentes anuales que, en su caso, hacen frente a las gélidas aguas del Mar del Norte.
Quizás por ello, son los residentes procedentes de Países Bajos los que, junto a los británicos, más se animan en este ‘Boxing Day Dip’ alfasino.