Dice el artículo 47 de la Constitución que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Además, el artículo 35 de la Carta Magna establece que todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia.
Eso es lo que pone, negro sobre blanco, en ese librito que, a la vista está, parece que ha quedado reducido a arma arrojadiza entre los distintos bandos políticos de nuestro arco parlamentario. Sobre todo, porque hoy en día, incluso teniendo uno o varios trabajos, no está tan claro que el españolito de a pie pueda pagarse una vivienda “digna y adecuada”. Quizás tenga eso que ver con lo de la “remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”, pero esa es otra historia.
El precio medio del metro cuadrado de alquiler en Benidorm se ha situado ya en los 13,23 euros al mes
Subidas de la mano del turismo
El caso es que en Benidorm vivir de alquiler se está poniendo cada vez al alcance de menos bolsillos y eso es consecuencia, en parte, de lo que debería ser una gran noticia para la ciudad: la recuperación del sector turístico tras los duros, durísimos años de pandemia.
La vuelta de los turistas ha permitido la recuperación del tejido social y productivo de la ciudad, pero también ha vuelto a incentivar la demanda y el arrendamiento para estancias cortas, que permiten unas ganancias mucho más elevadas para los propietarios y eso es algo que se deja notar en el bolsillo de los que tienen que residir en la capital turística, la más cara de la Comunitat Valenciana.
El 35% en un año
Según los datos del sector inmobiliario, el precio medio del metro cuadrado de alquiler en Benidorm es de 13,23 euros al mes, lo que trasladado a un piso de 90 metros cuadrados sería una renta media mensual por encima de los 1.190 euros.
Esto supone un 20% más que la media nacional, que se sitúa en los 11,03 euros por metro cuadrado, y, mucho más dramático para los benidormenses alquilados, un aumento del 34,7% en solo un año en la ciudad, también la que más sube de toda la Comunitat Valenciana donde el incremento desde 2022 se sitúa en una media de poco menos del 16%.
El coste del alquiler ha subido un 35% en Benidorm en un año frente al 16% de incremento de la Comunitat Valenciana
Exceso de demanda
Esta realidad, que emana de un estudio realizado a gran escala en todo el país, es confirmada por los profesionales del sector inmobiliario en el ámbito local. Todos ellos apuntan a que el gran responsable de esta situación se esconde detrás del alquiler turístico, ya que el arrendamiento vacacional o de corta estancia deja márgenes de beneficio mucho más elevados que el de larga duración.
Esa concentración de la oferta en el mercado vacacional, unido a la cada vez menor oferta existente, ha generado la tormenta perfecta que ha llevado a esta llamativa subida de precios en apenas unos meses.
Pagar el piso en menos de ocho años
Miguel Rísquez, gerente de una inmobiliaria de la capital turística de la Comunitat Valenciana, detalla que el beneficio medio anual de un alquiler de larga estancia ronda el 7%, mientras que esa misma cifra, en el mercado de costa estancia, se dispara hasta el 12%.
Así, según afirma este experto, “en siete u ocho años de alquiler vacacional se paga la vivienda y Benidorm ya es todo turístico”, explica. Una opinión en la que coincide María Matos, directora de estudios de la inmobiliaria, que asegura que las razones para que esto esté ocurriendo están meridianamente claras: “el furor de la compraventa, el renacer del arrendamiento turístico y las medidas de limitación del alquiler han propiciado que la oferta se reduzca todavía más”.
Los expertos vaticinan que esta subida de los precios se mantendrá en 2023
Las subidas seguirán en 2023
En este sentido, Matos ha cifrado la contracción del parque de viviendas disponibles para el alquiler en algo más de un 30%, “haciendo que el desequilibrio entre oferta y demanda aumente y empuje el precio al alza”.
A pesar de ello, añade que también existe una parte importante imputable a la propia corrección del mercado ya que “las tensiones inflacionistas y la caída que experimentó el precio en 2021, y que ha recuperado a lo largo del 2022, también son responsables en buena medida de estos incrementos”. Una tendencia que, vaticina, no va variar a lo largo de 2023.