Seguir creciendo. Ese es el objetivo con el que el archivo municipal de Santa Pola encara este 2023. Disponer de mayor espacio para almacenar la documentación, digitalizar los fondos y contar con un área expositiva son tres de los retos que los responsables de las instalaciones se plantean para los próximos meses.
El recinto cuenta en la actualidad con más de 5.000 metros lineales de estanterías y más de 38.000 cajas que atesoran la documentación de mayor relevancia del municipio. “El objetivo del archivo es preservar y poner a disposición del público la documentación municipal, es decir, toda la producción documental que genera el Ayuntamiento, tanto desde el punto de vista administrativo como histórico”, explica Rafael Pla, archivero, bibliotecario municipal y responsable de la oficina del valenciano.
Pero el archivo municipal de Santa Pola, ubicado en una nave del polígono industrial de la calle Albañiles, también intenta gestionar toda la documentación relevante que genera la localidad y “por ello, intentamos conservar y recoger los fondos procedentes de otras instituciones y que es importante preservar”, indica Pla.
El catálogo conserva las actas de la autonomía municipal
Expedientes
En cuanto a la relevancia de los escritos que atesora el archivo, los expedientes más valiosos que contienen sus fondos están datados en 1844 y están referidos al proceso de segregación de Santa Pola y la declaración de autonomía del municipio con respecto a Elche.
“Santa Pola tiene ayuntamiento desde 1812, ya que con anterioridad éramos una pedanía ilicitana. Toda la documentación anterior a esa fecha está conservada en el archivo municipal de Elche y los expedientes que se suponía que había en el Castillo han desaparecido”, explica Pla.
A pesar de que la segregación municipal se logra en 1812, no se dispone de documentación al respecto, puesto que a medida que en una época tan convulsa como esa se sucedían las constituciones, se perdía la autonomía y posteriormente se recuperaba, tal y como explica el archivero de Santa Pola.
El grueso del fondo municipal está integrado por documentos de los últimos cincuenta años. Las series más significativas por su antigüedad y por la información que aportan son sin duda libros de Actas Capitulares (desde 1844) y los legajos y libros de las Cuentas Municipales (desde 1843).
El Ayuntamiento trabaja en la creación de una web
El inicio del municipio
El archivero municipal reconoce que la documentación del siglo XIX es enormemente valiosa porque revela el punto de partida de Santa Pola como pueblo. “Por ese motivo, son esenciales las actas municipales que son las que narran la actividad del Ayuntamiento, de las preocupaciones que había a nivel local, los logros que se producían… Por ejemplo, se dispone del acta de cesión al Ayuntamiento por parte de la Corona del Castillo que había dejado de tener funciones militares”, remarca Pla.
Santa Pola cuenta con archivo municipal propiamente dicho desde 2004, cuando se construyó ex profeso la nave del polígono II, y hasta ese momento la documentación se guardaba en los denominados archivos de oficina, en los que cada departamento hacía acopio de sus propios papeles.
La investigación es parte esencial de la actividad
Visitas
Las instalaciones municipales donde se conserva la documentación más relevante de la localidad están abiertas al público en horario de oficina, y cualquier persona puede consultar los escritos de carácter histórico.
Pese a que la informatización del archivo es una prioridad para los responsables de las instalaciones, “lo cierto es que esa es una cuestión que no nos agobia y que se irá haciendo poco a poco. Ahora mismo nos defendemos con los catálogos en los que están inventariados todos los fondos. Para informatizar un archivo como éste sería necesario aumentar considerablemente la plantilla o encargarlo a una empresa externa”, explica Rafael Pla.
Digitalización
Lo que sí es una prioridad para los responsables municipales de Santa Pola es la digitalización de los fondos. “Ese es un aspecto fundamental, ya que la digitalización permitirá poder consultar cualquier documento sin que se dañen los originales”, explica el archivero municipal, quien remarca que en estos momentos ya están digitalizados todos los padrones, las actas municipales y los documentos contables de Hacienda desde la segunda mitad del siglo XIX.
En este sentido, el concejal de Patrimonio y responsable del archivo municipal, José Pedro Martínez, también hace hincapié en la importancia de poner en valor las ‘alhajas’ documentales que conserva la localidad “y la relevancia de que los ciudadanos las visiten y las conozcan. Por eso estamos avanzando en el proceso de digitalización de todos los fondos y trabajamos para crear una página web que permita al ciudadano visitar el archivo desde casa”.
Exposición
Dada la importancia de los fondos que guarda el archivo, los responsables municipales apuestan por contar en breve con un espacio expositivo donde se puedan mostrar algunos de los documentos más relevantes, con el objetivo de acercar los ‘tesoros’ al público en general. “Además de documentos, tenemos carteles y fotografías que sería interesante mostrar a la población y éste es uno de los objetivos que la concejalía pretende lograr en los próximos meses”, asevera Rafael Pla.
En este mismo sentido se manifiesta el concejal del área, quien reconoce que es muy interesante la posibilidad de habilitar un espacio para poder exhibir algunos de los documentos más relevantes de que dispone la localidad.
Almacenamiento
También disponer de más espacio de almacenaje es una prioridad para el archivo, ya que el 98% de las estanterías existentes en los 450 metros cuadrados que ocupa el servicio están repletas.
José Pedro Martínez incide en que el Ayuntamiento está trabajando en estos momentos para liberar espacio en la nave, con el fin de aumentar la capacidad de almacenamiento de los documentos y poder crear esa zona expositiva. “Estamos trabajando para que un local municipal situado en la estación de autobuses pueda albergar los restos arqueológicos que en estos momentos están en la nave del polígono II, y podrían desplazarse allí para liberar espacio”.
Otra de las prioridades para el archivo municipal es contar con una plantilla estable y adecuada para poder gestionar de manera conveniente los fondos documentales.
El recinto alberga las partituras de la familia Quislant
Publicaciones
El capítulo de publicaciones también ocupa un lugar preferente en la actividad del archivo municipal y, de hecho, a finales de enero se presentó una publicación realizada con parte de la documentación de los fondos. “Para nosotros es importante fomentar los trabajos de investigación que tengan que ver con Santa Pola, con el objetivo de difundir los aspectos menos conocidos. En los últimos tres o cuatro años se han editado cinco títulos distintos“, añade Pla.
En este sentido, el concejal remarca la importancia del servicio de publicaciones que realiza el archivo y que permite potenciar a los autores locales. “Además, es muy relevante la labor de publicaciones de hechos históricos del municipio que permite impulsar los trabajos de investigación”, indica Martínez.
La nave guarda 38.000 cajas de documentos
Otros fondos
Además de los documentos procedentes de la actividad municipal, el archivo atesora documentos de otras instituciones relevantes de la localidad. En este contexto, el archivo cuenta con los fondos de la antigua Comandancia de Marina, que recoge una vasta documentación respecto a las embarcaciones de pesca.
“Ellos carecían del espacio necesario para guardar todos esos papeles, y por ello los hemos almacenado en depósito, sobre todo porque en el archivo municipal contamos con las condiciones óptimas para garantizar la conservación de los documentos”, subraya Pla.
Con la desaparición de la Ayudantía de Marina, sustituida en sus funciones por la Capitanía Marítima, sus fondos se cedieron al Ayuntamiento en la década de los 90 del pasado siglo. Se trata fundamentalmente de los Libros de inscripción marítima, que recogen entre 1859 y 1941 los registros que reflejan los embarques y la actividad de los marineros, hasta su jubilación, en el distrito marítimo que correspondía a Santa Pola.
Entre estos papeles existen auténticas crónicas de la vida laboral de los pescadores, y son una fuente muy útil para completar los datos de habitantes en un periodo en el que se carece de padrones municipales.
Los expedientes más antiguos son de 1844
Riqueza musical
También en el archivo municipal se guardan más de 700 partituras de la familia Quislant y todos los fondos de estos ilustres santapoleros que entroncan con las tradiciones musicales de la localidad. “Entre las partituras de Manuel Quislant se encuentra el motete-himno dedicado a la Virgen de Loreto del siglo XIX que se canta en todas las procesiones”, nos relata Rafael Pla.
Además se cuenta con parte de los fondos documentales de la Cofradía de Pescadores o de los astilleros de Vatasa, y se guardan en las instalaciones parte de los materiales del Museo del Mar.
El archivo es un servicio municipal que, además de asegurar la conservación de los documentos del consistorio, se ocupa del patrimonio documental local; asume la protección, difusión y la posibilidad de incrementar la documentación histórica del municipio, con el objetivo de fomentar la investigación y mejorar el conocimiento de la historia. Sin duda, un espacio que hay que potenciar y mimar para seguir conservando la historia local.