Entrevista> Héctor Álvarez / Ciclista Júnior del equipo Lucta-Granja Rinya
La Costa Blanca en general y, especialmente, las Marinas Alta y Baixa son, sobre todo en los meses de invierno, territorio ciclista. Hasta aquí se trasladan los mejores equipos del pelotón internacional para hacer sus concentraciones previas al arranque de una nueva temporada, y en diciembre y enero es muy frecuente cruzarse en la carretera con las más grandes y rutilantes estrellas del panorama internacional.
Uno de los fijos, desde hace muchísimos años, de los inviernos alicantinos es el equipo Soudal-Quick Step, que lleva ya muchas temporadas terminando como el más laureado del pelotón, y con esa escuadra es con la que Héctor Álvarez, un alfasino que pasa por ser una de las grandes promesas del ciclismo español, ha podido entrenar y compartir experiencias durante su concentración de enero.
Ha tenido la oportunidad, diría que única, de entrenar una semana con el Soudal-Quick Step, el que desde hace años viene siendo el equipo con más victorias cada temporada en la categoría World Tour. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Es una experiencia que no voy a olvidar nunca. Gracias a unas personas que contactaron conmigo conseguí que me invitaran a la concentración del Soudal-Quick Step y conocer el equipo, cómo se trabaja en uno de la primera división del ciclismo y, en definitiva, estar con mis ídolos cenando, comiendo, desayunando, entrenando… compartiendo la vida con ellos.
«Tenía a Kasper Asgreen a mi izquierda y a Julian Alaphilippe a mi derecha. ¡Era ver ahí a mis ídolos, se me caía la baba!»
Al final, esto es como si a un chaval de la base del Club de Fútbol de l’Alfàs le invitan a entrenar con el Real Madrid o el Barça.
Así es. Ni siquiera es nivel nacional, sino internacional. Es como el Manchester City, el United… Es una experiencia que te va a ayudar para mejorar en el futuro y saber lo que te vas a encontrar si llegas al profesionalismo.
Usted lo ha dicho: ha compartido vida con sus ídolos. ¿Qué es lo primero que hizo al llegar?
Antes de salir a entrenar, entrabas a un salón donde tenías todas tus bicis, tu avituallamiento… Nada más entrar, tenía a Kasper Asgreen a mi izquierda y a Julian Alaphilippe a mi derecha cambiándose. ¡Era ver ahí a mis ídolos, se me caía la baba!
Perdóneme la expresión, pero se le tuvo que apretar un poco el culete, ¿verdad?
¡Desde luego! Yo estaba flipando viendo a Alaphilippe poniéndose el casco a mi lado.
¿Cómo fue el trato que recibió por parte de esas grandes figuras del ciclismo?
Desde el primer día me sentí como en casa. Desde el ‘staff’ a todos los corredores, como el propio Alaphilippe, fueron súper majos con todo el mundo. A la hora de entrar a los relevos, entrábamos con ellos y nos ayudaban a cualquier cosa que no entendíamos o nos indicaban las cosas que tendremos que mejorar en el futuro.
«Te das cuenta que tú vas a tope y ellos van rodando. Es una diferencia increíble»
Pero ahí llega la realidad: se pone usted el casco, se sube a la bici y… toca seguirles la rueda a esos titanes.
(Ríe) Cuando ellos aprietan hay una diferencia muy grande. Ellos pueden ir ‘de paseo’, pero nosotros ya vamos con el cuchillo afilado. Te das cuenta que tú vas a tope y ellos van rodando. Es una diferencia increíble.
Me decía usted mismo que es una diferencia que se nota hasta bajando.
Estás acostumbrado a entrenar aquí, por un puerto que conoces bien como es el Coll de Rates, que se puede bajar rápido… Pero, jopé, luego te encuentras con Alaphilippe tirando en la bajada y ves lo que realmente es bajar el Coll de Rates rápido. Te saca de rueda e, insisto, él va paseando.
Comentaba que le han dado indicaciones de en qué puede y debe mejorar. ¿Qué consejos le han dado?
Sobre todo, saber en qué etapa estoy. Ser consciente de que todavía soy Júnior, que hay que cuidarse, pero siempre centrados en que todavía tenemos dieciséis o diecisiete años y no vamos a pasar a profesionales el año que viene, sino que hay que trabajar mucho para poder dar el salto.
Además de eso, el entrenamiento. Yo entreno de una manera diferente a la suya. Ellos entrenan de una forma más específica, con sus vatios, su pulso y a una intensidad donde quemas grasas sin ir a tope.
Ese mismo equipo que le dice que tenga paciencia, fue el que pasó a Remco Evenepoel directamente de la categoría Júnior al World Tour. Ejemplos como el del belga o el de Juan Ayuso, ¿le hace obsesionarse con poder pasar a profesionales lo antes posible?
Tú estás viendo a gente que con dos o tres años más que tú acaban el segundo año de Júnior y tienen un contrato firmado con un World Tour. Lo ves y lo quieres; pero en tu cabeza tienes que saber que no es fácil dar ese salto. Tienes que tener unas cualidades muy, muy, muy buenas que no son muchos los que lo pueden hacer.
Es algo que ya está cambiando. Este año muchos están sacando equipos de desarrollo y las jóvenes promesas se están centrando más en pasar ahí para luego dar el salto al World Tour.
«Hay que cuidarse, pero centrados en que tenemos dieciséis o diecisiete años y no vamos a pasar a profesionales el año que viene»
Ante esa realidad, haber hecho esta concentración con el Soudal-Quick Step, ¿implica que ya ha hecho alguna negociación de cara a un contrato futuro?
No tiene nada que ver. Ellos me han invitado a esa concentración para poder conocer lo que es el equipo, pero sin ningún contrato ni precontrato. Se trataba sólo de conocer el equipo para, más adelante, si la cosa va bien seguir estando en contacto.
En 2022 hizo su último año como Cadete y los resultados fueron muy buenos. Este año, debuta como Júnior. ¿Qué espera de esta temporada?
Es un cambio de etapa muy brusco. Venimos, como dices, de hacer una buena temporada en Cadetes y hemos cambiado ya el entrenamiento a la nueva categoría. Más horas y más kilómetros. Pero es verdad que vamos con la incertidumbre de que las carreras ya no son de una hora y media y 60 kilómetros; sino que serán carreras de casi tres horas y 120 kilómetros.
Tampoco se corre igual y sabemos que correremos contra gente que tiene ya dieciocho años y que el año que viene pueden dar el salto. Lo que vamos a intentar es estar con los mejores.
Usted compagina la carretera con la pista. En ella, ha sido tercero en la Copa de Alicante, ya como Júnior. ¿Cree que eso puede darnos una idea del nivel que puede tener en la ruta?
Es una copa que ha llegado muy pronto. De hecho, empecé en ella a principios de octubre. La gente no había preparado bien esa disciplina, pero ahora ya comienzo también con pruebas de carácter nacional y es ahí donde sí nos pondremos a prueba con los mejores de España.
«He elegido la pista porque puedes aprender a manejarte sin frenos y tienes que arreglártelas para ir dentro del pelotón rápido y sin tener caídas»
¿Qué le da la pista que no le pueda dar la carretera?
Es una disciplina que gusta mucho. Lo que entrenamos en el velódromo es, básicamente, la cadencia. He elegido la pista porque puedes aprender a manejarte sin frenos y tienes que arreglártelas para ir dentro del pelotón rápido y sin tener caídas.
Díganos qué objetivos concretos se ha planteado para esta temporada en la pista.
Desde el principio de temporada están claros: estar en el Campeonato de España de Omnium y Madison en Palma de Mallorca, donde intentaré ir de pareja con mi hermano y, obviamente, intentar entrar en la convocatoria de la Selección para ir al Mundial y al Europeo de pista.
El 25 de febrero empieza la temporada de ruta en Don Benito. Usted fue jefe de filas de su equipo el año pasado, pero ahora empieza una nueva categoría, ¿cuál será su rol este año?
Soy joven. El equipo está formado por chicos mayores que yo, pero nos conocemos todos muy bien y ya hemos empezado a hacer piña para el inicio de la temporada. Mi rol es el de cualquier corredor de primer año: intentar aprender de los líderes y poder disputar todas las carreras de la Copa de España.
Van a hacer, al menos, una incursión en el extranjero con la Vuelta a Portugal. ¿Es algo importante para aprender?
Desde luego que sí. Correr en otro país te aporta muchísimo. En cada país se corre de forma distinta. Todo es diferente. Por ejemplo, en Portugal se va más rápido, se hacen más kilómetros y hay mucho más adoquín que en España. Luego, te puedes ir a países como Francia o Bélgica, que son los que más avanzados están en la categoría Júnior, con carreras espectaculares y un nivel enorme.
«En cada país se corre de forma distinta»
¿Es usted más vueltómano o clasicómano?
De momento, no está claro. A mí me gustaría ser un vueltómano, pero clásicas como la Flecha Valona o la Lieja-Bastoña-Lieja son carreras que me gustan mucho.
¿En qué tipo de terreno se encuentra más cómodo?
He sido campeón de España de contrarreloj y, por lo tanto, me va bien la lucha contra el crono. Además, al medir 1,86 los puertos muy duros no me van muy bien, pero en puertos de cuatro o cinco kilómetros son mi punto fuerte.
En el ciclismo actual, al menos en las grandes vueltas, la montaña está ganando mucho peso respecto a la contrarreloj. ¿Es algo que le preocupa?
Es verdad que antes se marcaban más diferencias en la contrarreloj porque eran mucho más largas, pero está claro que si no haces una buena crono, tampoco puedes estar bien en la general.
«A Juan Ayuso lo he visto desde pequeño en mi escuela. He entrenado con él y verlo ser tercero en una Vuelta a España, pues es una barbaridad»
¿Quién es su referente en el ciclismo?
A Juan Ayuso lo he visto desde pequeño en mi escuela. He entrenado con él y verlo ahora en el World Tour, haciendo tercero en una Vuelta a España, pues es una barbaridad. Además, está claro que Wout van Aert es un corredor completísimo en todas las modalidades y terrenos y estoy enamorado de él.
En esta zona son muchos los profesionales que vienen a entrenar a lo largo de todo el año y seguro que se ha encontrado con más de uno mientras entrenaba. Más allá de esas figuras con las que ha coincidido en la concentración de Soudal-Quick Step, ¿de qué ‘pro’ guarda mejor recuerdo cuando ha coincidido con él en la grupeta?
Héctor Carretero, que es corredor del Kern Pharma y que me ha enseñado mucho en poco tiempo. Siempre que hemos coincidido he entrenado muy bien con él.
Si pudiese elegir, ¿en qué carrera le gustaría brillar en este su primer año como Júnior?
Para mí, lo principal es aprender y, si se puede, ir al Mundial con la Selección. Es una de las citas más importantes de la categoría Júnior.