Entrevista > Sandra García / Presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de la Marina Baixa
Memba afronta este año 2023 un profundo cambio que se sustancia, en su parte más visible, con el nombramiento de Sandra García como nueva presidenta.
Esta empresaria alfasina se coloca al frente de un colectivo que, como ella misma explica en esta entrevista con AQUÍ en l’Alfàs del Pi, sigue teniendo un largo camino por delante hasta conseguir el principal y más importante objetivo de todos: la igualdad plena entre hombres y mujeres.
Por ello, y consciente de que para conseguirlo también debe contar con la complicidad del ‘otro’ cincuenta por ciento de la población, afirma que quiere abrir Memba a la participación de los hombres y, sobre todo, hacer visibles los principales problemas a los que las emprendedoras deben hacer frente para poner en marcha sus proyectos.
«Somos un equipo muy chulo que hemos sabido congeniar muy bien. Ahora toca sacar adelante el proyecto para 2023»
¿Cuál fue el motivo que la hizo dar el paso de asumir la presidencia de Memba?
Soy socia de Memba desde hace muchos años y cuando Mª José, que es la antigua presidenta, decidió dejarlo, el barco se quedó a la deriva, ya que no se presentaba ninguna candidatura y, por lo tanto, la asociación corría el riesgo de morir. Así pues, por esa responsabilidad y esa pena que te da que un proyecto tan chulo se pierda.
¿Qué le ayudó a tomar la decisión final?
El buscar compañeras con muchas ganas. La presidencia es el título, pero esto es un trabajo conjunto. Somos un equipo muy chulo que hemos sabido congeniar muy bien. Ahora toca sacar adelante el proyecto para 2023, que esperamos que guste para seguir creciendo.
¿Por qué sigue siendo necesario que exista una asociación de mujeres emprendedoras diferenciada de otras asociaciones empresariales que ya existen en la comarca?
Primero, porque es importante visibilizar a la mujer. También porque, por mucho que estemos en un país muy igualitario, el feminismo, que no es más que la igualdad, todavía tiene mucho camino por recorrer. Además, hay cosas que tenemos las mujeres en común y que si las luchamos juntas tenemos más fuerza.
¿Como cuáles?
La conciliación. Al final, ser empresaria, emprendedora, autónoma… es muy duro siendo hombre o mujer; pero la mayoría de las veces, las que conciliamos somos nosotras. Lo que pretendemos en Memba es ser un puerto al que todas esas mujeres quieran venir y amarrarse para buscar, por ejemplo, cursos de formación que sean compatibles con nuestros horarios, para ayudarnos con la experiencia de cada una…
Pero Memba está también abierta a todos esos hombres que quieran colaborar en esta ayuda y en dar visibilidad al feminismo.
«Por mucho que estemos en un país muy igualitario, el feminismo, que no es más que la igualdad, todavía tiene mucho camino por recorrer»
En el mundo empresarial, sobre todo en los últimos diez o quince años, se habla mucho de tipologías de liderazgos y la diferencia existente entre el que ejercen los hombres y las mujeres. ¿Es eso un tópico o una realidad?
No lo sé. Creo que más que una cuestión de género es una cuestión de personas y caracteres, pero también es cierto que las mujeres solemos tener una visión más de conjunto de la sociedad y somos más empáticas. Por lo tanto, es posible que esa diferencia exista.
Se dice también que son ustedes menos viscerales, algo que, de ser cierto, es un enorme plus para una empresaria en la actual coyuntura de enormes retos e interrogantes.
Sí, así es. En general, las mujeres analizamos más las situaciones y somos menos impulsivas. Estamos más acostumbradas porque, precisamente por esa cuestión de la conciliación, muchas veces el liderazgo dentro de las familias lo llevan las mujeres y acabamos tocando un poco de todo. Y, como dices, ese aprendizaje de tener calma o de pensar antes de tomar una decisión, nos puede ayudar a la hora de adaptarlo al mundo laboral.
Esta comarca, como España en general, no es una zona de grandes empresas, sino de pymes o microempresas. ¿Es esa la tipología de empresas asociadas a Memba?
Sí, la mayoría somos autónomas y pequeñas empresas en todo tipo de sectores. Tenemos abogadas, consultoras, peluqueras, esteticistas, agencias inmobiliarias o de viajes, hosteleras…
Memba es una asociación que existe desde 2007 y que ahora afronta un gran cambio en su junta directiva. ¿Cuáles van a ser las principales diferencias entre la Memba de 2022 y la de 2023?
Van a ser grandes, sobre todo, porque venimos de dos años muy marcados por la pandemia. Por lo tanto, muchas cosas de las que se hacían, se tuvieron que dejar de hacer y ahora entre muchas de las socias ni nos conocemos, porque no ha habido esos momentos de convivencia. Por ello, vamos a intentar vernos y conocernos más.
«Memba está también abierta a todos esos hombres que quieran colaborar en dar visibilidad al feminismo»
¿Cuál es la hoja de ruta para conseguirlo?
Hemos preparado un gran plan de actuación para todo 2023 basado en dos grandes pilares: la experiencia y la formación. Al final, la fortaleza que puede tener cualquier autónomo viene basada en esos dos pilares.
¿Cómo van a trabajar la experiencia?
Brindando cada una la que hemos podido acumular. Para ello, no hay nada mejor que mantener reuniones de ‘networking’ en las que, además de conocernos y referenciarnos, podremos contarnos nuestras experiencias. Y así, dar también consejo a aquellas empresarias que estén empezando ahora, lo cual puede ayudar mucho.
¿Y la formación?
Hemos firmado un convenio de colaboración con la UNED de Dénia para tener cursos formativos gratuitos que nos puedan ayudar. También tenemos la intención de ser una asociación con los oídos muy abiertos para identificar las necesidades que tenemos cada una de nosotras y las propuestas para su solución.
Le voy a pedir un ejercicio de muchísima imaginación: quitar de la ecuación tanto la pandemia como la guerra y sus consecuencias derivadas. ¿En qué han cambiado las necesidades de una empresaria en los últimos años?
Sobre todo, en el ámbito de la tecnología y las redes sociales. Ha habido un punto de inflexión y cada vez es mayor tener presencia en las redes sociales y ahí también puede haber muchas carencias, porque no todo el mundo se maneja bien con ellas. Eso se hubiese producido de cualquier manera, pero se aceleró con la pandemia porque nos obligaba a trabajar de otra forma.
En este tiempo, aunque seamos empresarias, cada una de nosotras es también consumidora, y como tal, hemos cambiado y buscamos mucho a través de las redes sociales.
«Hemos firmado un convenio de colaboración con la UNED de Dénia para tener cursos formativos gratuitos»
De aquí a diciembre de 2023, ¿cuáles son los objetivos que se marcan como innegociables a alcanzar?
Nuestro objetivo es crecer, porque cuantas más seamos, más fuertes y ricas seremos. Y lo digo porque una de las cosas que hemos puesto en nuestro plan anual es que tenemos que enriquecernos a nosotras mismas.
Queremos ser una organización muy horizontal y que los hombres también se integren. Incluso, que aquellos sectores que son mayoritariamente masculinos, puedan ofrecernos, por ejemplo, impartir un curso de la temática que sea para aquellas mujeres que quieran conocer ese sector.
Detecto que lo que quiere es llevar a los hombres a entender mejor el feminismo.
Es verdad que muchas veces, cuando se habla de feminismo (que, insisto, no es otra cosa que la igualdad), un cincuenta por ciento de la población no se siente interpelado. Nosotras queremos intentar que quieran venir, que formen parte y que, también con ellos, Memba crezca.
Memba es una asociación con mucha implantación en l’Alfàs del Pi, pero es de ámbito comarcal. ¿Qué tal es la relación con el resto de asociaciones empresariales de la Marina Baixa?
Muy buena. Justamente ahora, una de las cosas que estamos haciendo es ponernos en contacto con todos ellos, presentándonos e intentar hacer colaboraciones. Por ejemplo, ya hemos hablado con Jovempa y seguramente hagamos este verano algo en común. Queremos poder nutrirnos los unos de los otros.
Estoy tratando de recordar mentalmente, además de los de Ana Patricia Botín y Marta Ortega, nombres de mujeres que dirijan compañías que coticen en el Ibex y no se me ocurre ninguna. ¿Cree que ese evidente techo de cristal es el que provoca que la mujer tienda más por el emprendedurismo y, de esa manera, tener más opciones de progresar?
Puede ser, pero te voy a remitir a una de las primeras preguntas que me hiciste. ¿Por qué es necesaria Memba? Pues precisamente por eso, porque es preciso hacer visible a la mujer. Ser capaz es maravilloso, pero también hay que creérselo y las asociaciones en las que nos damos fuerza unas a otras son fundamentales.
«Nuestro objetivo es crecer, porque cuantas más seamos, más fuertes y ricas seremos»
Condescendencia, comprensión, ánimo, ninguneo… ¿Qué es lo que más se encuentra una mujer cuando va a reunirse y a plantear todo tipo de cuestiones con el resto de actores implicados en el ámbito empresarial?
Diría que comprensión. Desde las instituciones, la mayoría de los ayuntamientos quieren trabajar con nosotras.
¿Se ha recorrido más de la mitad del camino hacia la igualdad plena?
Vivimos en un país muy igualitario, pero quedan muchas cosas por hacer. Hay que conseguir que exista igualdad en los salarios, en las oportunidades, en la conciliación… Queda mucho por recorrer.
«Debemos educar de una forma igualitaria y que nuestros hijos sean lo que quieran, sin pensar en si tiene una connotación masculina o femenina»
Antes le he pedido un ejercicio de imaginación mirando al pasado y ahora le voy a pedir algo similar mirando al futuro. Se dice que nuestros hijos se dedicarán a profesiones que todavía no existen y, a la vez, que las chicas siguen siendo minoritarias en el ámbito de la ingeniería o la ciencia. ¿Cree que, consiguiendo que las mujeres dirijan las empresas, se puede luchar mejor contra eso y, con ello, ofrecer más oportunidades a todas esas jóvenes?
Claro, y por eso te decía que buscamos ese crecimiento en horizontal y acercarnos también a esas profesiones que son mayoritariamente masculinas y, así, presentárselas al colectivo femenino y a la inversa.
Que haya profesiones mayoritariamente masculinas o femeninas, si lo son por elección, es maravilloso. Creo que lo que tenemos que hacer en nuestras casas es educar de una forma igualitaria y que nuestros hijos sean lo que quieran, sin pensar en si tiene una connotación masculina o femenina.