Recientemente el bipartito (PP y Cs) que gobierna el Ayuntamiento de Mutxamel nos comunicó su decisión de “romper relaciones” con AQUÍ Medios de Comunicación. Por lo visto esto significa que ni el alcalde ni ninguno de los concejales del equipo de gobierno nos concederán más entrevistas u opiniones, sea cual sea el tema que queramos tratar.
Si bien ésta es la primera vez que una administración o partido político nos pone un veto en los años de trayectoria que lleva nuestro periódico en alguna de las diecisiete cabeceras que tenemos en la provincia (Alicante, Elche, Torrevieja, Orihuela, Benidorm, Alcoy, Elda, San Vicente, Villena, Santa Pola, Crevillent, Altea, Petrer, La Nucía, L’Alfàs del Pi, Vega Baja y la citada de Mutxamel), por desgracia no se trata de una situación nada ajena a nuestro sector. Incluso a nivel nacional actualmente Vox se niega a contestar preguntas de los medios del Grupo Prisa y La Sexta, o el diputado Gabriel Rufián de 7NN.
Como nosotros somos muy de aprovechar cualquier tesitura -aún por equivocada que nos pueda parecer- para conocer mejor nuestro pasado, nos parece ésta una inmejorable oportunidad de repasar aquellas otras ocasiones en la historia de la provincia alicantina en las que el poder político ha tratado de controlar a la prensa libre.
Orígenes de la prensa
El periodismo político llegó a nuestra tierra hace menos de dos siglos. Algunos historiadores consideran que el inventor fue el emperador romano Julio César, quien tuvo la idea de publicar un acta pública diaria en Roma para explicar a los ciudadanos las bondades y maravillas que su gobierno imperial realizaba por ellos. Sin embargo fue la invención de la imprenta por parte del alemán Johannes Gutenberg, en 1440, lo que realmente abrió las puertas a que la prensa pudiera distribuirse de forma masiva entre la población.
Las primeras publicaciones periódicas en España solían ser más temáticas que informativas, sobre materias como literatura, arte, historia, etc. La idea de contar noticias de actualidad surge posteriormente, y uno de los primeros periódicos alicantinos en hacerlo fue ‘El vapor’, fundado en 1859.
En la Restauración los partidos fundaron sus propios periódicos para contrarrestar la prensa independiente
Restauración
A finales del siglo XIX la política española estaba dominada por los dos partidos dinásticos -el Conservador y el Liberal- que amañaban constantemente las elecciones para asegurarse monopolizar el sistema. Ante las denuncias de caciquismo que les llovían desde esta naciente prensa independiente, reaccionaron creando sus propios periódicos.
Los conservadores fundaron el diario ‘El eco de la provincia’ u otros locales como ‘El diario de Orihuela’. Los liberales hicieron lo propio con medios como el diario ‘El constitucional’ de Alicante, que luego fue sustituido por ‘Las circunstancias’.
A través de esta prensa oficialista se vertían críticas mordaces hacia los periódicos independientes, tratando de desacreditarlos. Además, al estar financiados por partidos nacionales tan poderosos, se podían permitir ofrecer mejores sueldos a los periodistas más influyentes que trabajaban en su competencia para así debilitarla.
En la Guerra Civil los periódicos contrarios al Gobierno fueron nacionalizados
Guerra Civil
Cuando estalló la Guerra Civil el Gobierno de la República rápidamente nacionalizó los periódicos que consideraba ideológicamente contrarios. Un caso llamativo fue ‘El Día’ de Alicante, diario conservador que cambió toda su plantilla de la noche a la mañana. Ello hizo que muchos de sus subscriptores quisieran darse de baja al no identificarse con la nueva línea editorial.
El medio respondió amenazando a sus propios lectores mediante la publicación de un siniestro anuncio. “¡ATENCIÓN! Recibimos algunas órdenes de baja de subscripción a nuestro periódico. No ponemos ningún reparo al deseo de estos señores. Bien que ello nos permite ir formando la lista de quienes pretenden dificultar la vida de los órganos de la República. Y siempre es una ventaja irlos conociendo” rezaba.
Cabe señalar que durante estas fechas se produjeron multitud de asesinatos contra personas consideradas contrarias a la República en nuestra provincia, el conocido como ‘Terror Rojo’. En estos turbios tiempos incluso los periódicos que no fueron nacionalizados se veían forzados a publicar noticias propagandísticas para sobrevivir. Por ejemplo el diario alicantino ‘El Luchador’ aseguró el 27 de julio de 1936 que las tropas republicanas habían tomado el Alcázar de Toledo, un hecho que realmente nunca ocurrió.
Durante el Franquismo los periodistas aprendieron trucos para burlar la censura
Dictadura Franquista
Durante el Franquismo la libertad de prensa ni mucho menos mejoró. Los periódicos considerados subversivos se prohibieron. Por ejemplo el semanario comunista ‘Nuestra bandera’ fue cerrado y sus mismas rotativas se utilizaron para fundar el periódico falangista ‘La Gaceta de Alicante’, el cual a partir de 1941 pasó a denominarse ‘Diario Información’.
Por poner un ilustrativo ejemplo de la censura imperante, este mismo medio publicó el titular “Gran victoria de los candidatos del Movimiento Nacional con el 80% de los votos” en portada tras las elecciones municipales de 1948. La ironía es que en todas las ‘elecciones’ -por llamarlas de alguna manera- celebradas durante la Dictadura Franquista el único partido que no estaba ilegalizado era la Falange Tradicionalista de las JONS o Movimiento Nacional. Es decir, los candidatos solo podían presentarse bajo estas siglas o como independientes.
Aún así con el paso de los años algunos periodistas aprendieron trucos para burlar la censura franquista. De tanto en cuando se leían titulares del tipo “Desmentimos que se haya convocado una manifestación en la Plaza de Santiago de Villena” o “No hay ninguna huelga programada en Alcoy para el 1 de Mayo”, escritos precisamente con toda la picaresca intención de informar sobre estas protestas.
La importancia de la prensa
Nosotros por supuesto somos de la opinión de que siempre es positivo que los representantes políticos respondan a las preguntas de los periodistas para así poder explicar su gestión. A fin de cuentas, nuestros lectores son los mismos ciudadanos que les pagan sus salarios.
Por eso desde nuestro humilde periódico les pedimos, tanto al bipartito de Mutxamel como al resto de políticos de la provincia, aquello mismo que un desesperado Sterling Hayden imploraba a Joan Crawford en el clásico western ‘Johnny Guitar’ con su mítica frase de “Miénteme… y dime que me quieres”.