Si por algo es conocido Alcoy es por ser la Ciudad de los Puentes: cuenta con decenas de ellos, algunos de impresionante factura. Pero sin duda el más característico de la localidad es el de Sant Jordi, una de las obras más representativas del art déco valenciano y de las más colosales de este estilo artístico en toda España.
Llevado a cabo por el arquitecto Victor Eusa y los ingenieros Carmelo Monzón y Vicente Redón, tiene una longitud de 245 metros y una altura de 45,40 metros sobre el río Ríquer. Comunica el casco antiguo de Alcoy con el ensanche que estaba previsto realizar en los terrenos conocidos como Horta Major.
Proyectado en el siglo XIX
Un viaducto ya estaba proyectado dentro de los planes de desarrollo urbano de la ciudad de finales del siglo XIX. Aparece de hecho en 1876, pero la idea no ve la luz hasta el verano de 1923 de la mano de la empresa navarra Erroz y San Martín.
Las obras se iniciaron finalmente en 1925 y utilizaron como material cemento armado encofrado. Fue financiado por el propio municipio con un presupuesto de casi 1,4 millones de pesetas de la época y su inauguración se produjo el 26 de marzo de 1931.
Fue proyectado ya a finales del siglo XIX dentro de los planes de desarrollo urbano de la ciudad
Características
El Puente de Sant Jordi siempre ha llamado la atención por su perfil airoso y ligero, además de por la sabia conjunción entre la potente estructura y la secuencia de sus remates en el tablero. Esto hace que desde los miradores de la Font Roja su visión sea imponente: con una combinación de naturaleza y bellas líneas curvas.
Su estructura se fundamenta en un tablero superior horizontal, soportado por cuatro pilas y tres arcos enormes que permiten vislumbrar el resto de la urbe. Este viaducto es todo un símbolo de la ciudad y notable superviviente de los bombardeos sufridos en 1938 durante la Guerra Civil.
Su visión desde los miradores de la Font Roja es imponente: con una combinación de naturaleza y líneas curvas
Otros puentes
Como hemos indicado, Alcoy es una ciudad de puentes. Otro ejemplo sería el de la Pechina, construido entre 1861 y 1863 para superar un barranco entre la avenida de la Alameda Camilo Sesto y la de Juan Gil-Albert, uniendo ambas.
Dispone de cinco arcos de medio punto de 11,15 metros y una altura de 28,60 metros. Fue realizado en piedra, con numerosos detalles, y ampliado con una losa volada de hormigón armado.
Por su parte, el de las Siete Lunas, a las afueras de la localidad, más allá del barrio de Batoi, no se trata de un puente urbano, sino que se hizo para que pasara la línea ferroviaria del tren Alcoy-Alicante, que no llegó a circular nunca.
El puente permite salvar el barranco de San Antonio, muy próximo a su unión con el de la Batalla. Con el tiempo, el primer barranco pasó a llamarse el de las Siete Lunas. Su gran altura -46 metros- y amplitud de sus arcos le hacen idóneo para la práctica de ‘puenting’.
Otros puentes relevantes de Alcoy son el de la Pechina, las Siete Lunas, San Roque y María Cristina
Más ejemplos
El Puente de San Roque, también de mediados del siglo XIX, permite acercar los barrios de Santa Rosa y de Horta Major y, al igual que otros levantados en el mismo periodo, se construyó con piedra extraída de las pedreras locales.
Posee tres arcos de medio punto, similares a los del Puente de la Pechina, de ocho metros, y una altura considerable, con un máximo de 20,50 metros, superando un amplio barranco.
Mientras, el Puente de María Cristina (1905) es popularmente conocido como el de Cervantes por circular junto al paseo dedicado al famoso autor de ‘El Quijote’. Sin embargo, su nombre oficial es en homenaje a María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, cuarta esposa del rey Fernando VII.
Cruza el río Riquer, a cuyas orillas todavía se conservan industrias centenarias que mantienen en pie sus chimeneas. Está formado por grandes pilas de piedra y arcos laterales de forma ojival, aunque el central, de mayor dimensión, es de medio punto.
Viaducto de Canalejas
Finalizamos nuestro recorrido por los puentes alcoyanos con el Viaducto de Canalejas, una de las obras más monumentales del Modernismo valenciano. Se compone de una estructura metálica de acero, de 352 toneladas, que se suspende sobre tres pilares y dos estribos. Tiene 200 metros de longitud y hasta 35 de altura.
Comenzó a construirse en 1901 y se inauguró en febrero de 1907. Su denominación es por José Canalejas, diputado de las Cortes por el distrito de Alcoy. Hoy en día es un emblema paisajístico de la urbe y, en su momento, fue destacada como una de las obras de ingeniería más relevantes del país.