Entrevista > Mireia Cabañes / Deportista (València, 7-febrero-1987)
El programa ‘El conquistador del mundo’, herencia del que se emitió durante dos décadas en la televisión vasca, está siendo la sensación de la parrilla otoñal -con notables niveles de audiencia- gracias a sus pruebas extremas, de gran impacto visual para el telespectador.
Una de las concursantes más destacadas ha sido Mireia Cabañes, del equipo Atabey (compuesto únicamente por chicas), todo un ejemplo de superación al tener una discapacidad física -amputación de parte de su pierna- tras sufrir un cáncer con siete años.
Surf adaptado
Licenciada en periodismo, descubrió hace un par de años el surf adaptado y ya ha sido campeona de España y Europa, además de subcampeona mundial. Reclama, en ese sentido, que más personas en su situación se atrevan con este deporte tan apasionante.
Queremos saber cómo ha sido su vida, las dificultades que ha tenido que pasar, de las que se siente enormemente orgullosa -ahora hace charlas motivacionales-, y su paso por ‘El Conquistador’, si se sintió decepcionada o no con su grupo y cómo son sus presentadores, Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva, “ambos encantadores”.
«Desde pequeña he tenido que madurar rápido: me dijeron que tenía muchas posibilidades de morir»
¿Qué te pasó para perder la pierna?
Fue un cáncer que sufrí de pequeña, con siete años, concretamente un sarcoma en el fémur izquierdo. Pero igual que la enfermedad me quitó cosas, también me dio mucho, porque si tengo esta personalidad y fuerza mental es gracias a esta.
Por lo tanto, jamás veré el cáncer como algo negativo.
Fue una operación muy complicada.
Sí, porque en este tipo de tumores, al afectar al hueso, se debe eliminar toda la zona afectada, es decir, amputar.
El sarcoma estaba localizado en la parte alta del fémur y había dos opciones: cortar la pierna por completo o hacer la complicada rotoplastia de Van Ness, es decir, amputación completa, desechando el fémur y colocándome el resto de la pierna, pero al revés. De esta forma la rodilla hace la función de cadera mientras el pie (del revés), la de rodilla.
¿Todo esto te ha hecho mucho más fuerte?
Sin duda, desde los siete años he tenido que madurar a una gran velocidad, porque en ese momento te dicen que hay un ochenta por ciento de posibilidades de morir. Ya salvada, tienes que luchar por aprender a andar y a llevar el mismo ritmo que el resto de la sociedad, cuando en muchas ocasiones es imposible.
Tienes entonces que aprender a sacarte las castañas del fuego y a hacer las cosas de un modo diferente. Crecer teniendo que demostrar más que los demás.
E incluso que te miren mal.
Especialmente cuando voy a la playa, aunque reconozco que mi tipo de cirugía llama la atención. Por la calle me siguen mirando, pero me da bastante igual. En ocasiones les hago el payaso o les digo “¿tienes alguna duda?”.
«Estoy muy orgullosa de mi paso por el programa, aunque me hubiera gustado llegar más lejos»
Hablemos de ‘El conquistador’. ¿Estás orgullosa de tu paso por el programa?
Muchísimo, primero por haber superado todas las pruebas del casting, especialmente las de fuerza y resistencia. Me hubiera gustado llegar más lejos, siendo consciente de todas las circunstancias, en el primer capítulo ya se lesionaron tres miembros del equipo. Todo ello hizo que las Atabey no pudiéramos resistir mucho tiempo más.
No obstante, estoy muy orgullosa hasta dónde llegué, también porque iba sin expectativas y sabiendo que podía ser eliminada en la primera prueba.
¿No estaban un poco descompensados los equipos?
Pienso que no, aunque muchos son de esa opinión. Los Yocahu (solo hombres) al principio no ganaban casi ninguna prueba, porque además de fortaleza física es necesaria la mental y mucha estrategia.
Sí hay pruebas, como el ‘Tronkoala’, en la que es fundamental la fuerza.
¿Tu equipo supo valorarte del todo?
En la convivencia fue todo perfecto, pero en las pruebas al no estar acostumbradas a vivir con una discapacidad, sí me veían la más débil. Es verdad que mi pierna me limitaba en algunos aspectos, pero podía ser mejor en otros, como en los equilibrios sobre agua, mis puntos fuertes.
«Es cierto que mi pierna me limitaba en ciertas pruebas, pero en otras demostré mis capacidades»
¿Te sentiste decepcionada?
Sí y no. Lo comprendí en todo momento, sabía que el blanco fácil era yo. Por otro lado, era entendible: estábamos desgastadas y para nada me molestó que me nominaran, sabía que no podría ganar el concurso.
Pero me llevo muchos amigos del programa, sobre todo las Atabey, pero también de otros equipos, como las Andreas (Azkune y Llorca), Nai, Gorka, los gemelos…
¿Las pruebas eran tan duras como parecen?
Mucho más. Mi desafío, por ejemplo, duró cerca de dos horas, sin parar. Era una prueba en la que se necesitaban las dos piernas y hubo un momento en el que casi me desmayo.