Millares (València) es, para muchos, el gran desconocido de La Canal de Navarrés. Ubicado en el norte de la comarca, este pequeño municipio de unos 350 habitantes ofrece numerosos reclamos turísticos, aunque hay uno que llama poderosamente la atención.
Nos referimos al mal llamado Monstruo de Millares, un salto vertical de agua de más de sesenta metros que está considerada la cascada más grande y espectacular de la Comunitat Valenciana. Su nombre correcto es Chorrador del Bosque o Salto de Millares.
El tramo es muy frecuentado por los amantes de los deportes extremos, que llenan el lugar los fines de semana para realizar un descenso con cuerdas para el que, recalcamos, se precisa de una adecuada preparación y una forma física envidiable.
La Ruta del Nacimiento
Los deseosos de conocer esa maravilla denominada el Monstruo -debido al enorme rugido que desprende- deben tomar la Ruta del Nacimiento, un camino que conduce hacia El Castillet, en bajada hasta la salida de la población.
A partir de ese punto descendemos al lecho del barranco, que suele llevar agua, y seguimos su curso por el margen izquierdo. Hay que indicar que el caudal que vemos no es el único que llega hasta la cascada, que recibe agua de numerosas fuentes de la Muela de Cortes.
Durante el recorrido, solo apto para expertos, insistimos, dejamos atrás la Fuente de las Donas y un antiguo molino, el del Señor Pere, además de un puente arqueado que se encuentra a los pies del castillo, con vistas a la antigua primera fábrica de Millares.
La Ruta del Nacimiento fue declarada itinerario de Interés Turístico Local en diciembre de 2019
Un lugar inolvidable
Pasado el puente apreciamos el Molino de los Moros y un pino, casi derribado. Próximo a él arranca la bajada de la senda del Sansón -nombre del perro de quien recuperó el camino-, con un primer tramo de veinte escalones de cemento. Continuamos hasta la llamada pedrera, donde debemos extremar la precaución al ser un empinado descenso repleto de piedras.
Alcanzada la base de la cascada, la vista que tenemos es un regalo para los sentidos: estamos frente a uno de los lugares más bonitos de todo el Levante, sin duda. Allí no dejes pasar la opción de darte un chapuzón en las frías aguas del Tollo de Jorge, bajo el chorro del Monstruo.
Para regresar debemos retroceder nuestros pasos. La Ruta del Nacimiento fue declarada itinerario de Interés Turístico Local en diciembre de 2019.
Jornada en familia
Obviando la cascada, que, por supuesto es memorable, el recorrido brinda otros numerosos atractivos paisajísticos, medioambientales y de interés histórico.
Entre ellos, el mencionado Castillet, una fortaleza de origen musulmán, del siglo XII, que conserva parte de la muralla -que protegía el paso del desfiladero de posibles invasiones-, El Cerrito, próximo a Millares, hace ahora las funciones de mirador, o la balsa del Hinchidor.
Se trata de una excursión perfecta para toda la familia -existe incluso una zona recreativa con mesas-, visitando castillos y conociendo el arte rupestre de la zona, todo ello en un entorno privilegiado, lleno de rutas senderistas y los paisajes únicos del interior de València. ¡Hay hasta huellas de dinosaurios!
Es una zona perfecta para realizar excursiones en familia, observando castillos y arte rupestre
Huellas de dinosaurios
El área del actual pueblo de Millares fue una gran llanura litoral hace alrededor de unos ochenta millones de años, en la era del Cretácico, próximo al entonces joven mar Mediterráneo.
Eso permite que podamos toparnos con huellas de dinosaurios, conservadas en la Rambla del Tambuc. Son hasta 400 pisadas las que se distribuyen en una extensión de unos 30.000 metros cuadrados, formando un inabarcable yacimiento.
El sitio, declarado Bien de Interés Cultural, es el único representante valenciano a la candidatura de Icnitas de Dinosaurio en la Península Ibérica.
El pueblo de Millares
A una hora de València capital, Millares se emplaza en el macizo cretácico de Caroche, junto al Júcar, entre la muela de Cortes y la sierra de Caballón. El propio río es su principal accidente geográfico y le sirve de límite con Dos Aguas y Tous.
A nivel histórico, Millares ha vivido relevantes hechos, como la revuelta morisca de 1609. Su pasado todavía se intuye paseando por las calles, de esencia musulmana, recorridas por la acequia que nace en la Cueva de la Fuente -gruta formada por la caída del agua- y la balsa del Hinchidor, que a su vez alimenta el popular lavadero, El Clot.
De obligada visita es el casco urbano, compuesto por edificios como el Palacio de la Baronía de Millares, del siglo XVI, o la Iglesia Parroquial de la Transfiguración del Señor, erigida sobre una antigua mezquita.
Finalmente, imprescindible para los más pequeños resulta la Colección Museográfica José Martínez Royo, que alberga el riquísimo patrimonio paleontológico y arqueólogo de la localidad.