La playa del Racó es la gran joya de la corona, la tarjeta de presentación del municipio al mundo y una de las pocas que, hasta este año, había repetido la bandera azul durante todas las ediciones del galardón. En 2024, sin embargo, esta enseña no ondeará en su mástil debido a las obras que ya se están llevando a cabo en las proximidades del arenal.
Primera fase completada
De hecho, la primera fase de esos trabajos de modernización del paseo marítimo terminaba a finales del pasado mes de junio, dejando la zona completamente lista para el arranque de la temporada alta estival. Una primera entrega que culminó con la remodelación y adaptación integral de la biblioplaya de l’Albir.
“Nuestra intención siempre ha sido la de tener a pleno rendimiento las instalaciones a principios de julio”, explica el concejal de Urbanismo, Toni Such, sobre una actuación con cargo al presupuesto municipal, por un montante de 48.381,72 euros, para la rehabilitación global de unas instalaciones que contaban ya con casi dos décadas de servicio.
Mejora de servicios
En concreto, ha abundado Such, se ha procedido a la “renovación completa tanto de suelo como de pérgolas y casetas, sin incremento de la superficie autorizada”. En este punto el concejal de Urbanismo explica “la mala situación en que se encontraba la estructura dispuesta bajo el suelo, con material afectado por la humedad que con el paso de los años había empezado a ceder, convirtiéndose en un peligro para los usuarios”.
“Con estas obras renovamos no sólo las instalaciones de la biblioplaya, sino también los puestos destinados a socorrismo y el punto de atención a personas con movilidad reducida”, ha querido puntualizar una vez más Such.
Cambios de ubicación
Esta actuación ha supuesto, además de la renovación y mejora de las infraestructuras, “la reubicación de la caseta utilizada para servicio de policía, desplazándola de manera que se amplía el espacio destinado a la atención sanitaria”. También ha cambiado “el suministro y colocación de la caseta destinada a Centro de Atención Sanitaria”.
De la misma forma, en la caseta destinada a biblioteca se va a instalar una pérgola con pilares de 2,50 metros de altura, sobre un total de 180 metros cuadrados. “Toda la madera utilizada reunirá las condiciones necesarias para garantizar su futuro buen estado mediante sales hidrosolubles”, ha indicado Such.