Diego Varea / Humorista, compositor y cantante
Después de unos años centrado en la música, Diego Varea (València, 28-noviembre-1987) se introdujo de lleno en la comedia en 2011, ganando poco después varios premios, destacando el Ópera, que le llevó a dedicarse al humor de una forma profesional. “Pasé de cobrar con una gorra a aumentar mi caché”, dice sonriente.
Es plenamente consciente del rumbo que está tomando la comedia actual, más interactiva, con una constante participación del público. Quizás el mejor exponente hoy en día es Galder Varas, aunque Varea opta por un stand-up más tradicional, el de comediantes americanos como Jerry Seinfeld o Lennie Bruce.
Ha actuado mucho en castellano, aunque ahora siempre que puede lo hace en valenciano, que defiende por igual, pese a ciertos momentos desafortunados vividos, como nos desvelará. Ya en su vertiente como vocalista, forma parte del grupo de metal-rap ‘Sons of Aguirre’.
¿Cómo fueron tus inicios en la comedia?
Bastante fuertes, en el sentido que realizaba una comedia un poco transgresora, en el local ‘Artefacto’ de València. Allí hacíamos cosas muy bizarras, como concursos desnudos o tirarnos llamas, algo macabro, muy al estilo de los ‘Jackass’ americanos.
Todo cambió cuando probé el humor con texto en la sala ‘Ópera’, la catedral de la comedia en nuestra ciudad, donde actuaban grandes como Goyo Giménez o David Guapo. Me dije a mi mismo que tocaba ‘vestirme’, ponerme los pantalones y ser más serio.
¿Este modelo te gustaba más?
Sin duda, ¡y me pagaban mejor! (ríe). Descubrí entonces que había un cajero para cobrar y no la gorra. Pero disfrutaba de la comedia del mismo modo, también por mi forma de ser.
«Mis inicios fueron muy bizarros y transgresores: todo cambió cuando probé el humor con texto»
¿Siempre te ha gustado involucrar al público?
Me encanta que el espectador sea partícipe de la obra. En esos momentos hacía de ‘Msias’, un personaje de rap católico de combate y el público cantaba conmigo las canciones. Sin saberlo, acudían a la homilía de ‘Msias’.
La comedia actual es mucho más interactiva con el público. De unos años hasta ahora es lo que más se está haciendo, los ejemplos son varios, y el espectador creo que lo está agradeciendo. Me gusta, aunque soy más del stand-up clásico, de llevar una pieza hecha desde casa: pienso que puedes llegar a lugares más interesantes.
¿El que hacía Jerry Seinfeld?
Exacto, todo un genio, como ya lo habían sido Lennie Bruce -del que hicieron una película, muy recomendable-, George Carlin, Louis C.K. y Dane Cook (cómico católico), con un punto de vista muy singular.
Ya en el panorama nacional, me gustaban mucho Danny Boy, Iggy Rubín, Patricia Espejo, Patricia Sornosa o Fernando Moraño. Les conocí en Madrid, cuando iba a actuar, y me decía “ojalá pudiera compartir escenario con estos maestros”. Con el tiempo pude hacer especiales para ‘Comedy Central’ junto a ellos.
«Junto a Saray Cerro y María Zamora sufrimos una agresión por hacer los monólogos en valenciano»
¿Realizas tus monólogos en ambos idiomas?
Si, indistintamente. Cuando me llaman para fuera de la Comunitat Valenciana adapto el texto al castellano, aunque algunos son imposibles o no tienen sentido hacerlo, pues la temática no se va a entender, es muy local nuestra.
Es importante defender nuestra lengua: hablarla ya es un acto de reivindicación necesaria. Yo mismo, junto a dos compañeras -Saray Cerro y María Zamora- sufrimos una agresión hace tres veranos en un pueblo, precisamente por esta cuestión.
¿Qué pasó exactamente?
Estábamos en una localidad costera, llena de residentes foráneos, y de las diez actuaciones, en días separados, nueve eran en castellano, excepto la nuestra. Empezaron a chillar, que querían el espectáculo en español y, al no cambiar de idioma, se levantaron unos cuantos y se fueron.
Hubo momentos de tensión y lo más curioso fue reactivarnos para hacer comedia, porque era una noche de risas. Pese a que se producen situaciones desagradables, tenemos la obligación de seguir cultivando la lengua de donde somos.
«Entre la música y la comedia es complicado escoger, sobre todo dependiendo del estado de ánimo»
¿En qué estás trabajando ahora?
Estoy coordinando el programa de radio de À Punt ‘Podríem fer-ho millor’, un magazine de humor y actualidad que se emite de lunes a viernes, de 16 a 19 horas. En enero la idea es recuperar el stand-up, que lo he tenido un poco olvidado, y regresar al unipersonal, para hacer grabaciones.
¿Músico has sido siempre?
Desde niño, trasteando con la guitarra y el piano. Me gusta muchísimo, también componer, y siempre he vivido de las dos vertientes. Son numerosos los que me preguntan ¿qué prefieres? Es complicado escoger, especialmente dependiendo del estado de ánimo.
Sí he aprendido que la música tiene un abanico más grande de emociones, tanto para mí como para el público. La risa es igualmente reflexiva, pero la música considero que abarca más.