Entrevista > Nuria López y Jessica Gommans / Presidenta de la Asociación Las Reinas del Biberón y concejala de Bienestar Animal
Durante el pasado mes de mayo la protectora de La Nucía recibió un total de 54 cachorros abandonados. Una cifra elevadísima, que contrasta enormemente con la cada vez mayor concienciación de la sociedad hacia el bienestar animal.
En este, como en otros muchos campos, se han dado pasos importantes; pero todavía queda mucho por hacer y en eso se empeñan tanto desde el propio ayuntamiento nuciero como desde las distintas asociaciones, que trabajan en el municipio por las mascotas.
Una buena muestra de la cada vez mayor concienciación que hay respecto al bienestar animal en la sociedad es que en La Nucía tenéis, incluso, una concejalía propia.
Jessica Gommans (JG) – Efectivamente, la creamos hace dos legislaturas y tenemos un equipo que trabajamos por y para el bienestar de todos los animales.
El nombre de la asociación, Las Reinas del Biberón, remite a muchas posibilidades. ¿A qué os dedicáis exactamente?
Nuria López (NL) – Nos dedicamos exclusivamente a criar a biberón a cachorros que han sido abandonados o que, por ‘x’ motivos, no pueden ser amamantados por su madre y, por lo tanto, necesitan una nodriza que tiene que estar veinticuatro horas con ellos, porque cada hora u hora y media piden ‘bibe’.
Así pues, nos hemos especificado en eso en concreto, también para dar un poco de servicio y ayuda a otras asociaciones y protectoras que no pueden dedicarse a esta labor.
«Exclusivamente nos dedicamos a criar a biberón a cachorros que han sido abandonados o que no pueden ser amamantados por su madre» N. López
Entiendo que vuestra asociación surge porque había una necesidad, más allá de una protectora al uso. ¿Existía esa necesidad concreta?
NL – Claro, totalmente. Además, necesitas gente especializada que tiene que tener unos conocimientos mínimos para dar biberones y cuidar de estos lactantes. En diciembre la asociación cumplirá cinco años y casi estamos rondando los 1.900 cachorros.
Siempre he tendido a pensar que el abandono de animales se produce principalmente en ejemplares adultos. Sin embargo, esa cifra demuestra que también hay mucho abandono de cachorros. ¿Por qué se produce esto?
NL – Sobre todo, por camadas indeseadas. El ‘no me he dado cuenta’ o ‘yo controlo que mi perra no se quede embarazada’, que eso suele pasar bastante. Luego, por vergüenza o por lo que sea, deciden tirarlos a la basura, a un contenedor, abandonarlos en una protectora o en cualquier parte.
Por lo que has contado al principio, esa labor es muy demandante en términos de tiempo y trabajo. ¿Cómo habéis conseguido tener voluntarios suficientes como para atender a casi 2.000 cachorros en este tiempo?
NL – Es muy sacrificado. Nosotros nos movemos mucho por redes sociales y en eventos como la Feria de la Adopción, que celebramos hace pocas semanas. Lo que hacemos realmente es pedir ayuda y dar formación a esa gente.
La verdad es que muchos se animan a echar una mano. Ahora mismo tenemos entre veinte y veinticinco casas de acogida activas. Hay quien acoge lactantes, porque tiene más tiempo, y quien acoge cachorros un poquito más mayores, que ya son más independientes, que saben comer solos.
«Sobre todo el abandono de animales se da por camadas indeseadas» N. López
Y colaboráis estrechamente con las protectoras de la comarca.
NL – De la comarca, de la provincia, de Murcia… Nos traen muchos animales.
Os traen animales, incluso, de otras comunidades autónomas.
NL – Así es. Piensa que cuando te llega un lactante a una protectora o a un refugio, con todos los adultos que hay allí, esta no puede tener ese tipo de animales por riesgos como los contagios.
Hace pocas semanas se celebró una nueva edición de la Feria de Adopción, un evento muy joven, pero que ya cosechó un gran éxito en el pasado. ¿Cómo surge esa idea?
JG – Trabajamos en una misma línea de darle visibilidad a todas las asociaciones y protectoras, que se dedican de manera altruista y desinteresada en este sector. Hay muchas que, por desgracia, son muy invisibles. Hay que promover la adopción. Como se suele decir, el amor no se compra, se adopta. Entonces, tuvimos una primera toma de contacto, y rápidamente nos pusimos manos a la obra para trabajar en ello, y al final ese trabajo dio su fruto.
Como dices, la primera edición fue todo un éxito. Más allá de la asistencia de público, también se dieron bastantes ‘peludetes’ en adopción. Así que, a la semana siguiente de la primera edición, ya nos pusimos a trabajar en esta segunda.
«Queremos dar visibilidad a todas las asociaciones y protectoras que trabajan de manera altruista y desinteresada en este sector» J. Gommans
¿Tenéis alguna estimación de cuántas adopciones se consiguieron en la primera edición?
JG – No te sabría decir cifras, pero sí que sé que salieron muchos contactos, empezaron muchos trámites de adopción a raíz de la feria, y sí que se dieron bastantes.
Una cosa que me llamó la atención es que ese proceso de adopción lleva unos trámites. Esa feria no es como ir al mercado y llevarte el cachorro que más te guste. ¿Cómo funciona exactamente?
NL – Cada protectora o asociación, dentro de las mismas líneas de trabajo, tiene unas condiciones. Esta feria es un buen punto para que tú hables con ellas, te expliquen los requisitos de la adopción, veas si realmente estás responsabilizado y concienciado para adoptar un animal, y el tiempo que te va a suponer.
Allí puedes empezar a conocer y ver distintos animales, porque lógicamente no todas las asociaciones llevan todos los animales que tengan. Es una forma de abrirte una puerta y de conocer las distintas opciones.
Un evento que tiene, incluso, una ‘pasarela de la adopción’.
JG – En ella, mayoritariamente, tenemos perros, puesto que el gato es más difícil de controlar. En cuanto a cachorros o adultos, hay un poco de todo. Lo que sí hay, sobre todo, son muchos cruces de miradas y bastantes ‘microenamoramientos’.
A mí me pasó. No me llevé un perro de milagro. Todas las asociaciones participantes desfilan con sus mascotas y cuentan un poco la trayectoria del animal, y por qué ha sido abandonado.
«Lo que hay en la Feria de Adopción, sobre todo, son muchos cruces de miradas y bastantes ‘microenamoramientos’» J. Gommans
En esa feria participó también el voluntariado de USAR13, que trabaja en el ámbito de los rescates y las terapias con perros.
JG – Nos ofrecieron una charla para explicar que para poder ser perros de rescate o de terapia, no hace falta tener pedigrí ni que sean de razas específicas. Perros rescatados de la misma protectora de La Nucía ya están trabajando con ellos y están haciendo rescates, que esa es una parte que no se conoce. Una charla que sirvió, además, para romper el estereotipo de que, si quieres trabajar con un perro de rescate, es necesario que sea de una raza concreta.
¿Ha costado que las protectoras y refugios quisieran participar de la feria?
NL – La verdad es que no, ha sido todo bastante fluido. Nosotros manteníamos un grupo del año pasado, que por ahí fue por donde comenzamos en junio, avisando de que íbamos a empezar otra vez con la feria. Gente que el año pasado no había participado, pero conocía de la existencia de la feria, nos ha contactado.
Hablemos del perfil de los adoptantes. Solemos pensar mucho en familias con niños pequeños, pero creo que también hay muchas personas mayores, recién jubiladas, que buscan un compañero con el que llenar su nuevo tiempo libre.
JG – Ahora hay un perfil muy claro también, que es ese. El que dice que se va a jubilar este mes, y que lo primero que va a hacer es ir a la asociación a adoptar un perro. Porque hasta ahora no ha podido porque no tenía tiempo o porque quieres tener unos nuevos hábitos, una responsabilidad.
NL – De hecho, también se ofrecen como casas de acogida. Es decir, está el que quiere adoptar y el que dice ‘ahora puedo ayudar’.
«En La Nucía el momento con más abandonos son los meses previos al verano» J. Gommans
Supongo que en la feria o en la propia asociación habrá personas que se muestren interesadas en adoptar a un animal de ciertas características y otros que, como decía Jessica antes, tienen ese cruce de miradas y se enamoran de un animal concreto y quieren adoptar a ese.
NL – Eso pasa, pero pienso que al final es el animal el que te adopta a ti. Porque a veces vas con unas ideas desde casa, de quiero un perro o un gato de un determinado tamaño o color, y sigues con esa idea hasta que tienes un cruce de miradas y te cambia todos los esquemas.
Dicho eso, supongo que vosotros siempre hacéis una especie de ‘casting’ para aseguraros que el animal adoptado vaya a tener las condiciones adecuadas en esa familia que lo quiere.
NL – Sí, efectivamente. A veces la gente se queja de que lo miramos demasiado. Piensan que ya lo están adoptando, que ya lo están salvando y se preguntan por qué tenemos que controlar tanto si pueden comprarlo y no les piden nada.
Es así, pero yo siempre digo que llevo criándolo desde que tiene dos días, y quiero tener muy claro dónde va. Muchas veces, un perro que has rescatado, que ya viene de una situación complicada, que tiene un trauma, sabes que no puede estar con niños o que necesita más actividad física que otro. Se debe mirar el perfil del adoptante. Entiendo el ‘este me gusta, este lo quiero’, pero también hay que ver que esas personalidades encajen, porque si no es un fracaso de adopción.
¿Se ha dado la circunstancia en que, pese a todo, no ha quedado más remedio que devolver al animal porque no se han sabido adaptar? ¿Cómo se puede evitar esa situación?
NL – Creo que todo se basa en la educación. El que va a intentar adoptar va con la mejor intención, pero hay que tener las cosas claras. Un animal vive una media de quince años. ¿Qué voy a hacer yo de aquí a quince años? Hay que pensar si me voy a cambiar de domicilio, si me voy a ir a trabajar al extranjero.
Hay que plantearse un poco el compromiso a largo plazo. No sólo que ahora ese es mi sentimiento de querer adoptar, porque uno de los motivos principales suele ser ese. Es algo que siempre hay que tener muy en cuenta.
«El que va a intentar adoptar va con la mejor intención, pero hay que tener las cosas claras» N. López
¿Hay perfiles de animales que sean los preferidos a la hora de ser adoptados? Pienso, por ejemplo, en cachorros antes que adultos.
JG – No lo creo. De hecho, te sorprendería ver cómo en el Refugio de La Nucía los niños tienden a escoger un perro más adulto, cuando lo ideal es un cachorro. Pues no, al final, yo no sé, tienen como más ternura hacia los perros adultos, y suelen ser los papás o las mamás quienes prefieren el cachorro.
¿Recibís más abandonos en algún momento del año?
JG – En La Nucía el momento con más abandonos son los meses previos al verano. En mayo de este mismo año nos entraron 54 cachorros.
¡Sólo en la protectora de La Nucía!
JG – Y sólo durante ese mes. En su mayoría, razas grandes, cachorros que, aunque tuviesen dos meses, ya son grandes. Hemos estado al borde del colapso. ¿Cómo cuidas a 54 cachorros de ese tamaño, que ya son más grandes que tú?
¿Esto se puede explicar en que son cachorros que fueron regalos de Navidad?
JG – Puede ser. De hecho, desde la concejalía de Protección Animal, en Navidad siempre tratamos de lanzar una campaña para concienciar a la gente de que los animales no son un juguete, que no un regalo. Que al final es algo que va a depender de tu mano 24/7 durante una media de quince años.
No es que lo eduques dos añitos y ya sea independiente, sino que depende de ti para salir a la calle, para que le des de comer, para ponerle agua. Por eso, al final exigimos concienciación y, sobre todo, esterilización. Si uno, conforme tiene al perro, lo esteriliza, luego no vienen los sustos de las camadas.