Los grupos de investigación Educación Inclusiva y Tecnología (IncluTIC) y ALISoft de la Universidad de Alicante desarrollan un proyecto pionero que aplica la inteligencia artificial para crear actividades educativas personalizadas para alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA), a través de una innovadora aplicación móvil. El uso de tecnologías emergentes como la realidad virtual, la robótica o la realidad mixta aplicadas a esta investigación permite la creación de los entornos de aprendizaje dinámicos y atractivos que fomentan la comunicación y la interacción social, con lo que se ofrece a cada alumno autista la atención y apoyo individualizado que necesita.
Financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, este proyecto titulado “Diseño y aplicación de una herramienta de aprendizaje personalizado e inclusivo mediante inteligencia artificial para el alumnado con Trastorno del Espectro Autista”, se ejecutará en un plazo de tres años y está dirigido por los profesores Gonzalo Lorenzo Lledó, del Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica, y Santiago Meliá Beigbeder, del departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante.
Esta investigación nace de una anterior, también dirigida por Gonzalo Lorenzo Lledó desde IncluTIC, a la que se añaden nuevas herramientas entre las que destaca, principalmente, la aplicación de inteligencia artificial. Junto a los investigadores principales trabaja un equipo interdisciplinar de expertos en tecnología y educación que busca transformar la manera en que el alumnado autista aprenda y participe de manera inclusiva en el contexto escolar.
El objetivo principal de la primera fase del proyecto pasa por el desarrollo de una aplicación móvil con inteligencia artificial para apoyar tanto a profesorado de Unidades Específicas en Centros Ordinarios (UECO) como al que tenga alumnado autista en aulas ordinarias para seleccionar aquellas actividades que mejor se adaptan las características individuales de estos escolares. “A través de una base de datos que recopila tareas tradicionales, la inteligencia artificial ‘aprende’ a sugerir actividades personalizadas”, explica Lorenzo Lledó.
En la segunda fase, el proyecto se centra en la creación de tareas de aprendizaje para alumnado autista mediante el uso de la realidad virtual, la robótica y la realidad aumentada. Para el desarrollo de las actividades de realidad virtual, “se parte de la experiencia previa del equipo investigador para la creación de entornos virtuales sociales escolares donde los participantes pueden aprender las normas de clase, el juego simbólico o como guardar los libros al finalizar la clase sin sufrir las consecuencias de los entornos reales”, indica el profesor del Departamento de Psicología Evolutiva y Didáctica.
En el caso de la robótica, los participantes interactuarán con el QTRobot, un robot diseñado para cumplir las funciones que requiere el proyecto, donde aprenderán la identificación y aplicación de las emociones a entornos sociales. Además, con la realidad aumentada, el participante podrá obtener información en tiempo real mediante información virtual en entornos reales de cómo actuar en una situación social. En este contexto, “la realidad aumentada se puede considerar el último paso para conseguir la transferencia de las habilidades sociales a un entorno real”, añade el investigador.
Por tanto, la aplicación móvil “podrá sugerir al profesorado actividades basadas en metodologías tradiciones, realidad virtual, robótica o realidad aumentada”, comenta Meliá Beigbeder. Asimismo, tanto el profesorado y como los padres o tutores podrán tener un “seguimiento personalizado de las mejoras que experimentan en las áreas de comunicación e interacción social y la adquisición de las competencias clave y saberes según su nivel de competencia curricular”, añade el profesor del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos.
Con este proyecto, los profesores Gonzalo Lorenzo Lledó y Santiago Meliá Beigbeder buscan promover la inclusión escolar del alumnado autista, utilizando la inteligencia artificial como una herramienta poderosa para adaptar los entornos de aprendizaje a las necesidades específicas de cada estudiante. “Esta iniciativa no solo pretende mejorar la experiencia educativa de estos niños, sino también proporcionarles mayores oportunidades de desarrollo personal y social”, finaliza Lorenzo Lledó.