Entrevista > Ana Maestre / Actriz y profesora de interpretación (Madrid, 21-octubre-1978)
El mes de marzo, un año más, llega a l’Alfàs del Pi protagonizado, al menos en lo cultural, por la Mostra de Teatre, ese festival que, fiel a su costumbre, guarda una semana para las propuestas de compañías amateur (del 10 al 16) y otra para los montajes profesionales (del 24 al 30).
En esa primera entrega, será el turno de Arteatro, que el día 13 de marzo llevará a la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi su versión de ‘Presas’, una obra, en palabras de Ana Maestre, “importante y necesaria” para la que esta parada será la última ya que la compañía está inmersa en su próxima propuesta, de corte completamente diferente.
«Es interesante volver a visibilizar ciertas temáticas que, por desgracia, están ahí»
Aunque no se trata de un estreno y ya tenéis ‘Presas’ muy rodada, ¿cómo están los cuerpos a tan pocos días de subir a las tablas de la Casa de Cultura, en un marco tan bonito como el de la Mostra de Teatre?
Bueno, pues con muchas ganas, con mucha ilusión de volver a subir al escenario a enseñar esta historia tan interesante y tan necesaria. Y claro, con nervios. Eso es obvio.
Importante y necesaria, ¿por qué?
Porque son historias de mujeres que no hay que dejar en el olvido, que hay que seguir contando. Es un drama de una cárcel de mujeres en la época de la posguerra española. Y a partir de ahí hay un montón de subtramas que se generan en torno a ellas, a sus vidas, y como eran silenciadas, como no importaban.
Por desgracia, es algo que suena muy actual.
Hay ciertas cosas que sí.
¿Estamos dándole la vuelta a la tortilla?
Sí, parece que todo vuelve de alguna forma y creo que es interesante volver a visibilizar este tipo de temáticas que están ahí, por desgracia.
«Lo que intento cada año en el taller es enfocarlo de diferente forma, en algo distinto»
El teatro, la cultura, enfrentándonos a los interrogantes de quién está al timón, quién está al mando hoy en día.
Exacto. Nos volvemos a preguntar dónde estamos, dónde queremos ir y hacia dónde vamos en realidad.
La Mostra de Teatre, desde fuera, parece una de las propuestas más importantes que tenemos en el calendario anual de teatro de toda la comarca de la Marina Baixa. No sé si desde dentro también lo es, si es una fecha que esperáis con especial ilusión.
La verdad es que es un honor poder participar de nuevo. Ya llevamos dos o tres ediciones participando con diferentes obras y que cuenten con nosotros como grupo es fantástico. Es una oportunidad de seguir rodando las obras que preparamos durante tanto y tanto tiempo.
Porque, de hecho, para vosotros es como una especie de Fiesta Fin de Curso, porque con esta representación vais a poner el punto y final a esta obra, ya que estáis preparando el nuevo montaje. No sé qué me puedes contar de él.
Bueno, este nuevo montaje no tiene nada que ver con ‘Presas’. Lo que intento cada año en el taller es enfocarlo de diferente forma, en algo distinto. Este año es una creación más o menos colectiva. Nos basamos en unos textos de clown y es superirreverente, muy loco, muy heavy en muchos momentos. Es un humor un poco negro.
A partir de ahí, vamos a crear nosotros todos los gags. Tengo un montón de actores este año, ya que en el grupo de adultos son veintiséis personas, y me he vuelto loca para encontrar algo para tanta gente, que siempre es un reto.
Con ‘Presas’ venís de explorar unas fronteras en cuanto a la reivindicación social de lo femenino, de la mujer, y ahora parece que vais a explorar otra cosa que está muy de moda y que parece que también se nos está dando la vuelta a la tortilla en eso: los límites del humor.
Exacto. Además, hemos tenido un poco de polémica en el grupo, porque es cierto que hay sketches que son un poco… a ver, que generan debate. Y yo siempre pienso que eso está bien.
«Trabajar con los niños es superdivertido. Aprendes un montón de ellos»
Se suele decir que cuando el humor resulta incómodo, más que molestarnos por lo que se dice, lo que demos hacer es plantearnos por qué no nos resulta gracioso. Por qué nos reímos o por qué no lo hacemos. Es decir, mirarnos hacia adentro y preguntarnos el porqué de nuestra reacción.
Sí, va por ahí. Es como que te ponen frente a un espejo a través de la risa, del humor. Es entonces cuando te das cuenta y dices: ostras, pero me estoy riendo de esto y esto no está bien, no debería. Ese planteamiento me parece muy interesante.
Además de dirigir esta obra, también llevas los talleres de teatro de l’Alfàs, La Vila Joiosa, Benidorm y Finestrat con Arteatro.
Efectivamente, en La Vila y l’Alfàs somos Infantil y Juvenil. En Finestrat, Infantil. En Benidorm, junto a Mutis Teatro, de adultos.
¿Por qué la gente se apunta a un taller de teatro?
Hay muchas cuestiones. Normalmente, es porque se lo pasan superbien. Es una forma de conocer gente de todo tipo, pero en un ambiente muy diferente. También porque es un crecimiento personal. Yo siempre lo veo así.
Creo que a través de los retos que les vamos poniendo en el taller y que ellos se van encontrando, avanzan. A veces, encuentran resistencias, pero normalmente las superan y eso siempre es supergratificante.
¿Te gusta más trabajar con los niños y jóvenes o con los adultos?
Pues fíjate, si tuviera que elegir antes, hace años, te hubiera dicho que con adultos, porque me resultaba más cómodo, era más cercano a mí. Ahora, sin embargo, con los peques es superdivertido. Son muy energéticos, te dan mogollón de energía, aprendes un montón de ellos.
Y con los adolescentes es increíble, porque tienen un punto en la que parece que abren la compuerta y ahí ya no hay límite. Eso es fantástico.