Entrevista > Toni Mari Sart / Artista y escultor de forja (Xàbia, 10-noviembre-1963)
El artista de la forja Toni Marí ha convertido el hierro en un medio de expresión único, dando vida a esculturas que transmiten movimiento y emoción. Su trayectoria, marcada por la pasión y el esfuerzo, lo ha llevado a exponer en lugares emblemáticos, y a ser reconocido aquí en su tierra, Xàbia. En esta entrevista, nos habla de sus inicios, su proceso creativo y la importancia de mantener viva la forja como arte tradicional en un mundo cada vez más mecanizado.
¿Cómo comenzaste en el mundo de la forja y qué te llevó a la escultura en hierro?
Desde niño me apasionaban el dibujo y los trabajos manuales. En la escuela destacaba en manualidades, pero los estudios no me atraían. Mi padre me preguntó si quería estudiar o trabajar, y elegí lo segundo. Quise ser carpintero, pero por casualidad acabé en una cerrajería, donde aprendí soldadura, forja y oxicorte. Allí descubrí un mundo totalmente artesanal y artístico, que poco a poco me atrapó hasta convertirme en escultor.
¿Cuándo diste el salto de la cerrajería a la escultura?
Con veintidós años monté mi propio taller de cerrajería. Allí tenía algunas esculturas, y un día un coleccionista valenciano vio una de mis piezas y la llevó a una fiesta. Entre los invitados había periodistas y gente del mundo del arte que se interesaron por mi trabajo. Así empezaron a pedirme esculturas y fue cuando di el paso definitivo hacia la escultura en hierro.
«Intento que la obra se identifique con su entorno»
¿Hubo algún artista que te inspirara en tus inicios?
Sí, Pablo Gargallo. Es un referente en la escultura en hierro y me inspiré mucho en su obra. Con el tiempo, fui desarrollando mi propio estilo, el que hoy me identifica y con el que la gente reconoce mis piezas.
Tus esculturas suelen representar figuras humanas. ¿Cómo decides qué crear en cada caso?
Depende del encargo y del espacio donde irá la escultura. Intento que la obra se identifique con su entorno. Si es para una zona marítima, utilizo motivos marinos. Si representa un deporte, plasmo la esencia de esa disciplina. Mi objetivo es que la escultura cumpla su función y refleje lo que me han pedido.
¿De qué manera surge el proceso creativo?
La inspiración no llega cuando uno quiere, sino cuando llega. Puedo tardar horas, días o semanas en visualizar lo que quiero hacer. Siempre tengo la idea en la cabeza hasta que, de repente, aparece el momento clave, ese flash que lo desencadena todo.
«La inspiración no llega cuando uno quiere»
¿Cómo ha evolucionado tu forma de trabajar con el metal?
He evolucionado gracias a los encargos. Cada uno me ha exigido crear algo nuevo, lo que me ha obligado a innovar. Empecé con esculturas de animales, porque siempre me gustó dibujarlos, y luego pasé a la figura humana. Con el tiempo, he trabajado todo tipo de escenas: parejas, deportistas, momentos cotidianos… Cada una me ha ayudado a crecer como artista.
Tienes esculturas en lugares emblemáticos y has expuesto internacionalmente. ¿Tienes alguna obra favorita?
Es imposible elegir. Cada escultura es única y, cuando la termino, me siento muy a gusto con ella. Si transmite vida y emoción, me encariño con ella… hasta que llega la siguiente y vuelve a ocurrirme lo mismo.
Xàbia ha sido clave en tu carrera. ¿Cómo ha influido en tu obra?
Xàbia es un pueblo multicultural, con gente de todo el mundo. Esto me ha enriquecido como artista, ya que cada persona aporta su cultura, sus ideas y su forma de ver el arte. Desde el principio, la gente me ha apoyado y reconocido, algo que valoro muchísimo.
Recientemente has creado una obra en el paseo marítimo de Xàbia. ¿Cómo surgió esa iniciativa?
La barandilla del paseo del Arenal estaba muy deteriorada. Un amigo me propuso hacer algo para mejorarla y decidí hablar con el Ayuntamiento. Como me habían otorgado el premio 9 d’Octubre y esta era una obra para el pueblo, decidí donarla. Me inspiré en la posidonia, esencial para nuestro ecosistema marino. Además de embellecer el entorno, es una forma de concienciar sobre la importancia de proteger la naturaleza.
«Xàbia es un pueblo multicultural, con gente de todo el mundo»
¿Qué significó para ti el reconocimiento del premio 9 d’Octubre recibido en 2023?
Más que el premio en sí, lo que realmente valoro es el cariño de la gente. Que las personas te aprecien y reconozcan tu trabajo es lo más importante.
La forja es un arte en peligro de extinción. ¿Cómo ves su futuro?
La forja, como muchos oficios tradicionales, está desapareciendo. Hoy en día, casi nadie trabaja el hierro de manera artesanal. Los talleres actuales usan piezas prefabricadas. Sin embargo, estoy convencido de que estos oficios volverán a valorarse en el futuro porque habrá escasez de profesionales.
Si tuvieras que definir tu arte en pocas palabras, ¿cómo lo harías?
Para mí, una escultura tiene que transmitir sentimientos. Si no transmite, está muerta. El arte debe tener vida.