Entrevista > Nerea de Llago / Auxiliar de veterinaria y creadora de contenidos (València, 10-febrero-2002)
Apasionada de todo lo relacionado con la naturaleza, Nerea de Llago estaba predestinada a trabajar con animales. Su principal objetivo era estudiar veterinaria, pero debido a diversas causas decidió empezar enfermería veterinaria, para lograr así trabajar con ellos.
“Disfruto mucho viendo cómo se vuelven a casa felices”, apunta, tanto como recorriendo las numerosas rutas que brinda nuestra Comunitat Valenciana. Así descubrió las calas alicantinas, algunas de complicado acceso, le fascinó y decidió mostrárselo a sus miles de seguidores, actualmente cerca de 21.000.
¿Desde cuándo sientes amor por los animales?
He vivido con animales (perros, tortugas, hámster, una cerdita…) desde que tengo uso de razón, aunque esa conexión se incrementó al iniciarme en la hípica. Recuerdo, de hecho, el día que iba en bici con mi padre, pasamos por una cuadra y grité ¡caballos! Tenía unos seis años.
Tuve uno durante años –incluso competía con él- y por diversas cuestiones nos vimos obligados a venderlo. No he vuelto a tener contacto con ese deporte, pues la pasión por la equitación provenía del amor que sentía por ese caballo, ‘Dardo’.
«Recuerdo el día, con seis años, que iba en bici con mi padre, pasamos por una cuadra y grité ¡caballos!»
¿Querías ser veterinaria de pequeña?
¡No paraba de repetirlo! Fue el inicio del proceso, lástima que las notas en bachillerato no me daban. En un camino de agobio hallé el curso de auxiliar de enfermería, una solución intermedia, porque me encanta el contacto con los animales.
¿Lo mejor y peor de tu trabajo qué es?
Entre lo más positivo, la satisfacción de hacer todo lo posible para que un animalito que no está bien vuelva a estarlo. Lo peor, que no son matemáticas, sino medicina, y no siempre logramos ese éxito, algo a lo que me cuesta acostumbrarme.
Las decisiones siempre las toma el veterinario, mientras yo me encargo de medicarlo, hacerles curas, que paseen… Ver cómo se van a casa tan contentos y regresan al mes para una revisión es tan bonito.
Anécdotas con animales te habrán pasado miles.
Ufff, ¡y tanto, sobre todo con gatos! Los perros son más dóciles, pero los encantadores felinos son muy suyos… ¡me han arañado tantas veces! Es muy común que, tras ponerles las vías intravenosas, salten y a ver quién les coge (ríe).
«Conozco casi todas las calas de la provincia de Alicante, siendo mis favoritas las más remotas»
¿En qué momento te haces influencer?
Todo comenzó un poco de casualidad. Me descargué Instagram siendo una niña y entonces solo se podían subir fotos, siendo la mayoría de mi caballo o montándolo.
Tiempo después me focalicé en la moda, enseñando algunos de mis vestidos, hasta que me di cuenta -precisamente durante la cuarentena- que lo estaba forzando, pues lo que de verdad me agrada es la naturaleza.
¿Qué lugares te han sorprendido más?
Los ubicados cerca del mar, como pueden ser las calas de la provincia de Alicante, muchas maravillosas, únicas. ¡Las he conocido casi todas!, intentando encontrar las más remotas y menos masificadas, sobre todo en verano.
Otras, como La Granadella (Xàbia) o la del Tío Ximo (Benidorm), son preciosas, pero siempre tan llenas de gente… Pierden su encanto.
¿Las calas hicieron que te gustara el surf?
Estoy en un nivel principiante. Me atrae mucho el estilo de vida que proyecta este deporte y que tanto hemos visto en películas o series, es decir, se levantan temprano por la mañana, se dirigen hacia el mar, buscan las olas…
A raíz de eso empecé a profundizar, sacándome el curso de buceo, para ver a los animales acuáticos en su hábitat natural. Sin duda, el potencial que albergamos aquí ¡tengo que mostrarlo!
«Mi sueño para el próximo verano es visitar las costas de Tailandia o Maldivas y poder bucear allí»
No valoramos lo que tenemos.
Muchas veces subo fotos o vídeos, sin indicar de dónde son, y la gente me pregunta, extrañándose que sea València. ¡A cuarenta minutos!, les indico.
¿Sueñas con delfines?
Soy una persona muy intuitiva y siempre he tenido la ilusión de encontrarme con uno en libertad. Un día, soñando, me desperté de golpe con la sensación que ese mismo día vería a más de uno.
Eran las cinco de la mañana, busqué dónde se habían avistado ese mes (junio), desperté a mi pareja y nos pusimos rumbo a la isla de Tabarca. Lamentablemente no nos topamos con ninguno.
Dinos otros sitios nuestros que anhelas descubrir.
Voy un poco sobre la marcha, sin tener una lista establecida. Soy muy de naturaleza y seguiré exprimiéndola, en el buen sentido. Fuera de España he estado en Milán (Italia), Marruecos y distintos puntos de Inglaterra.
Mi sueño para el próximo verano es, si es posible, conocer las costas de Tailandia o Maldivas, para poder bucear con animales más grandes.