Desde el inicio de la legislatura vengo avisando de que el skatePark debe ser regulado y controlado como cualquier otra instalación deportiva de Santa Pola. Es frecuente observar cómo, a cualquier hora del día, incluso con la cantina cerrada, los patinadores usan la instalación.
Solicitud de información
En los últimos meses he intentado en los plenos, a través de la responsable de deporte, que por parte de los servicios técnicos y jurídicos me remitieran información precisa del uso y medidas de control de la instalación.
En la primera respuesta me solicitaron que, al no conocer la magnitud de las medidas correctoras, fuese más explícito con mi pregunta. En ese mismo pleno, me reafirme en que se necesitaban medidas correctoras y que yo no era nadie para proponer dichas medidas. Eso es una competencia de los técnicos y los servicios jurídicos.
En el último pleno se me volvió a señalar lo que todos sabemos, que es una instalación dotada de servicios multiusos en la que se integra la práctica del deporte del skate, un deporte que recientemente ha entrado a formar parte de las disciplinas olímpicas. En un principio se me discutía que era un parque y no una instalación deportiva; ahora es una instalación deportiva integrada en un recinto multiusos.
Necesidad de regulación
Sinceramente, me es exactamente igual como lo quieran llamar, lo que tengo claro es que es una instalación deportiva y que las ciudades con este tipo de instalaciones las están regulando. Pero por pura coherencia.
Ya ha habido accidentes y, afortunadamente, ninguna tragedia irreversible. Pero, si algo ocurriera, veremos quién le pone el cascabel al gato. Porque es habitual ver como hacen uso de la instalación niños que, quizá, ni los padres saben que están allí. Sin embargo, en lugar de hacerse eco de mi petición y poner orden en ese caos, parece que se considera que pretendo crear conflicto, cuando mi único deseo es prevenir una tragedia.
Normativas
Entrar en Internet y escribir ´normativa de uso skate-park` es suficiente para que aparezcan numerosos resultados. He tardado cinco minutos. Y paso a enumerar algunas de las normas avaladas por la Federación.
«Ante todo, debe de haber presencia municipal, al igual que la hay en resto de instalaciones deportivas»
Ante todo, debe de haber presencia municipal, al igual que la hay en resto de instalaciones deportivas, y diseñar unos horarios. Debe de existir seguro médico deportivo de la instalación y del usuario; se debe cumplimentar una ficha de acceso donde se manifiesta su responsabilidad ante daños o lesiones.
En lo referente a las edades, se prohíbe el acceso a menores de 12 años excepto en horario con monitor; los padres deben firmar la autorización. En el mismo sentido, sólo que con presencia de tutores, los menores de 16 y 18 años. Sobre el uso, es obligatorio el casco y se recomienda las coderas y rodilleras. En caso de lluvia la instalación debe cerrarse. Todo lo expuesto son normas mínimas, hay muchas más, pero no me cabrían en este artículo.
Responsabilidad
Personalmente no pienso hacer, al respecto de este asunto, ninguna pregunta o aclaración. Ha quedado muy claro que el propósito que me mueve a esta denuncia pública es exclusivamente por prevención y seguridad.
«Prevenir depende de la voluntad de los responsables y de su deber como cargos públicos»
Ahora todo depende de la voluntad de los responsables y de su deber como cargos públicos. No quiero seguir estrellándome en un muro de incomprensión que me roe las entrañas. Pero la realidad está ahí y la responsabilidad también. Ahora, que cada cual asuma la responsabilidad de sus actos.
Concluyo con una llamada a la responsabilidad de los padres y madres para que exijan que las instalaciones deportivas cumplan con todas las exigencias de seguridad. El sentido común debe imperar en alguien. Cualquier cosa antes que tener que valorar cuánto cuesta la vida de un hijo.