La provincia de Alicante cuenta con el enorme lujo de poseer hasta tres Patrimonios de la Humanidad declarados por la UNESCO. Si bien dos de ellos se encuentran en Elche (hablamos del Palmeral y del Misteri), el tercero en cuestión queda repartido entre decenas de localidades alicantinas.
Las pinturas rupestres del Mediterráneo español han sido catalogadas como un estilo propio de arte prehistórico. Se trata de un conjunto de hasta 758 abrigos rocosos, cuevas, covachas o barrancos que contienen restos de estas antiquísimas obras, de los cuales 130 se ubican en la provincia de Alicante (superando en número a todas las demás provincias mediterráneas de España).
Aunque en los últimos tiempos las investigaciones han avanzado bastante, los arqueólogos aún continúan discutiendo sobre las interpretaciones y significados de estas pinturas. Un arte tan misterioso como apasionante, que precedió a todas las demás manifestaciones artísticas que ha creado la humanidad.
Alicante cuenta con más pinturas prehistóricas que ninguna otra provincia del mediterráneo español
El estilo Macroesquemático
“Existen dos grandes grupos de arte rupestre. En primer lugar apareció el Arte Paleolítico en el norte de España, como la Cueva de Altamira, que en general es más realista. Luego, varios siglos después, emerge nuestro Arte Levantino, bastante más abstracto” nos explica a modo de introducción Federico Rubio, doctor alicantino en arqueología y descubridor de algunos de estos parajes.
El Arte rupestre Levantino, a su vez, también cuenta con varias vertientes. “Por un lado están las pinturas que intentaban imitar la realidad. Por ejemplo, para dibujar a un hombre a veces ponían un palo con un círculo arriba, dos líneas a los lados y otros dos abajo. Queda claro que es un hombre, aunque no se incluyen los detalles tipo pies, dedos, nariz, ojos, etc”. nos explica el arqueólogo.
El debate viene cuando nos encontramos pinturas más abstractas, donde sus autores no dibujaban objetos tangibles sino símbolos. Pueden ser ondas, círculos, rayas cruzadas… Aquí es donde las interpretaciones de los especialistas pueden ser muy distintas, y entramos en el mundo de las teorías.
La gran particularidad del arte mediterráneo español es que aporta además un estilo propio conocido como Macroesquemático. “En realidad se trata de una variante del arte abstracto. Son símbolos pintados, mucho más grandes de lo normal. Por ejemplo, una pintura rupestre suele medir unos 10 cm, y en los abrigos de la provincia de Alicante nos las podemos encontrar de un metro de longitud” nos apunta Federico.
Algunas teorías apuntan a que estas pinturas podrían tener sentido religioso, que eran recuerdos o incluso una protoescritura
Teorías e interpretaciones
El por qué todas aquellas personas de la Prehistoria pintaban estos dibujos sigue constituyendo todo un misterio. ¿De dónde surge el impulso de realizar una obra de arte? ¿Acaso quizás la expresión artística es una necesidad que siempre ha estado en el interior del ser humano desde nuestros inicios hasta la actualidad?
“Algunos piensan que pueden tener un sentido mágico o supersticioso. Tengamos en cuenta que justo al final de Paleolítico hubo un gran calentamiento global, por lo que de repente se mudaron las especies animales propias de la zona y llegaron otras nuevas. Éste fue sin duda el momento más crucial de la historia de la humanidad. Todas las herramientas y técnicas que pudieran tener los hombres de una zona para cazar elefantes, ahora ya no valían de nada porque de repente solo había conejos. Pasaron mucha hambre. Así que es posible que pintaran estos símbolos para visualizar su objetivo. A veces nos encontramos, por ejemplo, un ciervo y una mano humana cogiéndolo” comenta Federico Rubio.
Por otro lado, también existen las interpretaciones narrativas. “Otros piensan que surgen de una necesidad de contar relatos. Por ejemplo, para inmortalizar aquella vez que tuvieron una gran cacería o el nacimiento de una persona socialmente importante”.
Una tercera teoría apunta a que podría ser incluso una especie de código para comunicarse entre compañeros de tribu. “Si yo estoy solo en la cueva, veo de repente un ciervo en el río y quiero ir a cazarlo para que no se escape, ¿cómo sabrán mis amigos cuando vuelvan dónde estoy? Quizás estos símbolos sean una especie de lenguaje escrito muy primitivo. Por ejemplo pinto unas ondulaciones para representar el río” nos indica el arqueólogo alicantino.
La lucha contra el tiempo
Lo cierto es que todas estas interpretaciones difícilmente puedan ser demostradas alguna vez. Cabe recordar que hablamos de una época anterior a la invención de la escritura, por lo que no hay ningún tipo de texto que pudiera aclararnos estos significados. Y por si fuera poco, estas pinturas ni mucho menos se conservan como fueron pintadas en su fecha original. Con el paso de los siglos, aunque los dibujos estén en sitios reguardados, van sufriendo ráfagas de viento o lluvias.
Además, tampoco tienen porque ser contemporáneos, perfectamente puede ocurrir que en una misma pared se hallen restos de pinturas con trescientos años de diferencia. Por tanto, cada dibujante podía haberle dado un sentido distinto a su obra.
“A veces nos encontramos un mosaico entero, del que apenas quedan dos trocitos pequeños de pinturas. ¿Cómo interpretar el significado de toda la pared? Es una labor imposible” nos admite el arqueólogo Federico Rubio.
De hecho, la realidad es que todas estas pinturas más temprano o tarde están abocadas a desaparecer. “No olvidemos que están al aire libre, nada se conserva en el exterior eternamente. Existen varios métodos de conservación que pueden prolongar lo máximo posible su existencia. Tal vez las instituciones públicas deberían invertir más becas para este tipo de investigaciones” opina Federico.
En el Pla de Petracos hay un conjunto artístico en ocho abrigos que se cree que pudiera ser un santuario prehistórico
Un rico patrimonio alicantino
Las pinturas ubicadas en el Pla de Petracos, al margen izquierdo del Barranco del Cúmulo (término municipal de Castell de Castells), suelen estar consideradas como las primeras halladas que representan más puramente el estilo macroesquemático levantino. Fueron descubiertas en 1980 por parte del Centre d’Estudis Contestans y algunos especialistas apuntan a que este conjunto compuesto por ocho abrigos podría haber sido un santuario.
«Para mí las pinturas alicantinas más completas son las de La Sarga en Alcoy» F. Rubio (arqueólogo)
“A mí me gustan todavía más las pinturas de la cueva de La Sarga, en Alcoy. Como conjunto, es el más característico de nuestra zona pues posee varios dibujos del tipo Macroesquemático que se conservan bastante bien. Además no es demasiado difícil acceder hasta aquí”, nos indica el arqueólogo Federico Rubio, quien además fuera el director del Museo Arqueológico alcoyano durante los años 80.
También podemos encontrar pinturas muy valiosas en otros lugares como en el Barranc de la Fita (en el término de Famorca), el Barranc de Beniali (en la Vall de la Gallinera), el Barranc de l’Infern (en Vall de Laguart) o el Barranc del Salt (en Penáguila) entre otras. En total son 28 las localidades alicantinas que cuentan con restos rupestres, y aún hoy se siguen descubriendo nuevos.
Las pinturas alicantinas no suelen estar al fondo de profundas cavernas, sino que son visibles al aire libre
A diferencia del norte de España, en esta zona las pinturas no suelen estar en el interior de oscuras cavernas sino que pueden ser vistas fácilmente desde el exterior. Ocurre que en las sierras alicantinas tenemos muchos abrigos de poca profundidad, pues la mayoría de nuestras montañas está constituidas por piedras calizas que son fácilmente erosionadas por el agua de las lluvias formando estas pequeñas entradas.
“Para los arqueólogos nos resulta relativamente fácil saber si en un lugar vamos a encontrar pinturas rupestres o no. Si hay entradas en las montañas y los vientos dominantes no soplan en dirección hacia aquí, es muy probable que se conserven” nos apunta Federico Rubio.
Muchos excursionistas planifican sus rutas de senderismo para ver pinturas rupestres
Rutas senderistas rupestres
Desde hace algunos años se ha puesto muy de moda combinar las pinturas rupestres con el senderismo rural. Muchos excursionistas organizan escapadas por la montaña para pasar el día, y como colofón poder presenciar de primera mano estas valiosas pinturas únicas en el mundo. Normalmente los abrigos suelen estar vallados para que los visitantes no puedan dañar los dibujos, aunque perfectamente se pueden observar a tan solo unos pocos metros de distancia.
“Alguna vez hemos descubierto pinturas gracias a los senderistas, como las del Barranc de l’Infern. Tenemos tantas en la provincia de Alicante que los arqueólogos no siempre llegamos a todas” bromea Federico.
Algunos ayuntamientos alicantinos incluso organizan rutas de este tipo, sobre todo en temporada alta. Así mismo en varios lugares existen paneles informativos sobre el origen de las pinturas.
Nuestro doctor en arqueología entrevistado se congratula de este interés, cada vez mayor, que presentan estos dibujos rupestres. Aunque eso sí, pide respeto siempre hacia este Patrimonio de la Humanidad. “Por favor, que nadie las toque ni derrame ningún líquido sobre ellas. Es falso eso de que el agua oxigenada no las daña, claro que las perjudica. A veces incluso nos hemos encontrado con turistas que picaban las piedras para llevarse un trozo. Ya es un milagro que se conserven después de tantos siglos, y todos nosotros tenemos la responsabilidad de que sigan existiendo” sentencia Federico Rubio.
El MARQ
Para ampliar información sobre la Prehistoria en el Mediterráneo español, recomendamos a todos los interesados visitar el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ). Se trata de uno de los museos arqueológicos más modernos de España, y aquí podemos encontrar sobre un millar de piezas pertenecientes a aquellos primeros habitantes que poblaron las tierras alicantinas se calcula que hace unos 100.000 años.
En el MARQ están expuestos objetos prehistóricos de gran valor como las armas que usaban aquellos primeros cazadores y recolectores, las herramientas empleadas por los pioneros agricultores y pastores alicantinos, o los primeros metalúrgicos.
Además el museo cuenta con varias salas temáticas, y en una de ellas precisamente se recrea cómo es realizada una excavación arqueológica en una cueva o abrigo. Una experiencia sin duda muy enriquecedora para cualquiera interesado en los albores de la especie humana.
Localidades alicantinas con pinturas rupestres
Alcalalí: Abric de Seguili.
Alcoleja: Barranc de Frainos y Morro Carrascal.
Alcoy: La Sarga y Barranc de les Coves.
Alfafara: Abric de les Finestres, Barranc d’Alpadul y El Pantanet.
Altea: Penya del Vicari.
Beniarrés: Penya de Benicadell.
Benimassot: Coves Roges y L’Esmoladora.
Benissa: Pinós.
Bolulla: Barranc de Bolulla.
Castell de Castells: Pla de Petracos, Barranc de Bil.la, Barranc de Famorca, Barranc de Galistero, Cova Alta, Esbardal de Miquel el Serril, Racó de Gorgorí y Racó de Sorellets.
Cocentaina: Abric de la Paella, Abric de la Penya Banyà y Barranc de Mastec.
Confrides: Barranc de les Covatelles, Penyó de les Carrasques, Port y Barranc del Sord.
Denia: Cova de la Caputxa.
Fageca: Sierra de Alfaro.
Famorca: Barranc de la Fita.
La Vall d’Alcalà: Abric del Racó del Condoig.
L’Orxa: Cova Llarga.
Penáguila: Barranc del Salt y Port.
Planes: Abric de la Gleda, Barranc de la Penya Blanca, Barranc dels Garrofers y Coves de la Vila.
Santa Pola: Cueva de las Arañas del Carabassi.
Tárbena: Barranc del Xorquet y Penya Escrita.
Tollos: Coves Roges.
Tormos: Barranc de la Palla.
Vall de Ebo: Abric de les Torrudanes, Cova de Reinós y Cova Fosca.
Vall de Gallinera: Al Patró, Barranc d’en Grau, Barranc de Benialí, Cova Jeroni, Barranc de la Cova Negra, Barranc de la Magrana, Barran de Parets y Racó del Pou.
Vall de Laguart: Barranc de l’Infern.
Xàbia: Cova del Mig dia y Coves Santes.
Xaló: Cova del mansano.