Desde que el COVID-19 llegara a nuestras vidas no han dejado de fluir informaciones muy distintas por los medios, redes sociales o whatsapps hasta el punto de que algunas veces incluso son contradictorias entre sí. Los bulos y las noticias falsas han proliferado por todas partes, haciendo que en ocasiones fuera realmente difícil distinguir entre verdad y rumor.
Por eso desde AQUÍ Medios de Comunicación hemos querido dar respuesta a las principales preguntas de la población; basándonos en la información oficial proporcionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como en la opinión profesional del médico y catedrático inmunólogo José Miguel Sampere, quien dirige el departamento de Biotecnología de la Universidad de Alicante (UA) y preside la Sociedad Valenciana de Inmunología.
Las mascarillas solo se exigen en el transporte público y en algunos trabajos de atención al ciudadano
¿Cuándo debemos llevar mascarilla?
Las mascarillas ha sido uno de los temas estrella sobre el que hemos escuchado multitud de noticias y recomendaciones diversas. Durante un tiempo se rumoreó incluso que el Gobierno de España iba a decretar su uso obligatorio a toda la población, si bien a día de hoy solo se exigen en el transporte público así como en algunos trabajos de atención al público.
Para el resto de los casos, la OMS solo recomienda el uso de la mascarilla para las personas que están sanas cuando es para acercarse o atender a alguien con sospechas de tener el COVID-19. También se aconsejan si manifestamos tos o estornudos reiterados.
Según se precisa en la información oficial compartida por el organismo, las mascarillas tan solo son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o bien con agua y jabón.
“En términos generales yo sí aconsejo el uso de las mascarillas, pues nos protegen tanto a nosotros mismos como a los demás. También tenemos que saber distinguir situaciones. Por ejemplo si salimos a pasear a una zona que está bastante despejada y respetamos la distancia de seguridad con los demás paseantes, tampoco las veo tan necesarias. En un supermercado lleno de gente pues ya la cosa cambia. Lo mejor es guiarse siempre por el sentido común” nos apunta Sempere.
No debemos de tocar nunca la parte delantera de la mascarilla, ni siquiera para quitárnosla
¿Cómo usar una mascarilla?
La OMS ha avisado en diversas ocasiones que de poco sirve llevar mascarilla si no se sabe utilizar. Incluso corremos el peligro de que nos genere una cierta falsa sensación de seguridad que nos incite a incumplir las reglas del distanciamiento social.
Previamente a ponernos la mascarilla debemos lavarnos las manos con un desinfectante hidroalcóholico, o con agua y jabón. Se debe cubrir tanto la boca como la nariz, sin dejar espacios entre cara y máscara.
Igualmente hemos de evitar tocar la mascarilla con nuestra mano mientras la tengamos puesta, y cuando nos toque quitárnosla hemos de hacerlo por detrás evitando tocar la parte delantera. Una vez retirada lo ideal es dejarla en un recipiente tapado, o bien tirarla a la basura si notamos que está ya húmeda.
¿Qué tipos de mascarillas existen?
Durante esta crisis sanitaria han surgido multitud de nuevos ‘fabricantes de mascarillas’, algunos de los cuales están confeccionando estos preciados objetos sin apenas poseer conocimientos sanitarios previos.
“Debemos comprarlas siempre en puntos que sepamos que son seguros y están controlados como son las farmacias, los centros comerciales con sello de calidad o las empresas que ofrecen una garantía. Yo no compraría un objeto sanitario a un vendedor ambulante” nos apunta el catedrático Sempere.
Existen básicamente dos tipos de mascarillas. Los cirujanos suelen utilizar las quirúrgicas, pues son las que protegen de dentro a fuera, evitando que lo que sale de la persona atraviese el tejido. Las otras mascarillas son las que protegen de fuera a dentro, denominadas comúnmente FPP2 o FPP3 en función de su capacidad de filtración, un 92 % y un 98 % respectivamente.
También existen algunas mascarillas que solo están concebidas para un único uso. La OMS advierte de la importancia de no reutilizar todas aquellas sean desechables.
¿Es efectivo utilizar guantes?
Según la OMS, lavarse las manos es una forma mucho más efectiva de evitar contagios que usar guantes de goma. Tal y como se especifica en sus informaciones oficiales, el hecho de llevarlos puestos no impide el contagio, pues si uno se toca la cara mientras los lleva la contaminación pasa a la persona pudiendo causar la infección.
Aun así Sempere recomienda su uso en algunos aspectos. “Ocurre igual que con las mascarillas. Yo no me los suelo poner para salir a pasear, pero si voy a un supermercado y toco los carritos o las bolsas pues sí es aconsejable llevarlos”.
«Una vacuna suele tardar más de siete años. Por mucho que corramos, es casi imposible bajar de los dos años» J. M. Sempere (Inmunólogo)
¿Cuándo llegará la vacuna?
Si un día cualquiera buscamos en internet ‘vacuna coronavirus’, seguramente encontraremos varias noticias nuevas de distintos medios acerca de que un laboratorio de algún lugar del mundo tiene ya resultados prometedores en sus ensayos clínicos en búsqueda de una vacuna para el COVID-19.
Sin embargo el propio director de la OMS, el biólogo etíope Tedros Adhanom, pronosticó en una conferencia pública que “al menos se necesitarán 18 meses para hallar una vacuna eficaz”.
Según nos explica el catedrático inmunólogo José Miguel Sempere, “desarrollar una vacuna frente a cualquier patógeno necesita de una fase básica de estudio del virus, una segunda fase preclínica de ensayos con animales y una fase final de ensayos clínicos. En total, teniendo en cuenta estas tres etapas, se suele tardar una media de siete a diez años, con un coste de unos 500 millones de dólares”.
Aun así, Sempere nos advierte que el caso del COVID-19 no es el de un patógeno habitual. “Aquí tenemos una urgencia mucho mayor, por lo que existen muchos más equipos de investigación y estamos incluso saltándonos fases. Pero por mucho que queramos correr, bajar de un año y medio o dos años es imposible. Y además correr conlleva menos ensayos, lo cual obviamente entraña más riesgos”.
¿Será el hallazgo de la vacuna el fin instantáneo de la pandemia?
Sin duda el descubrimiento de una vacuna es el ‘Santo Grial’ esperado por todos los gobiernos y ciudadanos para darle un jaque definitivo al COVID-19. No obstante, los expertos nos señalan que ni mucho menos estará entonces todo solucionado.
“Estamos hablando de una pandemia mundial. No solo la vacuna tiene que funcionar bien, sino que debemos ser capaces de vacunar a todo el mundo. Para eso hay que producirla en cantidades industriales enormes para llegar a toda la población mundial que aún no esté inmunizada, lo cual precisa de más tiempo y también de más gasto económico” nos apunta José Miguel Sempere.
Los expertos son optimistas de que se descubra un tratamiento antes de que llegue la vacuna
¿Existe algún tratamiento para curar el COVID-19?
De momento tampoco se ha descubierto ningún medicamento específico que trate el coronavirus o que disminuya nuestras posibilidades de contraerlo. De hecho en los hospitales se están utilizando fármacos o antivíricos diseñados para otras enfermedades.
Ante esta ausencia han surgido múltiples rumores y bulos de remedios caseros. Incluso el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, llegó a sugerir que la ingesta de lejía podía ser útil para prevenir el virus.
Lo cierto es que la OMS desaconseja automedicarse para prevenir el virus con ningún fármaco, incluidos los antibióticos, y mucho menos con otros productos que ni siquiera son medicamentos y pueden resultar nocivos para la salud.
“Los tratamientos caseros o los viejos remedios de nuestros abuelos pueden ayudar para alguna enfermedad, pero no está demostrado desde el punto de vista científico que realmente funcionen con el COVID” nos señala Sempere.
Eso sí, en este caso los científicos son más optimistas respecto a que se pueda hallar un remedio antes de que llegue la ansiada vacuna. “Yo veo bastante factible que a medio plazo descubramos un medicamento que, si bien no evite los contagios del COVID, al menos impida que muchos de los que lo contraen sigan falleciendo” nos indica el inmunólogo de la UA.
¿Cómo será la ´nueva normalidad`?
Aunque los integrantes del Gobierno de España se refieren constantemente a la ´nueva normalidad` en muchas de sus intervenciones como un escenario final al que llegaremos cuando hayamos superado todas las fases de la desescalada, lo cierto es que tampoco se han dado demasiados detalles sobre cómo será dicho mañana.
El presidente Sánchez avanzó que el uso de las mascarillas seguirá siendo recomendable durante esta etapa. Aunque en principio se espera que todos los ciudadanos podamos ya salir de casa en cualquier horario, parece evidente que tendremos que seguir guardando cierto distanciamiento social. Incluso es probable que el tráfico aéreo internacional no se reabra hasta algún tiempo después.
“Seguramente debemos continuar obedeciendo normas que nos parezcan un poco absurdas. Por ejemplo, los latinos somos muy besucones pero ahora quizás nos toque pensárnoslo dos veces. Ya ha habido epidemias antes en el mundo y siempre hemos salido de ellas, pero es probable que nuestra rutina se vea alterada durante varios años por este coronavirus” vaticina Sempere.
«La aparición de un rebrote en invierno dependerá de la inmunidad de rebaño que alcancemos en verano» J. M. Sempere (Inmunólogo)
¿Habrá un rebrote en invierno?
En una de los pocos aspectos donde parece haber un consenso médico casi total es en que el calor le sentará mal al virus. O al menos eso es lo que se espera. “En realidad todavía no estamos seguros, pero es cierto que otros coronavirus han disminuido su capacidad efectiva con la llegada del verano. Con el COVID-19 los científicos todavía seguimos yendo a salto de mata, analizando cada día como se comporta” nos señala el inmunólogo José Miguel Sempere.
Así pues, la posibilidad de que la curva de contagios vuelva a ascender durante el otoño-invierno está encima de la mesa. “Dependerá sobre todo de la ‘inmunidad de rebaño’ que alcancemos en los próximos meses. Si se llegan a valores del 60-70 % de inmunizados entraremos bastante protegidos al invierno. También podría ocurrir que el virus mutara, en cuyo caso dicha inmunidad serviría de poco, pero afortunadamente de momento parece que el COVID-19 no es capaz de mutar” nos explica Sempere.
«Las estimaciones apuntan a que habría actualmente sobre un 10-15 % de la población infectada» J. M. Sempere (Inmunólogo)
¿Cuántos infectados hay realmente?
Aquí tenemos un mar de cifras oficiales que cambia cada día, pero que solo podemos tomar en cuenta como unos indicadores meramente orientativos. La mayoría de los portadores del COVID-19 no están diagnosticados, sobre todo porque muchos ni siquiera muestran síntomas de poseer el virus.
Al cierre de esta edición en España había sobre 225.000 casos positivos oficiales de coronavirus y en el mundo unos 4 millones. Esto supone un 0,5% de la población española, y un 0,2% de la población mundial.
“Algunos cálculos estiman que como máximo habría un 10-15% de la población que ya haya sido infectada por el coronavirus. Esto sería bastante inferior a las previsiones iniciales, pensábamos que iban a ser niveles mayores. Sin embargo aún no podemos fiarnos de la información, son meras estimaciones” apunta el inmunólogo Sempere
Por todo esto, la peligrosidad del COVID-19 todavía no se sabe a ciencia cierta. De momento se calcula que aproximadamente un 15% de sus infectados muestran síntomas y sobre el 5% acaban sufriendo complicaciones graves que ponen su vida en peligro.
“Solo cuando tengamos datos reales podremos comprobar la auténtica letalidad de esta enfermedad. Quizás entonces nos demos cuenta de que su mortandad no es muy superior a la de la gripe común, aunque de momento sí que lo parece” sentencia José Miguel Sempere.