Mientras que seguimos acercándonos a la ‘nueva normalidad’ de la que habla el Gobierno, hay un sector que todavía está lejos de poder trabajar en condiciones normales. Nos referimos a la hostelería, sin duda uno de los negocios más afectados por esta pandemia mundial.
Los bares, cafeterías, restaurantes y pubs de Alicante se enfrentan a su verano más complicado. Si bien en condiciones normales estos meses serían su ‘temporada alta’; este año les toca afrontarlos con limitaciones de aforo, una más que previsible gran caída del turismo, sin Hogueras ni otras fiestas callejeras a las que aferrarse, y pendientes de los tribunales por el eterno conflicto que mantienen con algunos vecinos del Centro. Todo esto, después de haber pasado dos largos meses sin ingresos.
«Hemos pasado 2 meses sin ingresos y encima ahora una asociación quiere hacernos la vida imposible» M. Valera (presidenta hosteleros)
“Preguntar al Gobierno”
A principios de mayo los locales de hostelería continuaban cerrados, pero sobre las persianas bajadas de algunos de ellos podían leerse carteles que decían: “Se traspasa. Interesados preguntar al Gobierno” o similares mensajes cargados de ironía.
Dicha iniciativa nació en Elche y fue imitada por muchos hosteleros alicantinos como forma de protestar las medidas políticas tomadas durante la pandemia. “Está comprobado que solo conseguimos algo si nos quejamos. Al principio el Gobierno pretendía que abriéramos solo un 30% de la terraza, y luego rectificó al 50%. La incertidumbre siempre ha sido enorme. Parece que más que seguir criterios sanitarios reales, actúan según protestamos” nos comenta María del Mar Valera, presidenta de la Asociación Provincial de Hostelería de Alicante.
Finalmente el Gobierno decidió que los locales solo podrían abrir un 50% de la terraza en Fase 1, un 40% en interior (sin servicio de barra, solo en mesa) en Fase 2 y un 50% en interior y un 75% en terraza en Fase 3.
Todo ello no sirve para las discotecas o bares nocturnos, que no podrán abrir hasta que superemos todas estas fases. Tampoco está claro del todo que a partir de finalizar la Fase 3 realmente todos los establecimientos puedan utilizar su aforo al completo, pues el Gobierno aún no ha especificado demasiado cuáles serán las condiciones en la llamada ‘nueva normalidad’.
«Es un sinsentido que nos obliguen a reincorporar al 60% del personal, cuando solo nos dejan usar el 40% del local» M. Valera (presidenta hosteleros)
Medidas poco viables
“Es evidente que estas medidas no son viables para el sector. En la Fase 1 apenas pudieron abrir un 5% de nuestros socios, y ahora en Fase 2 solo estamos operativos sobre la mitad de los establecimientos de Alicante. Es absurdo que nos limiten a poder utilizar un 40% del aforo, y al mismo tiempo nos obliguen a sacar de los ERTEs a un mínimo del 60% de nuestros empleados. No salen las cuentas. Así es normal que muchos no hayan reabierto” se queja Mar Valera.
Por esto los hosteleros han pedido insistentemente que se flexibilicen los ERTEs en su sector. Demandas que, de momento, han sido en vano.
“Hasta cierto punto me parece normal que el Gobierno cambie de opinión, pues no existe un manual de instrucciones para esta situación. Quizás se debería regular teniendo más en cuenta si se cumplen las distancias entre las mesas, que en una determinada proporción del aforo. En cualquier caso la prioridad ahora debe seguir siendo salvar vidas, porque una vuelta atrás no está descartada” opina Natxo Bellido, portavoz de Compromís en el ayuntamiento de Alicante.
Para realizar este reportaje también hemos querido contar con la opinión de Lidia López, concejala de Comercio y Hostelería por el Partido Popular. Sin embargo, desde el gabinete de prensa del Ayuntamiento solo nos han manifestado que no realizará declaraciones hasta “más adelante”.
Las mesas tienen que guardar siempre una distancia mínima de 2 metros
Más superficie y horarios
Ante las demandas del sector, el ayuntamiento de Alicante elaboró un nuevo decreto que ha gustado bastante a los hosteleros. Los locales pueden ampliar la superficie de sus exteriores para colocar más mesas, e incluso se les está permitiendo ocupar plazas de aparcamiento. Aún así, estas mesas deben estar siempre separadas por al menos dos metros entre sus puntos más cercanos.
Por otro lado, y a pesar de que la franja horaria para dar paseos en Fase 1 terminaba las once de la noche, el Ayuntamiento también decidió ampliar los horarios de los bares hasta la medianoche en días de diario e incluso hasta la 1 de la mañana en viernes y sábados.
“Con estas medidas el Ayuntamiento ha entendido que nuestro sector lo ha pasado muy mal durante la pandemia y que muchos puestos de trabajo están en juego” nos comenta Valera.
Licencias polémicas
Sin embargo a algunos vecinos no les ha gustado nada esta regulación extraordinaria, hasta el punto de que la Asociación del Centro Tradicional ha presentado una denuncia contra el alcalde Luis Barcala, acusándole de favorecer premeditadamente al lobby de los hosteleros por encima de la salud de las personas.
“El Ayuntamiento está dando vía libre a que cada bar o restaurante ocupe suelo público según su buen entender, pues el permiso se entiende como concedido de manera automática. Se prescinde de cualquier procedimiento para la solicitud de ampliación de terrazas” reza la referida denuncia.
La asociación vecinal exige al Ayuntamiento que analice si la ocupación de cada terraza entra en confrontación con otros derechos, como el de salud pública. “No se puede dar el hecho de ampliar una terraza hasta la puerta de un asilo o centro de día donde residen o visitan personas de alto riesgo de contagio del COVID-19” dice el escrito.
A pesar de la polémica desde el Ayuntamiento prefieren no hacer declaraciones para clarificar su postura a los ciudadanos
Posible prevaricación
Según los denunciantes el Ayuntamiento estaría incurriendo en prevaricación, pues violaría premeditadamente las ordenes del Ministerio de Sanidad para “favorecer al lobby de las hostelería”. En su escrito presentado en los juzgados argumentan que con esta regulación “en Alicante habrá más terrazas, mesas y sillas de locales que antes de la pandemia. Esto provocará más contacto social que antes, algo que va claramente contra el espíritu de la Ley en la que se basa para dictar estas resoluciones” apuntan.
Desde la Asociación de Hosteleros niegan terminantemente las acusaciones de esta denuncia. “Todo son mentiras. No es cierto que el Ayuntamiento nos esté regalando licencias” nos afirma Valera. En este periódico hubiéramos querido preguntar también al respecto a la concejala de Comercio y Hostelería pero, como comentábamos anteriormente, prefiere no hablar.
Conflicto en los tribunales
Aunque la pandemia sea nueva, lo cierto es que toda esta música viene sonando desde hace ya mucho tiempo sobre todo a raíz del surgimiento del ‘tardeo alicantino’. No es ni mucho menos la primera vez que la asociación vecinal del Centro Tradicional acude a los tribunales contra el Ayuntamiento o los hosteleros por exceso de ruido e incumplimiento de los horarios.
Su mayor triunfo lo obtuvieron el pasado noviembre, cuando lograron que el Juzgado de lo Contencioso obligara a que el Ayuntamiento declarase como Zona Acústica Saturada (ZAS) once calles céntricas de Alicante.
Una ZAS es una figura legal (bastante ambigua y poco detallada en la Ley 7/2002, dicho sea de paso) que obliga a tomar medidas encaminadas a disminuir la contaminación acústica, tales como limitar la circulación del tráfico, reducir la concesión de nuevas licencias a locales de ocio o restringir horarios.
El Ayuntamiento de Alicante reaccionó a esta sentencia presentando un recurso contra la misma ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que aún está por resolverse.
Sin solución a la vista
“Es evidente que en Alicante tenemos un conflicto sin resolver entre vecinos y hosteleros. En otras ciudades turísticas también ocurren problemas similares, pero sus ayuntamientos saben mediar entre ambas partes. El problema es que nuestro bipartito (PP y C’s) no está legitimado para arbitrar, pues no tiene la confianza de los vecinos. Es lógico ya que, en lugar de tomar de medidas, prefiere hacer oídos sordos de las sentencias judiciales y mantenerse en un limbo eterno” opina Bellido.
El portavoz de Compromís no critica la nueva regulación concedida a la hostelería, pero pide que tenga carácter provisional. “Estas ocupaciones extra de aceras tienen sentido en una situación de pandemia, pero no deben convertirse en derechos adquiridos para siempre. Todos sabemos que algunas calles de Alicante se han desbordado de veladores. El futuro debería pasar por más vías peatonales que sean realmente para los peatones” nos manifiesta.
Desde la Asociación de Hosteleros piden comprensión. “Venimos de pasar una época horrible donde hemos estado totalmente cerrados. Ahora por fin nos estamos empezando a recuperar, pero con muchísimas limitaciones a nuestros negocios. Lo que nos faltaba encima es tener a una asociación vecinal haciéndonos la vida imposible. Imagínense que su sustento dependiera de esto. Muchas familias necesitan que consigamos salvar este verano porque si no se quedarán sin trabajo” nos comenta Mar Valera.
«Se deberían suspender las tasas municipales a la hostelería durante todo el tercer trimestre» N. Bellido (Compromís)
Alquileres y tasas
El pago de los alquileres ha sido otra de las grandes losas a la que se han enfrentado los hosteleros a la hora de resistir en esta pandemia. Durante dos meses se han encontrado en la dramática situación de tener que afrontar estos pagos, sin ingresar ni un solo euro.
En algunos casos los empresarios han conseguido negociar con los arrendatarios una rebaja del alquiler. Varios ayuntamientos han querido fomentar esta generosa acción ofreciendo ventajas fiscales a los arrendatarios solidarios, como reducciones del IBI.
En el caso de Alicante el Ayuntamiento no ha aplicado esta citada medida, aunque sí ha liberado a los bares y restaurantes de abonar las tasas de veladores y basuras “hasta la vuelta a la normalidad”. Así mismo se han implantado varias subvenciones económicas (abiertas a todos los sectores, no solo para la hostelería) de entre 750 y 2.000 euros para los autónomos y pymes. También para el pago de recibos de agua.
“El Ayuntamiento debería mantener la supresión de las tasas municipales en este tercer trimestre para los hosteleros, que han sufrido mucho durante todos estos meses que llevan sin facturar” propone Natxo Bellido.
Comunicación fluida con la Consellería
Otro reto al que se enfrenta el sector hostelero es adecuarse a las ahora mucho más exigentes normas higiénico-sanitarias. “Ya éramos bastante exigentes antes con el higiene, pero desde que hemos reabierto estamos poniendo mucho más esfuerzo. Estamos limpiando las sillas y mesas cada vez que se levanta un cliente, y también los pomos de las puertas. Además, desde la Asociación recomendamos a todos los negocios que tengan gel hidroalcohólico en la entrada” nos explica Mar Valera.
Según la presidenta de los hosteleros alicantinos existe una comunicación fluida con la conselleria de Sanidad. “El mayor problema no que es la falta de información, sino que a veces les llamas y ni ellos mismos saben cuáles son las últimas normas, pues el Gobierno las cambia continuamente” nos comenta.
«En Alicante nos faltan policías, y ahora los vamos a necesitar mucho más» N. Bellido (Compromís)
Falta de Policía Local
Dichas medidas de seguridad no solo deben ser cumplidas por los empresarios, sino también por los clientes. “En general la gente está muy concienciada y está sabiendo guardar las distancias. Algunos jóvenes andan un poco despistados, pero son la excepción” nos cuenta Valera.
En principio quien debe vigilar estos cumplimientos es la Policía Local, aunque desde Compromís manifiestan ciertas dudas debido a su falta de personal. “En Alicante tenemos un déficit importante de funcionarios municipales, y esto también afecta a la Policía. Falta presencia policial en muchas zonas. Encima ahora tenemos esta situación excepcional, y más aún conforme vayan abriendo más negocios a lo largo del verano. Si el Gobierno de verdad quiere generar empleo, debería abrir la mano para que podamos contratar funcionarios desde los ayuntamientos” apunta Bellido.