El Ayuntamiento de Novelda ha aceptado la donación gratuita realizada por la Fundación “El Sonido de la Piedra” del órgano monumental de piedra que comenzó a construirse hace casi treinta años y cuya estructura se alberga en el santuario de Santa María Magdalena.
La aceptación por parte del Ayuntamiento de la donación, valorada en más de 354.000€, pone fin al proceso iniciado en 2018 por la fundación cultural, nacida en 1993 con el objetivo de sufragar la construcción del órgano monumental, para su disolución ante la imposibilidad de acceder a ayudas económicas por parte de entidades supramunicipales que permitieran la consecución de su objetivo. Por esta razón la entidad acordó en asamblea ceder al consistorio todos los elementos de este órgano ya construidos de modo que la administración local, como titular del conjunto escultórico musical, pueda solicitar ayudas y subvenciones que faciliten la conclusión del proyecto que se encuentra muy avanzado.
La concejala de Cultura y Patrimonio Histórico, Mado Abad, que agradecía la donación, ha manifestado su confianza en que “con el tiempo se puedan atender los objetivos con los que se comenzó el proyecto” cuya estructura monumental se aloja en el santuario de Santa María Magdalena, donde también se puede contemplar una exposición de parte de los tubos construidos, así como un teclado, los secretos y parte de la mecánica en un órgano demostrativo que lleva más de diez años funcionando con gran éxito de visitas que comprueban la elevada calidad del sonido de la piedra, mucho más intenso que el de la madera.
Un órgano de 40.000 kilos de peso
El inacabado órgano monumental de mármol, que ya ha pasado a formar parte del patrimonio municipal, fue concebido y comenzado a construir en 1993 por el organista, gemólogo y escultor Iván Larrea que presentó el proyecto de un órgano realizado íntegramente en mármol, de once metros de altura, 40.000 kilos de peso y 750 tubos.
En la actualidad su proceso de construcción se encuentra muy avanzado y, una vez superada la fase más complicada que fue la de introducir los elementos más voluminosos y pesados en el interior del Santuario, quedaría pendiente la fase de organería propiamente dicha.