Las infraestructuras costeras, y especialmente las portuarias, han sufrido de forma muy especial los efectos de los temporales que, con cada vez mayor virulencia y frecuencia, hacen enfurecer al Mediterráneo llevándose por delante todo lo que encuentran las olas a su paso.
Aplazamientos
Aunque el recién terminado invierno ha dado una tregua respecto a lo que fue un complicadísimo inicio de 2020, todas las dificultades, que en forma de confinamientos y otras restricciones se arrastran desde hace ya más de un año, han provocado un importante retraso a la hora de solucionar buena parte de los problemas ocasionados por aquellos temporales.
Así las cosas, se optó por actuar de urgencia en arenales y puntos de especial interés turístico cuando todo hacía prever que el verano de 2020 todavía podía ser salvado, dejando para más adelante otras actuaciones no menos importantes que, a consecuencia de la segunda y tercera ola -pandémica en este caso-, volvieron a ser aplazadas.
La actuación en el puerto de la Villa Blanca se enmarca dentro de la mejora de las infraestructuras de toda la Comunidad
Reparaciones por 1,6 millones
En lo que a la Costa Blanca se refiere, ha tenido que pasar más de un año para que los puertos, cuyos muelles y espigones tuvieron que parar buena parte de aquella ofensiva marítima, hayan sido objeto de los primeros planes para su reparación; y el puerto de Altea no ha sido una excepción en esto.
Arcadi España, conseller de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana, anunciaba a finales del pasado mes de marzo, junto a María Luisa Martínez, directora general de Puertos, las actuaciones que sus departamentos llevarían a cabo en las instalaciones portuarias de la Villa Blanca y otras localidades como Jávea, Dénia, Calpe, Peñíscola, Burriana y Cullera.
En total, España y Martínez anunciaron una inversión de 7,4 millones de euros en obras de emergencia, un total del que algo más de 1,6 millones se destinarán a las instalaciones portuarias de Altea. En concreto, la Generalitat Valenciana destinará 1.681.679 euros al puerto de la Villa Blanca.
El principal objetivo de las actuaciones es el de reparar los daños causados por los últimos temporales
Recuperación de la normalidad
Pese a que el primer edil alteano ha enmarcado estas actuaciones en el contexto de “la modernización de nuestro puerto y que se refuerce su papel como motor económico, turístico y social”, lo cierto es que las mismas, tal y como han aclarado desde la propia Conselleria, se limitan a las actuaciones de emergencia para paliar los desperfectos causados por las inclemencias meteorológicas.
Así, España explica que “desde la conselleria de Obras Públicas estamos planificando y acometiendo una serie de obras de emergencia, necesarias para reparar los daños causados por los últimos temporales. Unos episodios que han afectado a varios puertos de la Comunidad y que con estas obras queremos que recuperen su normalidad”.
Las obras arrancarán antes de verano y tienen un plazo de ejecución de siete meses
Dos actuaciones urgentes
En el caso concreto del puerto de Altea, las actuaciones se van a centrar en el Muelle de Levante, una zona en la que los temporales de 2020 sumaron un importante deterioro al que ya es habitual en una de las infraestructuras más expuestas al Mediterráneo de todo el complejo portuario alteano.
En concreto, el grueso de esos 1.681.679 euros que ha destinado la Conselleria a la Villa Blanca van a servir para actuar en dos áreas muy concretas de ese Muelle de Levante, como son el troco y el morro del mismo. Esta última parte será la más costosa ya que no es accesible desde tierra y, por lo tanto, la obra se tendrá que acometer desde el mar.
Los responsables de la obra han adelantado que el plazo de ejecución de la misma será de siete meses a partir de su inicio, que han fechado para antes del verano. Todo ello hace que, si se cumplen los plazos de una y otra obra, las del puerto coincidan con las del nuevo Frente Litoral alteano.
Mejora del entorno
Todo ello, como explican desde la conselleria de Obras Públicas, hará imperativo un fino trabajo previo de coordinación entre las distintas empresas adjudicatarias a fin de no entorpecer las actuaciones y, sobre todo, de minimizar el impacto que las mismas puedan tener tanto en el ámbito de la pesca profesional como de la navegación recreativa, tan importante para el turismo alteano.
En ese mismo sentido, España apuntaba que, en el caso de Altea, “la mejora de las instalaciones del puerto pesquero y todo su entorno son fundamentales por los planes de integración urbanística de toda la zona”.