Fue en las primeras décadas del pasado siglo cuando la alcachofa comenzó a formar parte de la producción agrícola de la Vega Baja que, fundamentalmente, abastecía a la creciente industria conservera existente.
Pero no fue hasta finales de los 50, tras la desaparición del cáñamo, cuando pasó a convertirse en uno de los principales productos agrícolas de nuestra vega.
Centro alcachofero de España
Almoradí pasó a ser el municipio con la mayor superficie cultivada y el mayor -por no decir el único- centro alcachofero de España, tomando también la iniciativa de promocionar esta hortaliza a nivel nacional, organizando para ello -a finales de los años sesenta- dos ediciones de las llamadas ´Semanas de la Alcachofa`.
Un evento que apostó por una importante campaña publicitaria que atrajo a miles de turistas, en el que se llevaron a cabo demostraciones de maquinaria agrícola, conferencias, concursos y degustaciones.
Amplia participación
Pero no fue un proyecto local, ya que en su comité organizador se contó con diferentes poblaciones de la vega que estuvieron presentes en las dos ediciones, y participaron la mayoría de empresas del sector, dado que el principal objetivo fue el de generar más consumo y abrir nuevos mercados.
De hecho, aunque Ayuntamientos como el de Daya Nueva apostaron por mantener la feria en Almoradí, por ser centro geográfico y el mayor productor, la decisión del comité fue el de hacerla rotativa, algo que finalmente no tuvo continuidad.
Pérdida de interés
Por entonces la plantación de alcachofas en la vega rondaba las 10.000 hectáreas y se alcanzaba una producción de 120 millones de kilos. Almoradí, como ya se ha dicho, principal productor y único mercado de compra-venta, tenía entonces una capacidad comercializadora de 22.000 Toneladas y un total de 16 empresas que daban trabajo directo a unas 120 personas.
Lamentablemente, la ampliación de la superficie plantada de éste producto, y especialmente la llegada del trasvase Tajo-Segura cambió radicalmente el paisaje agrario de los secanos litorales, y propició que la única solución para dar salida a los cada vez mayores excedentes fuera la de vender a precios ruinosos, algo que acabó con el interés por ésta hortaliza.
A comienzos del nuevo siglo, crece el interés por la producción y promoción de la alcachofa como producto agroalimentario de calidad y como sello de identidad de la Vega Baja
Nuevo grupo de trabajo
A comienzos del nuevo siglo, crece el interés por la producción y promoción de la alcachofa como producto agroalimentario de calidad y como sello de identidad de la Vega Baja, y se impulsa la creación de un grupo de trabajo que terminaría por crear y registrar, en marzo de 2011, la Asociación Alcachofa de la Vega Baja, actualmente formada por diferentes empresas y por los municipios de Almoradí, Benejúzar, Callosa, Catral, Cox, Dolores, Orihuela, Rafal, Rojales y San Fulgencio. Un proyecto que, de nuevo, buscaba un interés común para toda la comarca.
Almoradí fue pionero en la apuesta por la promoción de eventos festivos y gastronómicos relacionados con la alcachofa
Paralelamente a esta iniciativa, Almoradí fue pionero en la apuesta por la promoción de eventos festivos y gastronómicos relacionados con la alcachofa, y en 2012 organizó su primer Congreso Nacional, al que seguirían los llamados ´Monográficos y Túneles` de la Alcachofa -una iniciativa de la asociación de restaurantes- y los ´Tapea con Alcachofa` de la asociación de Hosteleros de Almoradí.
Fuentes utilizadas
Revista del Consejo Económico Sindical de la Vega Baja, Informe sector agrario valenciano, Alcachofa Vega Baja, ´Apuntes Históricos` de Luís Martínez Rufete, hemeroteca Diario La Verdad e Información del Blog Almoradí 1829 de José Antonio Latorre Coves.