Entrevista > Pablo González / Presidente de COBRECA (23-noviembre-1975)
Calles vacías y locales cerrados. Esa ha sido la imagen que durante los dos últimos meses ha ofrecido Benidorm y que ningún turista ha podido ver salvo a través de los medios de comunicación. La capital turística de la Costa Blanca se adelantó, por los motivos que explica el alcalde de la ciudad en la entrevista publicada en este mismo número de AQUÍ en Benidorm, al resto de grandes destinos a la hora de cerrar sus hoteles y vaciar la ciudad.
Lo que fue un desalojo modélico y una decisión que, a la larga, se ha mostrado como absolutamente acertada en lo sanitario, ha tenido, junto a las distintas medidas aprobadas por el Gobierno de España desde entonces, un impacto catastrófico en la principal industria de la ciudad: el turismo.
Uno de los subsectores que más está sufriendo esas consecuencias es el hostelero. Bares, restaurantes y locales de ocio apenas tuvieron tiempo de reacción cuando el viernes, 13 de marzo, Ximo Puig decretó el cierre total a partir de las 00.00 horas. Desde entonces han pasado más de nueve semanas y muy pocos aprovecharán la ventana que ofrece la primera fase del desconfinamiento para levantar la persiana. La situación, tal y como explica Pablo González, propietario de La Taberna Andaluza y presidente de COBRECA es, sencillamente, terrible.
Motor económico y laboral
No es ningún secreto que en Benidorm, como en el resto de grandes destinos turísticos –más si cabe en los de sol y playa– la hostelería tiene un enorme peso específico en la economía local y, por lo tanto, es uno de los principales generadores de empleo.
“En la actualidad, somos unos 150 locales asociados”, explica González, creando “unos 1.500 puestos de trabajo directos a los que, evidentemente, hay que sumar un importantísimo número de indirectos, ya que son muchos los negocios y empresas que trabajan dando servicio a los bares y restaurantes de la ciudad”.
Las matemáticas, en cualquier caso, son simples. Con la totalidad de los locales cerrados, todos esos trabajadores directos e indirectos están ahora acogidos a ERTE y miran con esperanza el momento en el que sus empleadores, a los que los números cada vez les salen más en negativo, puedan volver a poner la maquinaria en marcha, algo que, avisan, no sucederá de manera inmediata.
«Con el 50% de las terrazas no es suficiente para pagar los gastos que conlleva la reapertura»
La fase 1 de la desescalada establece que ustedes podrán abrir al público haciendo uso de sus terrazas al 50% de su capacidad. ¿Es suficiente para que los negocios sean rentables?
No va a ser rentable. Con el 50% de ocupación de las terrazas no será suficiente para poder pagar todos los gastos que conlleva la reapertura de los locales. Por ejemplo, todo aquel que haya negociado con su arrendador una rebaja del alquiler mientras dure el cierre perderá ese beneficio en el momento en el que vuelva a abrir.
Además, tenemos que sumar los gastos fijos de suministro de luz, agua, gas, encender toda la maquinaria… Incluso, aunque sea abriendo sólo la terraza, a estar alturas del año tenemos que tener encendido el aire acondicionado.
Para aquellos que decidan abrir sus puertas, ¿podrán asumir la vuelta al trabajo de todos esos trabajadores que se han acogido a un ERTE?
En ese sentido recibimos una buena noticia en forma de rectificación por parte del Gobierno. Ahora nos han dado la posibilidad de rescatar poco a poco a los empleados afectados por los ERTE. Puede volver una parte de la plantilla o a la totalidad de forma parcial.
Esa es, al menos, una buena noticia dentro de lo que cabe.
Sí. Además, recientemente también se confirmó que vamos a poder alargar los ERTE hasta el 30 de junio, lo que también supone un pequeño alivio en ese sentido.
Habiendo quedado claro que pudiendo ocupar únicamente el 50% de sus terrazas la viabilidad de los locales es imposible, ¿cuál es el mínimo de ocupación que, desde su punto de vista, haría rentable la apertura?
Realmente, con los márgenes con los que se trabaja en Benidorm, que son muy reducidos, si queremos mantener los precios que tenemos la única manera de ser rentables es ocupando el 100%.
Dicho esto, hay que pensar en poder abrir pudiendo ocupar, al menos, el 50% del interior y el 50% de la terraza. De esta manera no hablaríamos de rentabilidad, pero quizás podría ser suficiente como para igualar los ingresos con los gastos.
Pero, si ahora mismo les permitiesen abrir el 100% de los locales, ¿habría volumen de negocio suficiente?
No. La realidad es que no hay demanda porque el público nacional e internacional es nulo. Ahora mismo, entre semana, sólo podemos trabajar con la gente que vive en Benidorm y contar con una pequeña subida los fines de semana gracias a la gente del resto de la provincia.
Somos muchísimos bares para tan poco público, ya que tenemos que tener en cuenta que entre semana la gente estará trabajando.
¿Ninguno de los locales o de las zonas podría ser rentable incluso pensado en atender únicamente a los vecinos de Benidorm?
No merecerá la pena hasta que puedan empezar a llegar los primeros turistas. Calculamos que esa situación se mantendrá así hasta la primera semana de junio, que es cuando se comenzarán a permitir los desplazamientos más allá de la provincia.
«Desde el gobierno local nos están ayudando en la medida de sus posibilidades»
Recientemente se han reunido con el alcalde de Benidorm para pedirle que adopte una serie de medidas que ayude a mantener vivo al sector. ¿Qué le han pedido?
Desde el gobierno local nos están ayudando en la medida de sus posibilidades. Se han abierto a ofrecer una mayor superficie de ocupación para las terrazas, aunque se está estudiando cada caso por separado porque cada local tiene su realidad.
El problema es que la Subdelegación de Gobierno ha dicho ahora que sólo se pueden abrir terrazas que estén en la vía pública, pero no aquellas que estén dentro de las comunidades de vecinos. En ese sentido, el Ayuntamiento nos ha ofrecido su colaboración para, junto a los técnicos, estudiar las posibles soluciones.
¿Han tenido también algún tipo de flexibilidad en lo económico?
Sí, no se nos va a cobrar la tasa de ocupación de espacio de la vía pública.
Quizás sólo haya una cosa segura: cuando llegue la fase 4, aunque puedan abrir al 100% de su capacidad, la realidad de bares y restaurantes será muy distinta para los clientes a la que era antes del 14 de marzo. ¿Cree que la gente cambiará mucho la forma de consumir?
Desgraciadamente, sí. Esto va a cambiar tendencias. Eso de tener los pintxos a la vista, sin estar protegidos por una vitrina, va a cambiar. En realidad no debería de haber sido así hasta ahora, pero esta nueva realidad hará que sea el propio cliente el que no lo acepte. Vamos a tener que acogernos a nuevas medidas que van a llegar para quedarse.
«Lo que más daño nos ha hecho es la incertidumbre. El Gobierno dice que podemos abrir, pero no tenemos claras las medidas de seguridad a adoptar»
Durante el confinamiento ustedes se sintieron abandonados por el Gobierno de España y pusieron en marcha la campaña ‘Se traspasa’. ¿Qué reivindicaban con ella?
La campaña venía motivada porque no nos han tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones. Un claro ejemplo de ello fue que, en un primero momento, sólo se iba a poder abrir con un 30% de capacidad de las terrazas. A base de la fuerza que ha hecho el sector en toda España conseguimos que esa cifra se aumentase al 50%. También hemos conseguido que se modifique la normativa de los ERTE para no tener que rescatar a todos los trabajadores nada más abrir el local.
Pero lo que más daño nos ha hecho, y nos sigue haciendo, es la incertidumbre. Nos han dicho que podemos abrir, pero seguimos sin tener claras las medidas de seguridad que tenemos que adoptar. Todo son especulaciones.
«El 90% de los locales no vamos a abrir durante esta primera fase»
En aquella campaña fueron todos unidos, pero ahora, con la reapertura por fases, ¿van a seguir un calendario único o cada asociado va a tener libertad para abrir su local cuando más le convenga?
Tenemos claro que si hay 150 socios hay 150 realidades distintas, por lo que tenemos claro que cada uno tiene que actuar conforme a sus circunstancias. El 90% de los locales no vamos a abrir durante esta primera fase.
Es cierto que hay locales más pequeños, regentados de manera familiar, que con estas medidas sí se pueden mantener, pero la mayoría no lo vamos a poder hacer.
¿Cuándo darán el paso de abrir ese 90% de locales que permanecen cerrados?
La inmensa mayoría abriremos en el momento en el que se pueda retomar la movilidad interprovincial. Hablamos de la fase 4, que es cuando podríamos abrir al 100% de la capacidad. Quizás muchos lo hagamos una semana antes para ir poniendo a funcionar la maquinaria.
Han dejado claras las razones por las que no será rentable abrir sus locales con las actuales condiciones, pero, teniendo en cuenta el riesgo sanitario que sigue suponiendo la masificación de personas en un lugar, ¿entienden el miedo a un rebrote por abrir demasiado la mano muy pronto?
Ahora mismo, un rebrote tendría consecuencias muy graves. Calculamos que un 20% de los locales asociados tendrán que cerrar a causa de esta crisis. Por eso estamos pensando en la aplicación de distintas medidas que podrían paliar esa situación.
Eso les deja poco margen temporal antes del final del verano
A partir de septiembre será otro escenario completamente distinto. Ahora estamos con las ganas de que lleguen los meses de julio y agosto. Sabemos que no va a venir a Benidorm la misma cantidad de gente que otros años, pero aún así serán muchos los que vengan. La temporada alta se prolonga hasta que los niños vuelven al colegio, por lo que tenemos esperanzas.
Desde ese momento comienza a venir gente más mayor. Son jubilados que se instalan aquí por periodos cercanos a un mes y con un poder adquisitivo más grande. El problema es que, a día de hoy, son un grupo de riesgo, por lo que hablamos de un escenario desconocido y que, en cualquier caso, pinta peor que el que nos ofrece julio y agosto.
Teniendo todo eso en cuenta, ¿cuál es su propuesta?
Hemos pedido una rebaja del IVA en la hostelería, lo que nos permitiría hacer frente a la situación, aunque eso no signifique que no pasemos dificultades. Además, habrá que hacer campañas para fomentar el consumo y el empleo. Tenemos que tener en cuenta que las nuevas medidas que vamos a tener que aplicar en nuestros locales también van a suponer un importante coste económico para el sector.
Además, hemos planteado la posibilidad de retrasar un mes el colegio ya que nos ayudaría a recuperar un mes de verano. Así mismo, es fundamental que se establezcan unas medidas de regulación del alquiler.
«Para remontar esta situación, en circunstancias normales, necesitaremos cinco años»
Por lo que me dice, no confían en que en 2021 podamos volver a la realidad que teníamos antes del inicio de la pandemia.
En absoluto. Creemos que esto va a generar la peor crisis que hemos vivido hasta ahora. Ahora mismo nos estamos endeudando todos. Así pues, vamos a arrastrar las consecuencias por varios años. Calculamos que para remontar esta situación, en circunstancias normales, necesitaremos cinco años.
«En el momento de la reapertura vamos a priorizar la seguridad sanitaria e higiénica al volumen de negocio»
Supongo que son conscientes de que, incluso cuando puedan abrir al 100% de su capacidad, habrá mucha gente que tenga miedo de ir a los bares por temor a nuevos contagios. ¿Qué mensaje lanzaría a todos ellos?
Sobre todo, que tengan claro que ofrecemos seguridad, que tenemos todo limpio y desinfectado. Nosotros como hosteleros y Benidorm como destino estamos respetando al cien por cien todas las medidas. El cliente tiene que tener la certeza de que va a poder venir a nuestros locales con absoluta tranquilidad.
Eso va a suponer una pérdida en cuanto a volumen de negocio, pero vamos a priorizar la seguridad sanitaria e higiénica.