Entrevista > Roberto Tobe / Jugador profesional de fútbol sala y coordinador de las escuelas de La Nucía (14-julio-1984)
Todo un lujo sobre el parqué del pabellón de La Nucía. Roberto Tobe ha decidido apurar sus últimas gotas de fútbol sala en La Nucía, localidad en la que también va a dirigir la escuela formativa de esta disciplina deportiva.
El jugador hispano guineano es un referente en su deporte, ya que cuenta con un palmarés solo al alcance de los elegidos. Tobe, que ha competido y ganado torneos en cuatro países y defendido la camiseta de dos selecciones, asume con naturalidad su paso ahora por Tercera como una etapa más de un extenso aprendizaje vital.
Llega a La Nucía con la misma ambición de siempre y con el objetivo de dejar su huella en la pista y en las futuras generaciones, a las que espera ayudar a dar un salto de calidad.
¿Cómo llega un jugador con su trayectoria y palmarés a una entidad como el Club Sporting Fútbol Sala La Nucía?
Se me presento una gran oportunidad y un reto personal interesante. Tuve ofertas de equipos de Primera División, pero hablé con los dirigentes de La Nucía y su proyecto me ilusionó. El club ha decidido dar un paso más en cuanto a estructura en la base y el primer equipo, incorporando en ambas partes elementos muy importantes y necesarios en busca de pelear por objetivos más ambiciosos.
«Estamos en una posición muy buena para crecer con este proyecto deportivo»
¿Ve potencial en la localidad y en la entidad para aspirar a cotas más altas en el futuro?
La Nucía tiene mucho potencial en cuanto a proyecto. Tenemos unas instalaciones en las que trabajamos de una manera cómoda y con calidad. Estamos en una posición muy buena para crecer y veo que hay una gran predisposición por parte de todos.
¿Cómo lleva alguien que lo ha ganado todo y ha competido en las mejores pistas del mundo lo de jugar en Tercera?
Tengo la gran virtud de que me adapto a cualquier tipo de situación. Es verdad que durante más de quince años he entrenado una media de siete sesiones a la semana. Aquí son tres y cada entreno te queda la sensación de querer aún más, pero sigo disfrutando de lo que más me gusta. Y eso es lo importante.
¿De dónde saca la motivación para seguir compitiendo?
El fútbol sala es un deporte que me ha dado mucho. Me encuentro bien físicamente y mentalmente. Además, las lesiones me respetan.
¿Qué le puede aportar personalmente a las escuelas de La Nucía?
Uno de mis grandes objetivos es ayudar a los entrenadores, en la medida de lo posible, a crecer deportivamente y como personas, que se sientan a gusto en el club. Quiero implantar un plus de calidad y nuevas metodologías de trabajo.
A nivel de formación y educación, buscar entrenadores que posean la titulación correspondiente a las edades que entrenen. Además de aportar mi experiencia como futbolista en el mundo del fútbol sala.
«Desde el primer momento me he sentido importante y cada día estoy más cómodo»
¿Qué se ha encontrado en La Nucía a nivel humano, deportivo y de instalaciones?
Tengo muchos aspectos positivos a destacar. Desde el primer momento me he sentido pieza importante de este bonito proyecto y cuento con la confianza del club y de las instituciones. La adaptación está siendo fácil y cada día me encuentro más cómodo. A nivel de instalaciones contamos con un gran complejo deportivo y nos cuidan hasta el más mínimo detalle.
«Quiero que los más pequeños de nuestra escuela mejoren su salud física y social»
¿Cuál es su objetivo a medio plazo como coordinador de la escuela?
Que los más pequeños de nuestra escuela crezcan futbolísticamente, pero los más importante es que mejoren su salud física y social. También conseguir que nuestros entrenadores mejoren como educadores de nuestros chicos y una correcta relación y colaboración con otros clubes.
Algo más personal, ¿por qué eligió ser un trotamundos del fútbol sala?
Jugué cerca de ocho años en Segovia y tres en Madrid. A partir de ahí acumulé diferentes experiencias en el extranjero, como en Italia, Inglaterra, Vietnam… Tuve la suerte de conocer sitios y personas increíbles. Personalmente me enriqueció como persona. No es fácil la vida en el extranjero, pero saqué muchas cosas positivas, como vivir en nuevas culturas y nuevas costumbres.
¿Qué recuerdos tiene de su brillante etapa en la élite?
Muchísimos. He tenido la gran suerte de haber jugado con los mejores y de formar parte de uno de los equipos más laureados del mundo, como el Movistar Inter. Mi primer título como profesional fue un momento único. Trabajé mucho para que llegara un momento como ese.
De todo lo que ha vivido, ¿qué recuerda con más cariño y orgullo?
Cuando salí de mi zona de confort. Esa experiencia me abrió totalmente la mente. Cuando sales al extranjero tienes que aprender nuevos idiomas; hablo español, italiano, portugués e inglés. También te toca aclimatarte a ‘otro’ fútbol sala y a formas diferentes de ver y vivir el deporte. Después de tantos años fuera me siento orgulloso de lo que he conseguido.
El año que viene hay un nuevo Mundial. Usted tiene una gran visión global del fútbol sala, ¿qué espera de la Selección Española?
España, como siempre, es una de las candidatas a ganar el Mundial por historia y por la plantilla actual. Es cierto, como vimos en el último Mundial que ganó Argentina, que los combinados nacionales son cada vez más competitivos y el nivel es muy alto. El próximo va a ser el más igualado de las últimas ediciones.