Corría el año 1969, tiempos de la Dictadura Franquista, cuando el Ayuntamiento de Alicante cerró una contrata de autobuses urbanos con la empresa concesionaria Marco y Sánchez Transportes Urbanos S.A. (Masatusa) por los próximos 50 años. Dicha sociedad pertenece actualmente al Grupo Vectalia.
Por llamativo que parezca, durante estos cinco lustros el Consistorio alicantino no ha tenido tiempo suficiente para redactar un nuevo pliego. Así pues, llegados a 2019 fue necesario decretar una prórroga de dos años. Dicha prolongación caduca en el próximo julio, y desde la concejalía de Transportes solo se escucha silencio. Todo apunta a que por lo tanto habrá que prorrogar una vez más el servicio para que Alicante no se quede sin autobuses urbanos. Es decir, Masatusa llegará, como mínimo, hasta los 54 años.
La actual prórroga caduca en julio y la comisión de seguimiento del pliego lleva más de un año sin reunirse
Pliego estancado
En el verano de 2019 fue creada una comisión municipal de seguimiento del nuevo pliego de transporte urbano a iniciativa del PSOE. En su primera reunión se decidió que el servicio no sería municipalizado, confirmándose que se convocaría un concurso público abierto a cualquier empresa dedicada a la movilidad. Dicha comisión no ha vuelto a reunirse desde entonces, un año y medio después.
“Durante la época del tripartito Fernando Marcos (concejal socialista de Transportes) diseñó un calendario con todas las fases para la licitación. Sin embargo, cuando llegó el PP al gobierno municipal en 2018 encargaron a una empresa el informe técnico que exige la ley (la UTE Broseta abogados – Ingartek Consulting) cuyos gerentes se descubrió que estaban vinculados a Vectalia. Evidentemente esto es ilegal, ya que es una parte interesada. Así que ha habido que empezar de nuevo” nos comenta Manuel Martínez, edil del PSOE e integrante de la Plataforma Comarcal por la Movilidad (PCM).
“Es increíble que PP y PSOE hayan sido incapaces durante 52 años de sacar este pliego tan importante para la ciudad. Necesitamos una nueva contrata de autobuses urbanos porque Alicante ha cambiado mucho en todo este tiempo, y además debemos adaptar cuanto antes nuestro transporte a la crisis sanitaria actual. Desgraciadamente ha ocurrido lo mismo con otros contratos municipales como el mantenimiento de parques, las basuras o la limpieza de edificios públicos. Nos gobiernan políticos que están demasiado cómodos en el poder y no impulsan nada” opina Mario Ortolá, portavoz de Vox.
Para realizar este reportaje también hemos querido conocer la opinión de Manuel Villar, actual concejal de Transportes por el Partido Popular. Sin embargo desde el gabinete de comunicación del Ayuntamiento nos han indicado que prefiere no dar entrevistas ya que “este tema está en elaboración por los técnicos, y no podemos decir nada en este momento”.
«Es vergonzoso ver los autobuses llenos, mientras se pide a los hosteleros que cierren sus negocios» M. Ortolá (Vox)
Mala conexión con hospitales
Desde la oposición piden al bipartito (PP y C’s) celeridad con este asunto, entre otras razones para adecuar el servicio de cara a la pandemia.
“Los puntos sanitarios siguen sin estar bien conectados. Desde el PAU puedes tardar hasta 60 minutos en llegar al Hospital General contando el transbordo que tienes que hacer obligatoriamente. Por no hablar del Hospital de San Juan, al que está adscrita media población de Alicante, y que menos mal que la Generalitat va a poner una parada de TRAM porque sus comunicaciones son muy deficientes. No puede ser que el Ayuntamiento esté siempre pidiendo a otras administraciones lo que no es capaz de hacer” nos indica el socialista Martínez.
Desde Vox exigen más frecuencias. “Nos dicen que durante la pandemia han incrementado los autobuses en las líneas que llegan a los hospitales, pero en la práctica hemos comprobado que no es así. Además algunos van repletos en hora punta, con usuarios de pie. Cerramos la hostelería, pero luego en las cosas que gestiona la Administración permitimos aglomeraciones. Es vergonzoso” denuncia Ortolá.
«Las líneas circulares conectarían mucho mejor los barrios de Alicante sin tanto trasbordo» M. Martínez (PSOE)
Líneas circulares
Más allá de la crisis sanitaria que ahora todos sufrimos, el servicio de autobuses de Alicante arrastra una serie de deficiencias históricas que todavía están pendientes de resolverse. Una de ellas es conectar mejor los barrios entre sí, para que no sea siempre imperativo pasar o hacer trasbordo por el centro. Según el PSOE, la solución pasa por impulsar líneas circulares.
“Nosotros llevábamos en el programa electoral una serie de circulares, para mejorar la conectividad de todos los puntos de la ciudad. El problema es que las pocas veces que se ha intentado esto en Alicante, apenas ponían frecuencias. Algunas de estas líneas ni siquiera pasaban todos los días. Así es imposible que la gente se acostumbre a usarlas y acababan fracasando” opina Martínez.
El servicio de taxi a demanda para las partidas rurales lleva paralizado desde 2016
Partidas rurales
Otra reivindicación histórica es la conectividad de las pedanías de la ciudad. En 2016, el entonces tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) que gobernaba Alicante, anunció la implantación de un sistema especial de ‘taxis a demanda’ para las zonas rurales en convenio con la Generalitat, similar al ya existente en el Camp d’Elx. Sin embargo, seis años más tarde el proyecto sigue paralizado a la espera de que se renueve la contrata del trasporte urbano.
“En las pedanías reside mucha gente mayor que ya no puede conducir, y necesitan bajar a Alicante para resolver trámites o cualquier otra cuestión. Algunas partidas sí están más o menos bien conectadas como El Rebolledo, pero otras como El Moralet tienen muchísimas carencias. Necesitamos que el servicio de taxis a demanda se impulse de una vez” solicita el portavoz de Vox.
«Los estudiantes de San Gabriel tienen mejores conexiones con la UMH que con la UA» M. Ortolá (Vox)
El olvidado sur
Los habitantes del barrio de San Gabriel y el sur de la ciudad también suelen quejarse amargamente de falta de transporte público. No en vano, por ejemplo, la línea 36 que comunica esta zona con la Universidad de Alicante (UA) solo cuenta con seis frecuencias diarias de ida y cinco de vuelta.
“Para los estudiantes residentes en San Gabriel o Babel es mucho más cómodo ir a la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) que a la UA. Esto no tiene ningún sentido. Luego vemos los autobuses o el TRAM que van a la universidad a rebosar en plena pandemia. No me extraña que los universitarios pidan hacer los exámenes telemáticos” se lamenta Mario Ortolá.
“En San Gabriel ocurre a menudo que dos autobuses de dos líneas diferentes van circulando uno delante del otro. Es absurdo, y esto también pasa en otros puntos de la ciudad. Necesitamos una reforma integral del recorrido de las líneas, porque es evidente que algunos están muy mal diseñados” considera Manuel Martínez.
Nocturnos
Ahora mismo cualquier tipo de ‘juerga’ está totalmente prohibida, pero es de suponer que algún día (esperemos no muy lejano) la pandemia pasará y Alicante recuperará su tan emblemático ocio nocturno. No obstante son muchos los jóvenes (y no tan jóvenes) alicantinos que protestan por la escasez de autobuses nocturnos.
La zona sur también queda fuera de plano en este tema, pues todos los habitantes de San Gabriel, Babel o La Florida tienen la parada nocturna más cercana en Ciudad de Asís. Tampoco llega ningún autobús de madrugada a barrios como el PAU, San Blas o las pedanías. Además, las frecuencias de las pocas líneas existentes son bastante escasas.
“No tiene sentido que casi todas las líneas de Alicante cesen a partir de medianoche los fines de semana o durante el verano. Ya no solo por los que salen de fiesta, sino también por los trabajadores del ocio nocturno. Somos una ciudad de servicios y no lo parecemos. Al final estas personas acaban tirando de taxi o conduciendo en condiciones poco idóneas” considera el concejal socialista.
“Siento envidia de los servicios nocturnos que tienen ciudades como Valencia o Madrid. En una ciudad tan turística necesitamos muchos más autobuses por la noche, ya no solo por potenciar nuestra economía sino también por evitar accidentes de tráfico” coincide el portavoz de Vox.
«No tiene sentido que el Ayuntamiento pague a Vectalia por km realizado, aunque los autobuses vayan vacíos» M. Martínez (PSOE)
Pago por kilómetro
La prórroga extraordinaria de dos años aprobada a Masatusa en 2019 ha costado a las arcas municipales un total de 23,9 millones de euros. Una cantidad que contrasta bastante con Elche, por ejemplo, donde el Ayuntamiento paga unos 8 millones al año a la empresa concesionaria Auesa.
“La peculiaridad que tiene la contrata de Alicante es que estamos pagando a Masatusa por kilómetro realizado. Por lo tanto a la concesionaria le da bastante igual tener los autobuses llenos o vacíos. No es que en el PSOE seamos precisamente defensores de un capitalismo salvaje, pero tampoco entendemos que el Ayuntamiento esté obligado a asegurar con dinero público que la empresa siempre gane. Así es normal que las líneas tengan tantos fallos y nadie ponga remedio” nos indica el edil Martínez.
Los socialistas esperan que el nuevo pliego tenga un sistema de pago por pasajero, y no por kilómetro recorrido, tal y como se establece en la mayoría de las ciudades españolas. Cabe señalar que actualmente el contrato de transporte urbano es el segundo que más dinero le cuesta al Ayuntamiento de Alicante, solo superado por el de limpieza viaria.
Razones para mejorar el transporte urbano
Por otra parte, desde el grupo municipal socialista también advierten del progresivo envejecimiento de los vehículos. “Se supone que la edad máxima de un autobús debe ser doce años, pero en Alicante ya hay unos cuantos que los superan. Solo hay que ver las matrículas. Tenemos que adaptarnos mucho más a los objetivos de la Agenda 2030, con buses modernos que sean eléctricos o de hidrógeno y puntos de recarga por la ciudad. De esto dependerá en parte que llegué el dinero de los Fondos Europeos a Alicante” considera Martínez.
Actualmente la flota de Masatusa en la ciudad se compone de 86 autobuses, de los cuales solo cinco son vehículos híbridos eléctricos. Éstos fueron adquiridos en 2019, a coste de 1,5 millones de euros.
“Tenemos que fomentar el transporte público como forma de frenar el cambio climático. Además vivimos en una ciudad donde es demasiado difícil aparcar. La solución a ambos problemas pasa por mejorar nuestro servicio de autobuses, para que los alicantinos no se vean tan obligados siempre a coger el coche” opinan desde el PSOE.
En Vox no se muestran precisamente muy preocupados por el ecologismo, pero por otros motivos también creen que el transporte urbano se hace ahora más necesario que nunca. “Con esta crisis sanitaria, por desgracia cada vez menos familias alicantinas pueden permitirse tener vehículo propio. Y más aún con los impuestos que está poniendo el Gobierno al combustible bajo el pretexto de su teoría del cambio climático. Así que necesitamos mejorar urgentemente nuestro sistema de autobuses” considera el portavoz municipal de la formación.
Los autobuses interurbanos
Respecto a los autobuses azules del Transporte Metropolitano de Alicante (TAM) que comunican la ciudad con los demás municipios de la comarca, en este caso la contrata sí está en vigor. Se da la circunstancia de que la empresa concesionaria, La Alcoyana, también pertenece al Grupo Vectalia.
Este servicio se sufraga conjuntamente a través del Ayuntamiento y la Generalitat. Un convenio que no ha funcionado sin problemas, pues en la época de Sonia Castedo se produjeron varios pulsos entre ambas administraciones por la responsabilidad de los pagos económicos.
De hecho incluso la propia empresa demandó en alguna ocasión (con éxito) a la Generalitat, como en 2018 cuando el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) sentenció que el Consell le adeudaba 5,5 millones de euros.
Actualmente la Conselleria de Transportes pretende reorganizar el actual TAM dividiendo el plano en dos zonas (y con una empresa concesionaria diferente para cada una).
Por tanto en un futuro podría haber hasta tres empresas concesionarias distintas gestionando el servicio de autobuses en la ciudad y comarca alicantinas. Queda por ver cómo funcionaría esta situación, y si se pudieran producir conflictos de interés o descoordinación entre todas estas compañías. Una hipotética problemática que ahora mismo no ocurre, al estar toda la zona gestionada exclusivamente por Vectalia.