A punto de empezar, las dudas. “Si está usted habituado al senderismo, es fácil”, te dicen. Al final, resulta tan espectacular como poco dificultosa la ruta PR-CV 36 -antaño más bien un zigzagueante y pequeño manojo de caminos-, de ascenso al accidente geográfico petrerí conocido como ‘Silla del Cid’.
Unos diez kilómetros para enfrentarlos con energía pero con tranquilidad, sin que queramos descubrir América en una hora, y alcanzar una meseta que araña el cielo con 1.152 metros de altura.
Aunque lógicamente no existan por ahora datos contrastables, siquiera aproximativos, de quienes se lanzan a la aventura en fines de semana, vacaciones y festivos, es interesante que el ayuntamiento de Petrer, en referencia a esta ruta, noticiase el 1 de julio de 2020, entre olas pandémicas y sus restricciones, el “acondicionamiento del acceso mediante escalones y muretes de piedra para evitar la erosión y facilitar un uso correcto por parte de los montañeros”.
Clubes y asociaciones
El hecho de que Petrer y Elda estén conurbados, y de que el primer municipio incluya además entre su territorio buena parte de la sierra del Maigmó (1.296 metros), ha motivado que ambos hayan desplegado una notable actividad hacia las actividades de montaña, como el senderismo.
Por ejemplo, a través de asociaciones como el Centro Excursionista de Petrer, nacido el 28 de noviembre de 1957, que llegó a contar incluso con refugio de montaña propio: la antigua casa de labor Garrintxo, cedida por el consistorio a mediados de los ochenta del pasado siglo y finalmente demolida.
Elda y Petrer han desplegado una notable actividad senderista
Intereses paralelos
El Centro Excursionista Eldense, también de 1957 y ubicado cerca de la Ciudad Deportiva Pepico Amat -desde allí, por cierto, resulta bien visible la Silla del Cid-, adquiría en 1973 una finca particular que habría de transformarse en la Casa Rabosa, epicentro hoy del Parque de Montaña Daniel Esteve, situado en suelo petrerí.
Pero no habrá que olvidarse de otras asociaciones, como los clubes de Montañismo y Senderismo Jabalí Dorado o el de Escalada, ambos de Petrer, o los eldenses Annapurna y Alpino.
La mítica y la ciencia
La mítica asegura que fue el mismísimo Cid Campeador quien, picando espuelas a su inseparable Babieca para no caer en manos y espadas musulmanas, acabó moldeando tan peculiar accidente orográfico.
Pero la lingüística considera que este Cid puede provenir más bien de la palabra árabe “sidi” (‘mi señor’), que Babieca no coceaba con tal ímpetu y que quizá Rodrigo Díaz de Vivar no pasó por aquí ni cuando adoptó los rasgos de Charlton Heston en la superproducción de Samuel Bronston de 1961.
La mítica adjudica al héroe castellano la creación del lugar
Geología, flora y fauna
La sierra que incluye esta formación cuasimesetaria tipo silla de caballo conforma, junto al Maigmó, las señales de mayor magnitud de las estribaciones más orientales de la cordillera Bética. Margas y calizas abundan, pero también hay arcillas, calcáreas, gravas o yesos.
Es buen suelo para una vegetación típica mediterránea -pino carrasco y arbustos como tomillo o romero-, y para jabalíes, conejos, águilas, cuervos o, casi recién llegados, arruís y muflones. Ahora, ¿cuál es la importancia de sierra y silla en el mapa orográfico alicantino?
Arcos montañosos
Los afloramientos montañosos en la provincia están básicamente distribuidos en dos grandes arcos. El primero, con las sierras alicantinas de Onil y Mariola, la de Benicadell -entre esta provincia y la valenciana-, la de Monte Safor (Valencia) y las de Segària y el Montgó (Alicante).
El segundo, totalmente alicantino, comprende las sierras de L’Arguenya, Peñarroja, Menejador, Carrasqueta, Aitana, Xorta, Bernia y el peñón de Ifach. A los arcos se suman tres elevaciones prebéticas: el Maigmó, la sierra del Cid (o ‘serra del Sit’) y el Cabeçó d’Or.
Se encuentra en las estribaciones béticas más orientales
Espacio protegido
Nuestro emplazamiento del Cid, en suelo petrerí, lo incluye la Generalitat Valenciana en el Paisaje Protegido de la Serra del Maigmó i Serra del Sit, por el decreto 25/2007 de 23 de febrero, junto a las sierras de L’Arguenya, Castalla, del Frare (‘del Fraile’ o ‘de Catí’) y del Caballo.
La peña del Cid (o ‘penya del Sit’), con 1.127 metros de altura, no deja de ser un balcón privilegiado desde el que disfrutar de una panorámica provincial de Torrevieja a Benidorm; eso sí, cuando despeja.
Ecología con prevención
Paisaje, deporte, desafío… No ha de extrañar que la subida a la Silla del Cid, de imagen bien visible desde Elda, pero cuya sombra ha alimentado en especial el diario vivencial de Petrer, que creció como quien dice a sus faldas, haya alentado un trasiego de visitantes con ganas de respirar un poco de naturaleza en parte boscosa, donde en principio no esperas mentalmente encontrarla.
Pero este trajín conlleva también sus riesgos. Ese mismo 1 julio de 2020 en que el consistorio petrerí noticiaba los arreglos, Fernando Díaz, concejal de Servicios Generales y Medio Ambiente, aconsejaba: “Es importante que se respeten los senderos ya establecidos, y no crear atajos que provocan la erosión del terreno”, a lo que añadía “en uno de los parajes más transitados del término municipal de Petrer”.