El 10 de septiembre es el Día de la Prevención del Suicidio, un acto que está totalmente estigmatizado por gran parte de la sociedad. En Alcoy, como en cualquier ciudad, también se cometen suicidios, y es el boca a boca el que habla de lo sucedido. El silencio y el tabú en torno a este tema dificulta mucho su prevención.
En la Comunitat Valenciana se produce un suicidio de media al día. Por cada persona que lo comete, otras diez han sufrido ideaciones, algunas con tentativas y otras sin ellas. Todo esto forma parte del espectro amplio de la conducta suicida: las ideas, las tentativas, la comunicación y el acto en sí mismo.
Datos
Isabel Herrero Briz, psiquiatra del Hospital Verge dels Lliris de Alcoy, explica que es difícil hablar de cifras: “Estos datos los recoge el Instituto Nacional de Estadística y se publican con una demora de un año, o año y medio de retraso. Yo sí que observé al principio del confinamiento que hubo una disminución del número de tentativas, seguramente por la propia situación. Estábamos en casa, más controlados y acompañados, y no se podía salir”.
Herrero habla de la visión de lo que ocurre en el departamento de Salud de Alcoy, que recoge también otras localidades cercanas: “Una vez se abren las puertas y las medidas se relajan, hemos observado que los intentos se han incrementado si comparamos con el momento anterior a la pandemia; y, por desgracia, hay más suicidios consumados”.
En la Comunitat Valenciana se suicida de media una persona al día
Prevención
La falta de visibilización del problema y su ocultación hacen que el estigma se incremente y que sea complicado trabajar para prevenir estas situaciones: “Como las familias no hablan ni antes ni después de que se haya cometido un intento, o un suicidio como tal, es difícil recoger cuáles son los factores de riesgo o qué tipo de medidas se pueden tomar”, asegura la psiquiatra.
Edades
La profesional habla de una afectación mayor en dos poblaciones muy concretas: los adolescentes y las personas mayores. La causa principal es la misma, la ausencia de sociabilización.
Para los primeros es muy importante por el momento vital y de desarrollo como personas: una etapa de establecer relaciones con iguales, de salir y de interactuar mucho.
Para las personas mayores, por la soledad y el aislamiento, la ausencia de relaciones con los familiares más cercanos, que podían ser vectores de transmisión de la covid. “Los humanos somos sociales por naturaleza y esta situación no ha permitido que cubramos esa necesidad”, afirma Herrero.
«Las familias que lo sufren no hablan; eso dificulta conocer el riesgo» I. Herrero
En pandemia
Los niños y los adolescentes son los que más han sufrido el confinamiento y las restricciones de la pandemia: “Muchas consecuencias se están empezando a ver ahora, otras se verán más adelante. Ya era preocupante antes de la covid, pero ahora ha empeorado. El suicidio es la primera causa de muerte en esas edades, incluso por delante de los accidentes de tráfico o las enfermedades”.
Poblaciones vulnerables
“Uno de los factores de riesgo para cometer suicidio es padecer un trastorno mental”, afirma Luis Gomis Flecher, también psiquiatra del Hospital Verge dels Lliris: “Lo que hemos observado en nuestro departamento es que se han incrementado las consultas, no solo por temas relacionados con el suicidio, sino también por cuestiones de salud mental en múltiples aspectos, y la presencia de los adolescentes ha sido muy llamativa”.
El consumo de sustancias es otro de los factores de riesgo, junto con las pérdidas afectivas, laborales o económicas: “Hablamos de privaciones de todo tipo: fue curioso observar, en nuestros mayores, las pérdidas de las rutinas, salir a la calle, interactuar con otras personas, comprar, etc. Se han hundido por no poder seguir, y han abandonado el sentido de continuar con la vida. Un factor externo lo ha bloqueado todo”, explica Gomis.
Los adolescentes sufrieron mucho la pandemia; tienen más problemas de salud mental
Señales o signos de alerta
Ambos profesionales coinciden en que las personas acostumbran a comunicar de alguna manera, verbal o no, que tienen en mente cometer suicidio: “Se pueden observar una serie de advertencias como, por ejemplo, cambios en el carácter, o bien al alza o bien a la baja. Pueden estar más inquietos, como desesperados, o al revés, en una situación de serenidad”, explica la psiquiatra.
Suelen verbalizar que se sienten solos, que no les vale la pena seguir, que todo esfuerzo es en vano, o incluso pueden hablar abiertamente del suicidio. “Esto deben ser señales que animen a seguir con la conversación y a expresarse con mayor profundidad”, advierte Herrero. “También es habitual que la persona que nunca lo ha hecho empiece a organizar o cerrar cosas, como documentos, o a regalar cosas suyas, etc. Está resolviendo asuntos pendientes”.
La dejadez, un síntoma
Otra señal es que se dejen de lado los hábitos de cuidado, que haya un abandono y que se observe una desesperanza por la vida en general y un derrotismo. Y también que se descarten actividades que antes les servían, creativas o de ocio.
«El suicidio es la primera causa de muerte en niños y adolescentes» I. Herrero
Verbalizar el suicidio
Otra barrera para la prevención del suicidio son los mitos que giran en torno a esta conducta. Por ejemplo: “Quien habla de ello no lo va a hacer” o “El que lo hace no lo dice”. Precisamente es lo contrario: una de las cosas que las familias afirman cuando un pariente suyo ha cometido suicidio es que, en algún momento, lo ha verbalizado de manera más o menos directa. Ha habido elementos que indicaban que se podía llegar a producir.
Esto genera mucha culpabilidad: “También se ha visto que muchas personas que lo cometen han contactado en el año anterior con su médico de atención primaria; de ahí la necesidad de seguir potenciando la formación de los profesionales”, explica la psiquiatra.
Preguntar e informar
También hay que descartar el mito de: “Si le preguntas si tiene ideas, le animas a que lo haga”. Al contrario, eso abre la posibilidad de que exprese su malestar y genera un espacio donde se puede sentir tranquilo a la hora de hablar de su situación.
“No hay que hablar de ello en los medios de comunicación porque da ideas” tampoco es una buena solución. Hay que informar, pero bajo unas directrices y una ética. Es muy importante cómo se transmite una situación así para que no sea tomada como un ejemplo a seguir.
Falsos perfiles
Otro mito que no responde a la realidad es: “Quien se suicida tiene una enfermedad mental”. No necesariamente; es cierto que es un factor de riesgo pero no supone la única causa.
Tampoco es verdad que: “Solo la gente mayor y las personas con problemas graves se suicidan, por tanto eso no sucede en la infancia y la adolescencia”. La primera causa de muerte entre jóvenes y niños es el suicidio. Además, los problemas de salud mental y las ideas destructivas se han incrementado tras la pandemia en estas edades.
La intención del suicidio se suele comunicar de alguna manera, sea verbal o no
Otros mitos
Hay que descartar que “Solo los profesionales de psiquiatría pueden prevenir el suicidio”. Todos podemos ayudar. Hablar o preguntar puede contribuir a que la persona exprese su deseo y a que se sienta acompañada para acudir a un profesional que la ayude en profundidad, pero la detección o prevención es cosa de todos.
Qué se puede hacer
La Generalitat Valenciana tiene un Plan de Prevención del Suicidio que se ha visto ralentizado por la pandemia. Principalmente hay una necesidad de visibilización, de romper el estigma social que hay frente a la problemática, de formación de los profesionales y refuerzo de los recursos.
A nivel sanitario, la atención primaria puede realizar un papel de identificación del problema muy importante. Aunque la realidad a veces no permite disponer de suficiente tiempo para poder detectarlo.
La familia y los medios son clave
A escala social, familiar y comunitaria, se debe hablar del tema. Las familias que han sufrido una muerte por suicidio no suelen transmitirlo por el estigma que existe. Sin embargo, esto ayudaría a identificar en otros los factores de riesgo y a prevenirlo de forma más eficaz.
En cuanto a los medios de comunicación, es importante que hablen del suicidio desde la ética y la rigurosidad, siguiendo una serie de pautas comunes que visibilicen sin incitar a cometerlo.
Desmitificar algunos aspectos puede contribuir a prevenir la conducta suicida
Propuestas de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha focalizado el suicidio como un problema de salud grave a nivel global y ha planteado estrategias para su prevención: reducir el acceso a elementos o medios que puedan servir para tal fin; detección precoz; tratamiento a las personas con problemas de salud mental, y de forma especial a quienes padecen depresión, alcoholismo o esquizofrenia.
Otras pautas son el seguimiento de las personas que han realizado intentos, así como investigar y mejorar la formación de los profesionales.
Señales verbales
Desesperanza: “No tiene solución”.
Desesperación: “Esta vida es un asco”, “Mi vida no tiene sentido”.
Desamparo: “Me siento solo”.
Sentimientos de culpa, vergüenza y odio hacia uno mismo: “No valgo para nada”.
Comentarios relacionados con la muerte: “Quiero descansar”, “Me gustaría desaparecer”.
Conversaciones reiterativas sobre la muerte.
Despedidas inusuales verbales o escritas: “Siempre te querré”.
Señales no verbales
Cambio repentino en su conducta habitual.
Existencia de un intento previo de suicidio.
Evento desencadenante.
Búsqueda de mecanismos para hacerse daño.
Conducta imprudente o temeraria.
Retraimiento social.
Falta de energía.
Actitud pasiva, apatía o tristeza.
Aislamiento.
Incapacidad para experimentar placer, pérdida de interés o satisfacción por las cosas.
Descuido en la apariencia personal.
Dificultades en la concentración.
Alteraciones en los patrones del sueño o alimentación.
Cerrar asuntos pendientes: preparar documentos o regalar objetos muy personales.
Fuente: Plan de Prevención del Suicidio de la Comunitat Valenciana.
Dónde pedir ayuda
Teléfono de la Esperanza: valencia@telefonodelaesperanza.org
Federación Salut Mental CV: info@salutmentalcv.org
Asociación Viktor Frankl: correo@asociacionviktorfrankl.org
Fundación ANAR: valencia@anar.org
Asociación Valenciana de Apoyo en el Duelo: avcaminar@hotmail.com
Red AIPIS: info@redaipis.org
Fundación Salud Mental España: fsme@fsme.es
Sociedad Española de Suicidología: secretaria@suicidologia.es