Aunque resulte incomprensible, incluso para aquellos que lo tienen que justificar, Benidorm no está considerada, a efectos económicos, como una ciudad turística. Los argumentos para que esto suceda, por peregrinos y enrevesados, no merece la pena entrar a analizarlos; pero sus efectos, al menos los más evidentes, siguen siendo uno de los principales caballos de batalla de la ciudad.
Como se pudo comprobar en la reciente crisis de imagen sufrida por la capital turística a cuenta del importante incremento de casos de covid entre octubre y noviembre, la enorme diferencia existente entre la población censada en la ciudad de los rascacielos y la cantidad real de personas que, incluso en la temporada más baja, deambulan por sus calles, produce grandes incoherencias.
Recursos insuficientes
Aquella situación, producto de la simple división del número de nuevos positivos entre el dato de población censada (68.721) sin tener en cuenta ninguna otra variable, es el último claro ejemplo de lo simplista e irreal de un método que también sirve para determinar un amplísimo catálogo de recursos para la ciudad y que, por poner sólo algunos ejemplos, va desde el número de policías o sanitarios hasta la propia financiación de su hacienda local.
Por ello, y aprovechando el foro que le brindó para ello la celebración del cuadragésimo aniversario de la creación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que tuvo lugar en Torremolinos (Málaga), el alcalde de la capital turística, Toni Pérez, volvió a insistir en la urgencia del cambio de las reglas de juego en este sentido.
«Tenemos depositadas muchas esperanzas en la llegada de los fondos NextGeneration procedentes de la Unión Europea» T. Pérez
Una reivindicación compartida
Aquella ocasión sirvió, además, para comprobar que Benidorm no batalla sola en esta guerra. A lo ancho y largo de la geografía española, pero especialmente en el litoral mediterráneo, existen otros muchos ayuntamientos que se enfrentan a los mismos problemas y que, cada uno con sus matices, exigen al Gobierno de España la adopción de medidas que permitan dar algo de aire a sus cuentas.
Así, y con la presencia de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, Pérez unió su voz a la de, entre otros, los primeros ediles de Torremolinos, Santa Susanna (Barcelona), Canyelles (Barcelona) y Rincón de la Victoria (Málaga) para proponer nuevas fórmulas de financiación para los municipios que, de manera más que evidente, basan su actividad económica principal en el turismo.
Confianza en Europa
En aquella cita, el alcalde benidormense, junto a sus homólogos de otros muchos municipios turísticos, dejó claro el “optimismo y la esperanza que tenemos depositada en la llegada de los fondos NextGeneration procedentes de la Unión Europea”, el mayor paquete de estímulos jamás lanzado desde Bruselas.
Sin embargo, esa financiación comunitaria y las bondades que pueden llevar pareja, no impidió que Pérez se mostrara muy crítico con una legislación que no termina de resolver “la financiación extra de los municipios turísticos pioneros y maduros que, muchos de ellos, no tienen esa condición reconocida por la ley de Haciendas Locales a pesar de ser líderes en su sector”.
«Descentralizar una parte del IVA hacia la administración local es mucho más rápido y eficiente» T. Pérez
Los datos y la realidad
Una vez más, el munícipe tuvo que poner sobre la mesa el evidente dato de que ciudades como Benidorm se ven en la obligación de atender a una población mucho mayor de la que los datos oficiales reflejan. Así, evidenció que la capital turística “atiende a tres comunidades: la local sustanciada en los residentes, los turistas y los vecinos de otros municipios que encuentran en Benidorm ese ideal de felicidad, se quedan entre nosotros y nos exigen los mismos servicios”.
Todo ello, tal y como explicó Pérez, implica mantener “con la mejor calidad los servicios a una población cinco o seis veces superior a la empadronada, que es por la que recibe financiación”.
Nuevas competencias
Todo ello, como puso de manifiesto Toni Pérez, se ha visto agravado en los últimos tiempos a causa de la pandemia, una situación que ha exigido a los ayuntamientos “redefinir muchos conceptos e incluso asumir nuevas competencias como la gestión de playas, que antes no teníamos”.
Y ahí radica el nudo gordiano de todo este asunto, sin que las administraciones supramunicipales con poder para ello, especialmente el Gobierno de España, haya compensando a las haciendas locales con una mayor inyección económica para hacer frente a esas nuevas necesidades y obligaciones, algo en lo que los NextGeneration tendrán mucho que decir.
«El turismo es la industria que más riqueza redistribuye, por lo que debe formar parte de la Estrategia-País» T. Pérez
El IVA, la solución
En cualquier caso, y para solucionar este déficit de financiación, el alcalde de Benidorm reivindicó que se destine a los municipios “un porcentaje del IVA turístico”. En ese sentido, considera que “descentralizar una parte del IVA hacia la administración local es mucho más rápido y eficiente”, una propuesta que, a su juicio, también “enlaza perfectamente con la tercera descentralización de la Administración”.
En esa misma línea reivindicativa, Pérez insistió en potenciar la reputación del turismo y “conseguir la consideración de la industria turística como sector estratégico por ser el que más riqueza redistribuye, con lo que debe formar parte de la Estrategia-País”.