Es la hora, en Torrevieja, de la charamita, a cuyo son danzarán los Gigantes y Cabezudos. Y por qué no un concurso de paellas. Quizá oír cantar, aseguran, a Marilia y Marta, de Ella Baila Sola, que dicen que se han reunido por el 25 aniversario del dúo… Pero sobre todo es hora de participar, con cuidado, en las Fiestas Patronales en honor a la Inmaculada Concepción, celebración de muy remotos orígenes en toda Europa.
Así, en torno al 8 de diciembre (en tierras torrevejenses, según programa, desde el 13 del pasado mes hasta el 9) llevan celebrándose en Europa misas y festejos, aseguran los historiadores, desde el XII, el Siglo del Feudalismo, en que la religión, en Occidente, se convertirá en eje vital de una sociedad en el ecuador de la Plena Edad Media, desde la centuria anterior hasta la siguiente, aunque el tema de la Inmaculada Concepción no sea declarado dogma de fe hasta 1854.
Es la patrona de la ciudad desde su fundación
Prerrogativas reales
¿Cuándo y cómo arribará la celebración a puerto torrevejense? El cuándo parece claro: desde 1789 la Inmaculada Concepción ejerce de patrona de la ciudad de la sal. El cómo podría contárnoslo la historia del propio municipio: Torrevieja se construye oficialmente en 1802, como refuerzo en la explotación salina de la vecina La Mata o Torrelamata (hasta 1759, una industria de tipo estacional), pero en realidad comienza a poblarse, claro, en 1789.
Una prerrogativa real convertía en pedanía al origen, y asentará ritos y devociones en el núcleo vivencial. ¿De dónde vienen los pobladores? El escudo de la ciudad mantiene un rombo con el escudo del Reino de Aragón (en realidad, esta Corona, surgida en 1035, se finiquita en 1707, aunque se mantenga como división territorial hasta 1833), pero hay una pista: el barco que llega del mar. Hubo, se sabe hoy, marinos y comerciantes genoveses asentados aquí.
La charamita es en realidad la chirimía castellana
Pobladores diversos
Torrevieja no deja de ser una ciudad receptora de población. Aparte de su propia concepción como residencia de quienes laboraban con la sal, es puerto de mar, frontera (conurbada con Orihuela Playa, linda con Murcia), encrucijada de caminos como enlace al interior de la Vega Baja del Segura desde la costa. Y el comercio marino acaba convirtiendo a Torrevieja en nexo de la Península con ultramar, justo cuando en 1760 ha sido declarada la Inmaculada Concepción patrona de España y de las Indias, de las colonias.
La Purísima, como también será conocida aquí, de ahí la Solemne y Magna Procesión de la Purísima, se corona precisamente el 8 de diciembre. Este salitre ultramarino, por otra parte, iba a ir adoptando otros elementos que, a poco que se estire, poseen también un origen en principio foráneo, hasta que la tradición, como suele ocurrir en estos casos, acaba por embeberlos y hacerlos propios. Es el caso de la charamita, un nombre hoy usado en casi toda la provincia como palabra propia.
El rostro de la actriz Leslie Caron comanda los desfiles
Instrumentos para una devoción
En realidad, la charamita no es más que la valencianización (en un territorio donde no se hablaba valenciano), o si se quiere la occitanización, de la chirimía, un instrumento muy tocado en el Medievo durante la Edad Media. Los jesuitas lo llevaron a las colonias, y así en Colombia existe un género musical llamado así, chirimía, al estar interpretado en origen por instrumentos de viento indígenas de sonido semejante. Aquí se popularizó la ‘dolçaina’ o dulzaina, de tonos más altos, que también llamamos ‘xirimita’ o ‘xaramita’, confundiéndola con la charamita.
La función de charamitero, que anima los Gigantes y Cabezudos, es tan importante que en los programas se anuncian estos como ‘Charamita’. En tales festejos con Reina de la Sal y damas de honor, el charamitero posee tanta importancia como para abrir la solemne procesión, aunque en su origen, hasta cierto punto carnavalesco, no deje de representar, como señala Francisco Sala Aniorte, cronista oficial de Torrevieja, tanto a los malos espíritus como al elemento humano en toda celebración.
Hollywood también entra
Por cierto, que lo de ‘Charamita’ también incluye un dibujo que nos proporciona otra nueva absorción de cultura, allende los mares. Nada menos que de Hollywood, California, Estados Unidos. El estreno en España, en 1954, del musical de la Metro-Goldwyn-Mayer rebautizado ‘Lilí’ (‘Lili’ de origen), dirigido un año antes por el coreógrafo, actor y cineasta Charles Walters (1911-1982), legó a las celebraciones torrevejenses el rostro de la actriz Leslie Caron, nacida en 1931.
Si en la película la inocente y provinciana Lilí hablaba con los muñecos de un titiritero tullido y enamorado de ella, aquí Lilí y sus comparsas de gigantes y cabezudos llenan la calle de diversión, a toque de charamita. Desde 1955 (y seguimos de nuevo a Francisco Sala), los talleres fundados en Murcia en 1928 por Juan Antonio Mirete (1902-1972) se hicieron cargo, y especialmente desde que dos años después crea en Torrevieja la Fábrica de Figuras Decorativas y para Belenes. Como en toda tradición, se trata de aportar.