Entrevista > Felipe Mejías / Arqueólogo e historiador
Acogiéndose al cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática de la Comunidad Valenciana, un equipo de arqueólogos encabezado por Felipe Mejías ha conseguido que el gobierno invierta en descubrir los restos del campo de concentración de Albatera.
Comenzaron los trabajos de recuperación en el año 2020 con importantes hallazgos, pero aún tienen por delante mucho terreno por explorar. AQUÍ Medios de Comunicación ha hablado con el director del equipo para conocer mejor la investigación.
A nivel personal, ¿cuánto tiempo llevas investigando este lugar?
Desde 2017. De hecho, cambié el tema de mi dosis doctoral por este, más apasionante para mí y más importante a nivel histórico.
Comencé los tres primeros años recogiendo testimonios orales de la gente, de los propietarios de las tierras, de San Isidro, de Albatera, de otros pueblos… he encontrado fotografías también de cuando fue campo republicano. Y el año pasado empezamos ya a hacer una actuación arqueológica.
Diriges la excavación del campo donde habéis finalizado la segunda campaña arqueológica. ¿En qué consisten estas actuaciones?
Somos siete personas que empezamos haciendo una prospección, ir mirando al suelo con detectores de metales y recogiendo todos los objetos que salían. También hemos pasado un georradar de la universidad de Cádiz, para ver si encontramos fosas comunes, estructuras, cimentaciones de los barracones… Es como hacer una radiografía en el terreno, te permite ver lo que hay debajo sin necesidad de abrir.
Luego nos metimos con una máquina excavadora; una giratoria grande con la que hemos hecho catas en diferentes sitios para ver si, aparte de lo que hemos encontrado en superficie, encontramos más.
¿Cuáles han sido los hallazgos más importantes hasta la fecha?
Con los detectores de metales hemos encontrado mucha munición franquista disparada que prueba lo que muchos cuentan, que se usaron las armas. También objetos de los barracones como trozos de aureolita, ladrillos, grifos, tuberías, monedas de la época, alguna pequeña joya, hebillas, latas de sardinas, etc.
Descubrimos los cimientos de un barracón grandísimo, de 60 metros de largo por 7 de ancho del que, además, tenemos una foto, sabemos cuál es y hasta el color que tenía. En él han aparecido las arquetas de los váteres donde iban los desechos. Allí hemos excavado y ha habido hallazgos: por ejemplo, un botón del uniforme de un soldado o el pequeño anillo de una mujer o una niña, objeto muy importante porque allí no hubo mujeres ni niños.
Con las excavaciones también tratan de encontrar fosas comunes
¿Quiere decir esto que sí las hubo?
No, pensamos que lo llevaba algún preso. Muchos se dirigieron al puerto de Alicante con el objetivo de coger un barco y marcharse del país. Antes de partir cogían de sus casas objetos de valor como las joyas, que les pudieran servir para venderlos o intercambiarlos por comida, un billete, etc. Muchos de estos soldados no lograron huir y acabaron en el campo de concentración de Albatera.
El primer o segundo día en el campo los hicieron formar a todos en un patio, y el cura que había en Albatera pasó por delante con soldados y los obligaron a que les entregasen todo lo que tenían de valor. Muchos de estos presos no quisieron darlo y se lo tragaron pensando que lo podrían recuperar después. Ese pequeño anillo seguramente acabó en el váter por este motivo.
¿Esperáis encontrar fosas comunes?
Por supuesto, hay muchos testimonios de prisioneros que dicen que allí moría gente todos los días, que salían carros cargados de cuerpos, pero no sabemos dónde fueron a parar.
Es una tarea difícil porque es un terreno muy grande. Nos estamos basando en los testimonios orales, gente que nos señala algún bancal o punto donde se han encontrado restos humanos excavando al labrar o trabajar esos terrenos.
De momento no hemos tenido éxito en la búsqueda, pero seguiremos buscando. Es importante que la gente que sepa algo en relación a este lugar lo diga, que se ponga en contacto con nosotros a través de las redes sociales o incluso yendo al ayuntamiento de San Isidro. Los testimonios son muy importantes para nosotros y nos ayudan a continuar explorando la zona.
«Hemos encontrado mucha munición franquista usada»
¿Cuándo realizaréis la próxima campaña?
El año que viene volveremos cuando nos den la subvención, y esperamos continuar muchos años más porque allí hay mucho trabajo.
La Generalitat ha destinado ya 6.000 euros para comprar las dos parcelas más importantes que ahora son privadas. La idea es vallarlo para que trabajemos con tranquilidad, sin miedo de que alguien destruya la zona.
¿Cuál es el fin de estas campañas, aparte de descubrir la historia?
Si el gobierno nos apoya y nos ayuda como está haciendo hasta ahora, la idea es seguir varios años trabajando, excavar todo lo que se pueda y abrirlo al público para que los jóvenes del instituto y quien quiera pueda ir… Hacer un pequeño museo, exposiciones y dar a conocer lo que ocurrió allí, igual que han hecho en Alemania.