Parece que esta celebración rememora un episodio bíblico relacionado con el rey Herodes, aunque con el paso de los siglos ha evolucionado hasta convertirse en un animado día en el que los propios medios de comunicación suelen informar sobre alguna noticia alocada y falsa.
Una de las bromas más extendidas durante este día es colocar en la espalda de alguien (sin que se dé cuenta) un pequeño monigote de papel blanco. Se dice entonces que se le ha gastado una inocentada. Sin embargo, en muchos mercadillos navideños (normalmente situados en las grandes plazas de las ciudades) se pueden encontrar todo tipo de artículos divertidos (pelucas, polvos pica-pica, tinta falsa…).
Muchas zonas de España tienen además, durante el 28 de diciembre, otras celebraciones propias. Ejemplos de ello son la fiesta de Los Locos de Jalance (en Valencia, el alcalde de Los Locos gobierna la localidad durante 24 horas), la Fiesta de los Santos Inocentes de Nogalte (en Murcia, con bailes populares y cantos de cuadrillas), la Danza de “Los Locos” de Fuente Carreteros (en Córdoba), El “Obispillo” (se celebra en lugares como Burgos, Palencia y Murcia. Se elige a un niño para realizar por un día las funciones de obispo) o la “Festa dels Enfarinats” de Ibi (en Alicante, donde se vive una “batalla” de huevo, harina y petardos).