El río Vendée o Vandea saja en dos florescencias urbanas la francesa Fontenay-le-Comte, ciudad rural y ajardinada de casas de pocas alturas perteneciente a la región francesa de los Países del Loira y con 13.302 habitantes, según el cuenteo de 2018. Famosa por su notable patrimonio arquitectónico, las ferias, los pensadores humanistas (como François Rabelais, 1494-1553) y sus internacionales hermanamientos, allá donde vivan fontenaisinos, como el 7 de julio de 1968 con Crevillent.
La petición la cursa en agosto de 1967 el alcalde de la ciudad gala, el más tarde diputado nacional André Forens (1924-2009), al crevillentino Pascual Lillo Oliver y se concretará aquí (además de en una bienal de intercambio cultural) en un céntrico parque alargado. ¿Copia de alguno de la ciudad hermanada? Entre los espacios actuales de la villa gala más parecidos podríamos anotar la plaza François Viète, cercana al museo de la ciudad y las imponentes goticidades de la Notre Dame local. Aunque es mayormente un aparcamiento.
Refugios del romanticismo
El paseo, de aires románticos, sí se parece a otro alicantino, el del espinar capitalino Doctor Gadea-Federico Soto-plaza de los Luceros-General Marvá: interrumpidos por avenidas y calles, son paseos con árboles, palmeras, columpios. En Crevillent, en uno de los extremos, la plaza de abastos, en el otro… también aparcamiento. En todo caso, el paseo de Fontenay es un ejemplo más de los espacios verdes en la ciudad, entre parques, paseos y plazas.
Centrándonos en los dos primeros apartados, por espacio de página, vemos que el propio Ayuntamiento lo promociona, de hecho, por su solera, y aparece bien referenciado desde el mundo digital como una cita ineludible para quien quiera darle un céntrico respiro al sofoco urbano. Cabe añadir que el mercado central lleva anexa la Torre de la Iglesia Vieja de Nuestra Señora de Belén, del XVI, y aquí tenemos una clave para tanta zona verde.
La francesa Fontenay pidió el hermanamiento que conmemora el parque
De la torre al Calvari
El reloj de la Torre organizaba los riegos en un municipio que urbanizó a los pies de la sierra de Crevillent extendiéndose por parte de las arideces de un llano que, al menos, se refresca en el paraíso lacustre del Parque Natural de El Hondo. Tierras secas, mayormente, aunque en parte aliviadas por ramblas y aguas subterráneas procedentes de los montes. En zona, además, con pasado árabe, de querencia por fuentes y acequias, tocaba calmar sudores abundando en verde.
El siguiente paseo de los promocionados turísticamente desde el Consistorio crevillentino (en realidad el más veterano, y no el de Fontenay) posee una fuerte impronta católica. El Calvario, sembrado posiblemente en el XVIII, no presume de tanta solera quizá porque en 1999 se le aplicó una remodelación que lo modernizó enormemente. Carne y espíritu de Semana Santa, se encuentra al oeste, retrepándole las barbas a la sierra, por donde las casas-cueva.
El Parquet ofrece una estampa más recoleta y con sombraje
Jardines cercanos
Si el actual paseo o parque de El Calvario parece más una plaza agigantada, con templete, en cambio la plaza Violinista Telmo Vela, en honor al internacional músico y compositor crevillentino (1889-1978), ofrece una estampa más acorde con la idea de un parque, aunque sea en miniatura. Ubicado frente a la oficina de empleo y casi frente a la Guardia Civil, tiene su punto recoleto, con columpios y, sobre todo, sombra. En muchas guías y callejeros, de hecho, le plantan tal cual la calificación de parque (‘el Parquet’).
Relativamente cerca, calle Puertas de Orihuela hacia avenida de Madrid, nos toparemos, a mano izquierda, con otro de los parques ofertados, la Rambla del Castellar. Los jardines Cooperativa Eléctrica, el obelisco de cristal azul de Miguel Ruiz Guerrero (popularmente ‘el pirulí del poble’), el mercadillo o el Auditorio orillan una zona que, más que parque o paseo (lo que queremos entender como tales), supone una sucesión de paseos y plazas en constante construcción. Puede convertirse finalmente en un espacio verde importante, eso sí.
Parc Nou toma terrenos del industrial Pascual Mas
El pulmón decimonónico
Pero parque, y con holgura, ejemplo de ese hálito refrescante que ha de esperarse en estas tierras de cáñamo y esparto, es sin duda el Nuevo, el Parc Nou, quintaesencia de parque extenso, de aspecto decimonónico y, como el citado en Fontenay-le-Comte, a ratos a un nivel ligeramente superior al del vial que lo circunda. En realidad, se inauguró en 1976 y cabe esperar que la actual remodelación potencie y no silencie ese carácter boscoso a las mismas puertas de la ciudad desde Elche.
El hecho de contener un edificio neocasticista de 1927 (con implante galáctico de 2009) obra del arquitecto alicantino Juan Vidal y Ramos (1888-1975), sede del Museo Arqueológico y del museabilizado despacho del científico crevillentino Francisco Mas Magro (1879-1958) y a punto de ser ampliado de nuevo, subraya más ese ambiente antañón. Al cabo, estamos en lo que fue vivienda y fábrica del industrial y político -fue presidente de la Diputación de 1924 a 1929- local Pascual Mas Mas (1852-1930). Puro pulmón verde y autóctono.