Cuando dicen que ‘nadie es profeta en su tierra’ solemos rememorar a alguna persona que ha abandonado su lugar de origen para conseguir alcanzar la fama o, al menos, el éxito en sus cometidos. Pero este refrán bien podría equipararse a algunos de los productos que tenemos cerca y que, por la familiaridad que se les pueda tener, quizá en ocasiones no son valorados como merecen.
Algo así pasó décadas atrás, cuando el tomate Muchamiel, que pocos años antes había sido pieza clave de la agricultura mutxamelera que impulsó el municipio hacia el crecimiento y la superación de los periodos de la postguerra, entró en decadencia, acabando por prácticamente desaparecer de las mesas e incluso los huertos.
Ahora, tras casi una década de esfuerzos de la administración local, investigación de vanguardia por parte de equipos de distintas universidades, unido al espíritu siempre de superación de muchos agricultores locales, el tomate variedad Muchamiel o ‘tomate mutxameler’, vuelve a estar en boca de todos, y no sólo porque ahora mismo le dediquemos estas líneas, sino que vuelve a estar en los mercados para deleite de los paladares de los consumidores.
Un tomate mejorado
Las cualidades organolépticas del tomate Muchamiel son reconocidas tanto por consumidores como por los mismos productores. Sin embargo, ciertas dificultades hicieron que el cultivo se hiciera inviable para muchos productores, llevando a la variedad a su práctica desaparición entre los huertos locales. Es entonces cuando la Universidad Miguel Hernández (UMH), desde su campus politécnico de Orihuela, comienza en el año 1998 un proceso de recuperación a través de semillas de nuestra variedad local.
“A lo largo de estos años se ha ido trabajando la semilla con el proceso natural que es plantarla y ver cómo mejorarla para que se parezca a lo que todos recordaban del tomate Muchamiel”, afirma Lara Llorca, concejala de Agricultura y Medio Ambiente del ayuntamiento de Mutxamel.
Este proceso, en el que ahora también participa la Universidad Politécnica de Valencia, ha acabado derivando en una recuperación de la variedad más resistente a los principales virus que merman las cosechas, gracias a los avances de la UMH, lo cual ha permitido que el tomate no sólo sea recuperado, sino que muchos productores manifiesten la necesidad de potenciar esta variedad, destacando su sabor, aspecto y características resistentes, lo que ha hecho que diversas grandes cadenas se interesen en contar con ‘Muchamiel’ entre sus estanterías.
Apoyo local
Mutxamel y su tomate están unidos por una historia, no sólo por un nombre. Es por ello que el consistorio local mantiene su apoyo absoluto hacia la promoción del producto entre los agricultores locales. Prueba de ello son las jornadas técnicas realizadas cada año desde la concejalía de Agricultura, que este año además han servido para trasladar a todos los productores locales los resultados de los estudios de la Universidad Miguel Hernández.
“Actualmente tenemos cuatro de los agricultores más importantes que lo están cultivando y vendiendo. Uno de ellos incluso se atreve con el cultivo ecológico del tomate”, explica Lara Llorca, quién recuerda que se viene trabajando en el sello de calidad de la Comunidad Valenciana para esta nueva variedad. “Ese distintivo nos va a ayudar a posicionarlo en el mercado con una marca de calidad y nos ayudará a su comercialización como un producto gourmet, que es lo que queremos diferenciar”, reconoce la concejala.
Embajador de Mutxamel
La realidad es que, a pesar de que en gran parte del litoral Mediterráneo se cultiva este apreciado tomate, es Mutxamel la población que le da nombre, por lo que la relación entre producto y pueblo va más allá del cultivo del mismo. “Lo que intentamos reivindicar es que la referencia en nuestro pueblo, que es agrícola, es el tomate”, matiza la edil de agricultura.
Y es que su agradable sabor y gran tamaño, aunado a la nueva resistencia a diferentes virus incorporada gracias al estudio de la universidad, hacen que el pueblo de Mutxamel se encuentre ya presente en las mesas de muchos españoles, por lo que el tomate no sólo pasa a ser un elemento de gran relevancia dentro de la agricultura y economía mutxamelera, sino que se convierte en un embajador excepcional del municipio.
“Es un honor poder conseguir que se posicione, que lo está, pero queremos darle más visibilidad para valorar a nuestros antepasados, que en su día lo hicieron posible, y con esa seña de identidad poner el municipio en boca de todos, a nivel regional y nacional, incluso mundial”, concluye Lara Llorca.
Bueno para la economía y para el medioambiente
El consumo del tomate Muchamiel producido en las huertas de nuestro municipio está suponiendo un auténtico impulso para la economía local, gracias a la apuesta en firme por el producto por parte de los agricultores locales y su gran aceptación en el mercado.
Pero, además, el consumo de los alimentos de proximidad, como en nuestro caso es el tomate, supone un paso adelante en la mejora del medioambiente gracias a los menores gastos en energía que se requieren para ello, disminuyendo la contaminación y favoreciendo un mejor entorno.