Entrevista > Miguel Campello / Cantante (Elche, 21-junio-1979)
Fue la voz y el alma de Elbicho, pero hace ya años que Miguel Campello vuela solo.
Es de esos artistas que sigue llenando conciertos como el mejor de sus días, no solo en España, y ahora rinde homenaje en su quinto disco en solitario, al que ha llamado ‘Con todos mis respetos’, a aquellas canciones que le traen recuerdos imborrables, y ha conseguido llevárselas a su terreno.
Un trabajo que continua marcado por su personal sello de identidad a caballo entre el mestizaje, el flamenco, el rock y la fusión, que ha impreso en canciones de artistas como Serrat, Triana o Alaska entre otros.
No hay instrumento que se le resista, y no se cansa de indagar en diferentes disciplinas como artista, porque cree que todo está unido al sentimiento de querer crear, de querer soñar. Miguel sigue teniendo alma y mirada de niño, pero detrás hay una carrera impecable que sigue siendo reconocida por una marea de seguidores.
¿Qué significan para ti estas canciones tan dispares entre ellas?
Pues son parte de esa enseñanza que vamos encontrando en el camino, canciones que me enseñaron a ver las cosas desde otra perspectiva más poética.
Todos tenemos nuestras canciones, esas que nos hacen sentir, soñar, bailar, llorar y un sinfín de sentimientos que nos vienen al recordar melodías. Letras que en el pasado nos acompañaron en tantos momentos bonitos y menos bonitos. Para mí son mi infancia, mi niñez, la adolescencia y en el futuro mi vejez.
«Todo fue tan progresivo que casi sigo sin darme cuenta porque seguimos girando y cantando»
¿Lo más difícil ha sido llevar géneros tan distintos a tu terreno?
No. Lo más difícil ha sido dejar fuera un montón de canciones que también forman parte de ese camino; lo de llevar al terreno de cada uno creo que forma parte de lo interiorizada que tengas la canción. En este caso, como te decía antes, forman parte de tantos momentos de mi vida que están dentro de mí.
Primero Elbicho, después el Chatarrero y en la actualidad Miguel Campello. ¿Se camina mejor en solitario?
No es mejor ni peor, creo que todo tiene su momento y es importante darse cuenta de cuando acaba ese momento.
Confío en el destino y dejo que él vaya haciendo, de todas formas nunca estoy solo dentro de cada proyecto, hay muchos amigos compartiendo el proceso de muchas maneras no solo musicales; amigos y amigas que te ayudan a que no nunca estés solo.
Lo mismo compones una canción que te pones a construir una cabaña o a esculpir una figura. ¿Te atreves con casi todas las disciplinas artísticas?
Todo está unido al sentimiento de querer crear, de querer saber, de poder soñar… me gusta ponerme a prueba a mí mismo intentando hacer cosas que no se hacer, y así aprender, aunque sea para ver que eso no es lo tuyo, pero por lo menos haberlo intentado.
Si no intentas las cosas no existen y entonces aparece la nada, todas esas movidas que nos hacen mirar hacia otro lado, que nos hacen perder la realidad creándonos esos mundos virtuales que no nos llevan a ningún sitio y nos hacen perder la realidad.
«Me gusta ponerme a prueba intentando hacer cosas que aún no se hacer»
Ahora el futuro y la incertidumbre vuelven de nuevo por culpa del coronavirus y tienes una agenda con una larga gira de conciertos previstos. ¿Cómo veis la situación?
Pues sí, estamos en un momento que se parece al principio de esta historia, yo sigo sin enterarme muy bien de las cosas seguramente porque nadie es capaz de explicar algo que va cambiando su aspecto cada dos días.
Sinceramente lo veo como borroso, y hacer cualquier concierto es una movida de mucho tiempo con el triple de complicaciones que hace tres o cuatro años; pero bueno, seguiremos haciendo y deshaciendo según vaya viniendo, confiaremos en ese destino que nos va abriendo caminos.
Si miras hacia atrás ¿Que ves?
Pues así, como sin darme cuenta, como en un abrir y cerrar los ojos, nos encontramos recordando lo que nuestra memoria retuvo, lo que quisimos guardar y seguiremos guardando.
Aún no he llegado, sigo caminando por el camino que tanto nombro que hasta aquí me ha traído con sus penas y alegrías que tanta falta se hacen entre ellas. Mi vida es la vida de un niño que tuvo la suerte de nacer en una casa llena de amor, llena de risas con olor a tierra mojada, de campos regados por acequias que se convertían en ríos donde con ramas secas hacíamos carreras, donde nadie ganaba, donde siempre reía y así casi todos los días.
¿Qué ha significado el apoyo incondicional de tus padres?
Ha sido todo y lo sigue siendo, son mi ejemplo a seguir en todos los aspectos, la familia es más importante que cualquier cosa en este planeta.
«Ahora cualquier concierto es una movida de mucho tiempo con el triple de complicaciones que hace tres o cuatro años»
¿Guardas anécdotas en la memoria?
En realidad todo son anécdotas en la vida, incluido este momento. Guardo como por fascículos mi vida y todos ellos crean una especie de enciclopedia difícil de resumir. De la misma manera que sería difícil destacar los artistas y gente para mí importante, que han pasado por mi vida en estos años, porque todos han dejado su huella.
Tu despegue con Elbicho fue meteórico y en poco tiempo, y desde entonces no has parado. ¿A que fue debido y como lo asimilasteis?
Todo fue tan progresivo que casi sigo sin darme cuenta porque seguimos girando, cantando.
El día que pare quizás termine de digerir este montón de circunstancias, situaciones y emociones que la vida nos va dando. El no parar forma parte de esa manera de vivir, ya desde pequeño subido en un algarrobo pensaba en esto; la música me acompaña desde antes de nacer mientras mi madre cantaba en su máquina de coser.
Próximos conciertos
8 de enero: La Riviera (Madrid).
15 de enero: La Copera (Granada).
29 de enero: Sala Monn (Valencia).
26 de febrero: Sala Paris15 (Málaga).
18 de marzo: Sala Razzmatazz (Barcelona).
30 de abril: Sala Jimmy Jazz (Vitoria-Gasteiz).