El Espacio Séneca acoge en estos días la exposición ‘Historia del turismo en Alicante. Ven cuando quieras’. A través de diferentes objetos, paneles informativos y vídeos se relata la evolución turística que ha experimentado nuestra ciudad desde el siglo XIX hasta la actualidad.
Se trata de la primera actividad que se organiza en la antigua estación de autobuses desde que recientemente su gestión haya cambiado de manos para pasar del Patronato de Turismo a la Concejalía de Cultura.
Destino saludable
“Hemos querido repasar todos los grandes hitos por los que ha pasado el turismo en Alicante. Sin duda el primero fue la puesta en marcha del llamado ‘tren botijo’ que comunicaba con Madrid” nos explica Pedro Picatoste, coordinador de la exposición de cuyo diseño se ha encargado la empresa Gente Comunicación.
“Aquel tren tardaba entre 12 y 20 horas en realizar el recorrido. Además hacía mucho calor dentro de los vagones. Para que los viajeros no se deshidrataran, cuando compraban el billete recibían un botijo como éstos” nos indica Inma Guilló, otra de las organizadoras, señalándonos el montón de pequeños botijos que han colocado en el centro de la sala como recuerdo hacia aquellos turistas pioneros.
Alicante se puso de moda como destino saludable a mediados del siglo XIX gracias sobre todo al antiguo balneario de Busot. A raíz de ahí surgieron otros balnearios ubicados en el Postiguet. Así nuestra emblemática playa se convirtió en el nuevo punto neurálgico del turismo alicantino. A un costado vemos varias casetas de colores recreando las que se instalaron junto a la playa como vestuarios públicos para que los bañistas pudieran cambiarse.
La exposición comienza en el siglo XIX con la llegada del ferrocarril a Alicante
El boom turístico
Avanzando ya en el tiempo, encontramos aparcados un Seat 600 y una motocicleta Vespa. Se trata de un homenaje a los típicos vehículos que utilizaban los turistas para viajar hacia Alicante a mediados del siglo XX.
“El Seiscientos ha sido cedido por un guardamarenco coleccionista de coches antiguos. Normalmente viajaban familias enteras a bordo; cuesta pensar cómo podían caber todos dentro” nos aducen los organizadores.
En definitiva, aquel coche fue todo un símbolo del boom turístico que (para bien o para mal) hizo que Alicante prácticamente se reinventara como ciudad y triplicara su población en pocas décadas.
“Por supuesto se cometieron muchos errores en aquella época, pero lo cierto es que las ciudades que crecen mucho suelen tener historias muy destructivas. Por ejemplo, si Ávila hubiera crecido al nivel de Alicante no creo que hoy continuara conservando sus murallas” nos comenta Picatoste.
Se exponen un Seat 600 y una Vespa como reflejo del boom turístico
Reliquias, fotos y campañas
Dentro de varias cristaleras se exponen multitud de objetos relacionados con la historia del turismo alicantino como carteles publicitarios, souvenirs, recuerdos de las primeras discotecas, utensilios arroceros, anuncios de hoteles, etc. Gran parte de estas reliquias han sido donadas por el Museo Comercial de Alicante y el coleccionista noveldense David Beltrá.
En el techo vemos colgadas una serie de fotos antiguas a gran tamaño que nos muestran cómo eran hace varias décadas algunos lugares turísticos de la ciudad como la Explanada, el Palmeral o el Mercado Central.
Como colofón, al fondo de la sala se proyecta un vídeo recopilación de las campañas audiovisuales realizadas para promocionar Alicante, desde los antiguos cortes del NO-DO hasta las más actuales. De hecho, el nombre de la exposición es un homenaje a la campaña ‘Alicante, ven cuando quieras’, la cual ganó varios premios publicitarios internacionales en los años 90.
La exposición es gratuita y está abierta de lunes a domingo con horario de 10 a 13:30 horas y de 16 a 19:30 horas. Los sábados por la tarde se realizan además visitas teatralizadas.
Muchos de los objetos han sido donados por el Museo Comercial de Alicante
Historia del edificio
Comienza pues una nueva era para la antigua estación de autobuses, un inmueble que cual gato ha conocido ya varias vidas. Corría el año 1947 cuando fue construida en la Plaza Séneca, una ubicación que entonces pareció ideal al ser céntrica a la par que espaciosa dado que por entonces estaba flanqueada por calles anchas.
Sin embargo, con el paso de las décadas la zona se urbanizó cada vez más, las vías se estrecharon y el tráfico se multiplicó. La constante entrada y salida de autobuses acabó generando unos atascos tremendos para desesperación de conductores y vecinos.
Finalmente se acabaría construyendo la actual estación, junto al puerto industrial, inaugurada en 2011. Durante varios años el antiguo edificio de Séneca quedó en desuso, sin que el Ayuntamiento pareciera tener muy claro que hacer con ello. Además, las necesarias obras de rehabilitación, dado el mal estado interno que presentaba, se retrasaron bastante más de la cuenta.
Después de varios proyectos fallidos, el Patronato de Turismo se hizo con su gestión para organizar eventos tipo mercadillos navideños o encuentros gastronómicos.
Espacio Séneca
Actualmente el edificio comparte una doble función. Por un lado es sede de una Oficina Municipal de Atención a la Ciudadanía, a la cual se accede por la calle Portugal. Por otro lado lo que era el vestíbulo de la estación, accesible desde el parque, es lo ahora conocido como Espacio Séneca al que se pretende dar un uso cultural.
Con este fin se han realizado varias reformas durante los últimos meses, tanto para mejorar la acústica como el aire acondicionado. Igualmente se han instalado unas láminas de foscurit junto a los ventanales con las que se puede oscurecer fácilmente la sala en caso de querer proyectar vídeos o realizar actividades con luces.
Ya para la primavera hay programados algunos eventos más como un mercadillo solidario o presentaciones de hogueras. “Probablemente la próxima gran exposición se organice para después del verano” nos indican.