Factores como la nostalgia, o las formas de ocio derivadas de la pandemia, condicionan los actuales procesos de compra de juguetes. Artículos tradicionales como las muñecas, pero sobre todo los juegos de mesa, han permitido mantener los índices de consumo de las familias, que en el caso de la Comunidad Valenciana para las pasadas navidades han estado de media entre los cien y los doscientos euros.
Los amenazadores nubarrones que se cernían sobre el sector en forma de crisis de desabastecimiento han tenido muy poco impacto sobre las familias, que excepto puntuales rupturas de stock debido a la elevada demanda de algún producto concreto, han podido realizar sus comprar sin mayores inconvenientes.
Anticiparse a la crisis
La capacidad de planificación y aprovisionamiento de la que han hecho gala muchas empresas ha permitido que la crisis de materias primas no haya perjudicado excesivamente al sector. Un ejemplo de ello es la empresa Injusa, afincada en l’Alcoià y dedicada a la fabricación de automóviles electrónicos de juguete.
Tal y como reconoce el consejero delegado de la compañía, Luis Berbegal, “en enero debe estar ya todo el producto ensamblado. Eso obliga a comprar con antelación todos los componentes que no se pueden fabricar en España”.
Con la única excepción de las luces led y las baterías de sus vehículos, todo lo fabrican en nuestro país; eso les permite sobreponerse a situaciones de crisis como la experimentada en la actualidad. Así y todo, el consejero delegado de Injusa lamenta aquello que considera una “generalizada y abrumadora” dependencia de otros países: “Deberíamos aprender algo de esta situación”.
La serie ‘Gambito de Gama’ ha permitido al ajedrez recuperar altas cotas de popularidad
Recuperando el tablero
Otra de las compañías que no ha acusado en exceso el golpe ha sido Falomir Juegos, toda vez que gran parte de su fabricación se produce en la Península. Afincada en la ciudad valenciana de l’Eliana, esta empresa se dedica a la fabricación de los juegos de mesa, los auténticos reyes de las pasadas navidades.
El responsable de Marketing de esta familiar compañía, Fernando Falomir, reconoce que “ante la subida de precios de las materias primas se han tenido que reducir los márgenes de beneficios, todo con tal de no encarecer el precio final de los productos”.
Durante el pasado 2021 pusieron a la venta doce nuevos juegos de mesa, algunos de ellos con tan elevados volúmenes de venta que han llegado a agotarse. Esa puntual falta de stock la han conseguido superar potenciando las ventas de juegos clásicos, como el bingo, la oca o el parchís.
En la firma Juguetes Cayró también dan fe de esta repentina popularidad del juego de mesa tradicional. Rosario Carrió es la CEO de la compañía, quien cree que la segunda juventud de estos juegos se debe al mayor tiempo que los más pequeños comparten en sus casas con los padres.
Entre los que han recobrado gran popularidad se encuentra el ajedrez, sobre todo gracias al éxito de la serie ‘Gambito de Dama’, alojada en la plataforma Netflix.
Las muñecas representaron la mitad de los diez juguetes más vendidos las pasadas navidades
Nuevos clásicos
A los atemporales citados anteriormente se han sumado en los últimos años otros que van camino de convertirse en clásicos, como Catán o Carcassonne. Estos y otros más son algunos de los más vendidos en la tienda alcoyana Gobelet, que desde hace años apuesta por el ocio alternativo que suponen los juegos de mesa.
Juan Vicente es el encargado de la tienda, y alude también al auge de los juegos basados en la lógica y la inteligencia, muchos de ellos para un solo jugador: “Pasamos más tiempo solos en casa y eso tiene reflejo en nuestra forma de divertirnos”.
Ante esta situación, los expertos alertan que las nuevas tendencias de ocio tienen un gran impacto sobre los niños, privándoles de tiempo que deberían estar jugando en la calle. Desde el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU) alertaban ya incluso antes de la pandemia que el 80 % de los pequeños jugaban más tiempo del recomendado dentro de casa.
Las familias valencianas invirtieron de media entre 100 y 200 euros en la pasada campaña de Reyes
Los que nunca se fueron
Durante la pasada Navidad hubo otros artículos que también se ganaron el favor de los más pequeños, como es el caso de las atemporales muñecas, que representaron la mitad de los diez juguetes más vendidos en España. “No es de extrañar, las muñecas son tradicionalmente los juguetes con mayor facturación año tras año en nuestro país y en todo el sur de Europa”, reconoce José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes.
Semejante realidad se desprende del informe elaborado por la empresa de investigación de mercados NPD, donde también se constata que las ventas de juguetes subieron un 23% en las ocho primeras semanas de la campaña respecto al mismo periodo del año anterior.
“El fuerte crecimiento al inicio de la campaña refleja una vuelta a la normalidad casi total, con los consumidores volviendo con ganas a las tiendas físicas. Pero también es resultado de un adelanto de las compras de las familias ante las noticias de posible falta de mercancía por la crisis logística mundial”, explica Fernando Pérez, director de la empresa consultora.