El hecho de que la utilización de amianto esté prohibida por ley desde 2001 en nuestro país por el riesgo que supone para la salud no impide que su presencia siga siendo notoria en infinidad de lugares de nuestra vida cuotidiana. Se puede encontrar en cubiertas laterales de edificios, canalizaciones de agua o equipos de refrigeración, por poner solo unos ejemplos.
Debido al pasado industrial de Alcoy, es frecuente que numerosas fábricas y almacenes abandonados sigan teniendo este mineral como parte de sus instalaciones, convirtiéndolo en un elemento más de los que componen el paisaje urbano. Esta coyuntura supone un problema para el Consistorio, ya que la Unión Europea ha instado a los estados miembros a hacer desaparecer este material de las ciudades de cara a 2028.
Partida específica
Desde hace dos años el Ayuntamiento de Alcoy cuenta en sus presupuestos municipales con una partida específica (valorada en unos 20.000 euros) para retirar este material de los edificios públicos. A pesar de ello, los requerimientos técnicos de las empresas que ejecutan el proceso, sumado al elevado coste económico de la actuación, ralentizan sobremanera la eliminación del mineral de marras.
Lo reconoce el propio concejal de Transición Ecológica de la ciudad, Jordi Silvestre, quien echa a faltar financiamiento de organismos autonómicos, estatales o europeos. Asegura el edil que “se requieren ayudas de otros estamentos, lo cual incentivaría a los propietarios a eliminar el amianto de sus propiedades a la vez que generaría una mayor actividad para las empresas especializadas”.
El Ayuntamiento cuenta con una partida específica en sus presupuestos para eliminar el mineral
Trabajos en Rodes
En los últimos dos años la Administración local ha retirado amianto de hasta ocho lugares distintos, entre ellos las sedes de las asociaciones ACIF y AEPA, así como los residuos depositados irregularmente en el Ecoparque y en el aparcamiento de la piscina municipal. También se ha actuado en un almacén de la Brigada Municipal de Obras en la calle Víctor Espinós.
Uno de los últimos enclaves en actuar ha sido las obras del futuro parque tecnológico de Rodes, donde se han retirado 1.100 metros cuadrados de cubiertas y fachadas, así como ochenta metros de bajantes. El coste de la actuación (prevista dentro de la ejecución de la obra) ha sido de 15.800 euros, importe que representa casi la totalidad de la partida municipal anual.
La UE ha instado a los estados miembros a hacer desaparecer este material de las ciudades para 2028
Elaboración de un censo
En materia de concienciación se ha realizado también una campaña informativa para dar a conocer la problemática de la manipulación de elementos que contienen amianto y se ha realizado una ficha con los gestores que operan en la zona para facilitarla a todos aquellos usuarios que se han interesado.
De cara a los próximos años, el Consistorio alcoyano trabaja en la elaboración de un censo con todas las instalaciones municipales donde retirar este mineral. La medida va en consonancia con el proyecto de ley en el que ha trabajado el Gobierno español en los últimos meses y que pide a los ayuntamientos que identifiquen y calendaricen la retirada de amianto antes del año 2023.
Graves problemas de salud
Si bien esta medida supone grandes avances, desde el Grupo de la Ley Integral del Amianto (integrado por más de cuarenta organizaciones civiles, médicas y ecologistas) siguen pidiendo una regulación más férrea. En un manifiesto publicado el pasado año hablan del “desastre global sin precedentes” que genera el amianto, y que en España podría alcanzar la cifra de 130.000 fallecidos en 2050, un 40% de ellos aún por llegar.
Lamentan, además, que no se haya abordado todavía un instrumento legislativo para erradicar el amianto de nuestras vidas, lo que “es especialmente grave”, ya que recuerdan que “no existe nivel de exposición seguro al amianto”. Estiman, por otra parte, que el 65% del amianto instalado en todo el territorio español ha finalizado su vida útil (30-35 años), lo que incrementa su peligrosidad al desprender una mayor cantidad de fibras letales al ambiente.
La OMS reconoce que no hay nivel seguro de exposición al amianto
No hay exposición segura
Tal y como reconoce el investigador Alfredo Menéndez Navarro en su estudio ‘Los riesgos del amianto en España (1960-2002)’, es peligroso incluso con poca exposición. Y es que la exposición al amianto presenta un gran peligro porque sus fibras pueden penetrar hasta los alvéolos, siendo un cancerígeno muy potente. La exposición puede producir fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón, mesiotelioma y asbestosis, así como otras enfermedades pulmonares.
El principal riesgo del material se genera cuando acaba su vida útil, que es cuando desprende las tóxicas microfibras. “Es el principal cancerígeno laboral y causante del 50% de los cánceres que desarrollan los trabajadores”, explica Navarro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es del mismo parecer, desde donde reconocen que no existe un nivel seguro de contacto con el mineral. Aquellos que más riesgo sufren de desarrollar una enfermedad relacionada con el amianto son los trabajadores que han operado con el material a lo largo de los años. No son los únicos, puesto que hace cinco años una sentencia reconocía la asbestosis en mujeres por lavar ropa de trabajo de sus maridos.