Entrevista > Francesc Sempere / Director del Auditori de La Mediterrània (Alcoi, 30-mayo-1963)
Francesc Sempere se ganó la vida durante varios años con su voz y eso se nota cuando habla. Licenciado en periodismo, su pasado radiofónico se nota en su discurso tranquilo y didáctico. No escatima detalles y se asegura en todo momento de usar el verbo y el adjetivo correcto. La cadencia, siempre bien medida y con una perfecta vocalización, acaba por hipnotizar a quien le escucha.
Hace quince años decidió cambiar de aires. Dejó el periodismo y se puso al frente de un recién creado Auditori de La Mediterrània, entonces el recién llegado al panorama cultural de la comarca y la provincia y hoy en día, uno de sus principales exponentes. Con esa voz con la que podría saltar al escenario y recitar sin problema el ‘Ser o no ser’ de Hamlet o el ‘Monólogo de Segismundo’, en esta entrevista repasa para AQUÍ en La Nucía su periplo al frente de l’Auditori.
En la conversación se cuelan los nombres de grandes intérpretes que han pisado o pisarán las tablas del recinto nuciero y el de agrupaciones locales que tienen en el mismo su lugar de residencia, destacando que ese ecosistema se retroalimenta, generando no sólo un mayor interés del público, sino un constante proceso de maduración del mundo cultural local.
Permítame hacerle una pregunta entre colegas ¿Qué hace un periodista dirigiendo el buque insignia de la cultura en La Nucía?
(Ríe) Yo estudié la carrera en la Universitat Autónoma de Barcelona, ciudad donde nació mi madre. En ese momento, era un centro con prestigio y, aunque yo tenía familia en Alcoi, en Aragón y, por supuesto, en Barcelona; me interesaba estudiar allí. Me saqué la carrera mientras ya trabajaba en medios de comunicación, donde seguí tras terminar en empresas como 40 principales, Ser, Cope, Onda Cero, El País o El Mundo.
Siempre tuve mucha inquietud por la cultura y en un momento dado se abrió la posibilidad de entrar en este proyecto. Todavía no se había empezado a construir, es decir, era un proyecto que sólo existía sobre el papel.
«En La Nucía hay un público internacional culto al que las artes escénicas le encantan»
Era la época en la que La Nucía planteaba empresas que para muchas personas parecían excesivos para un municipio de su tamaño.
Ya estaba como alcalde Bernabé Cano y, como se ha visto a lo largo de este tiempo, ha sabido desarrollar muchos proyectos. Además del buque insignia de La Nucía actual, que es la Ciutat Esportiva Camilo Cano, uno de ellos ha sido el Auditori de La Mediterrània que, además de auditorio, es un centro cultural.
Todavía no me ha dicho cómo llegó usted a dirigirlo.
Siempre me sentí conectado con la cultura. Además, yo había hecho el Doctorado en Bellas Artes y, por lo tanto, conecté con el proyecto al momento. Yo venía del periodismo y, tal y como se está comprobando estos días [la entrevista se realizó en plena crisis entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso], el periodismo político es muy duro. El cultural puede tener sus polémicas, pero no se lleva de otra manera.
Sin embargo, he de decir que el mundo de la cultura sí es duro porque siempre está afectada por todas las crisis. Es algo que se ve a nivel internacional. Constantemente vemos teatros, orquestas, directores de cine… que pasan por dificultades por cuestiones presupuestarias.
Es decir, que un camino que fue recorriendo de forma natural.
Sí. La obra arrancó en el verano de 2005 y en enero de 2007 se inauguró el Auditori y Centre Cultural de La Mediterrània.
«El mundo de la cultura es duro porque siempre está afectada por todas las crisis»
Han pasado, por lo tanto, quince años de aquello.
Así es. Un tiempo en el que te conviertes, por así decirlo, en un profesional de las artes escénicas o de la dirección artística de un auditorio.
Un tiempo en el que La Nucía ha pasado de tener un pequeño espacio como es el Teatre Sindicat a un gran recinto como l’Auditori. La posibilidad de traer mejores y más grandes propuestas, ¿ha provocado que el interés y la demanda del público haya cambiado o madurado en estos años?
Es posible, pero creo que la evolución de los espectadores se mantiene estable porque hay un público internacional culto al que las artes escénicas le encantan. La demanda principal está en la música, en el ballet clásico, la danza contemporánea y el teatro.
Luego le pediré que sea un poco más específico, pero no ha mencionado el cine.
Sí, también. De hecho, por eso estamos desarrollando una iniciativa que cuenta ya con ocho ediciones celebradas como es el Festival de Cortos de La Nucía.
Volvamos a esas demandas principales.
La música la tenemos representada en el Clàssic Internacional de la Mediterrània, que lleva once ediciones celebradas y que en este 2022 ya ha celebrado la primera actuación de su duodécima edición.
«La demanda principal está en la música, en el ballet clásico, la danza contemporánea y el teatro»
Dentro de ese ciclo, y me centro ahora en algo más actual, tienen prevista una propuesta muy especial.
El próximo mes de abril hemos programado ‘Eterno Morricone’, una actuación dedicada al recientemente fallecido Ennio Morricone, a cargo de una orquesta de cámara de la zona de Milán y que está compuesta únicamente por mujeres.
En definitiva, entiendo que se trata de encontrar el equilibrio entre conseguir atraer a grandes nombres mientras que, a la vez, se despierta el interés del público.
Vamos a contar, también en abril, con Nancy Fabiola Herrera. Es una de las grandes. Es una artista española que está en el Metropolitan de Nueva York. Está en los escalones más altos de la lírica internacional y viene a hacer un programa muy especial pensado para hacer disfrutar a los espectadores de música americana, ópera…
A las actuaciones en directo, sean del tipo que sean, le ha salido una dura competencia con las plataformas de contenidos digitales. ¿Es complicado pelear con ellas?
Es indudable que el público está cambiando, pero el público internacional que nosotros tenemos, que es muy similar al de grandes recintos como el Concertgebouw de Ámsterdam, el Teatro Real o el Royal Opera House de Londres; sigue demandando grandes conciertos líricos, óperas, zarzuelas…
Perdone. ¿El público internacional demanda zarzuela?
Sí. En España, lamentablemente, no se demanda tanto, pero sí lo hace el público internacional y lo cierto es que es un género que se valora mucho fuera de España. Es algo que nos pasa con otras cosas, como con algunos directores de cine o, sin ir más lejos, con Nancy Fabiola Herrera, de la que hemos hablado antes. Fuera de España es muy valorada y aquí no es tan conocida.
«José Sacristán dijo que su actuación fue muy especial y que hacía tiempo que no se sentía tan conectado con el público»
Aunque no fue la última actuación que se programó, podríamos decir que 2021 se cerró a lo grande con la visita de José Sacristán.
Se tuvo que cambiar dos veces de fecha a causa de la pandemia. Con 84 años, vino y agotó las entradas con ‘Señora de rojo sobre fondo gris’, de Miguel Delibes. Se ha convertido en el actor de moda en España. Le acaban de dar el Goya de honor, el Premio Nacional de Cinematografía… por fin está recibiendo lo que se merece y creo que es algo muy emocionante.
De nuevo, grandes nombres que consiguen atraer al público.
Hubo un momento muy especial. El propio José Sacristán, cuando terminó la actuación y estaba recibiendo una gran ovación, hizo un gesto pidiendo silencio y dijo que era una noche muy especial y que hacía tiempo que no se sentía tan conectado con el público. Es algo que suele pasar en este recinto. Muchos intérpretes han comentado que les ha sucedido eso.
¿Cree que ese sentimiento es recíproco? Es decir, ¿los espectadores también notan esa conexión especial?
Esa noche, cuando encendimos las luces y la gente comenzó a salir de la sala, yo vi a muchas personas llorar, y me emociona recordarlo, sin esconder las lágrimas. En un teatro se da algo muy especial que no se puede producir delante de una pantalla.
Programar fuera del circuito de grandes salas y escenarios capitalinos no es sencillo. ¿Considera que esas buenas experiencias vividas por artistas como Sacristán pueden funcionar también como publicidad para el Auditori? ¿Cree que entre ellos comentan estas cuestiones y animan a otros colegas a venir a La Nucía?
Puede ser que así suceda. Sacristán quiso, en un momento en el que nos quedamos solos, recorrer en Centro Cultural y conocer mejor qué programación teníamos. Tuve la oportunidad de enseñárselo y volvió a comentarme lo bien que se sintió sobre el escenario. No creo que un hombre de su edad y su trayectoria tenga necesidad alguna de quedar bien diciendo eso. Por lo tanto, estoy convencido de que puede hablar bien de nosotros.
«Tenemos muy en cuenta las actuaciones gratuitas para facilitar el acceso de todo el mundo a la cultura»
Como bien ha dicho, el recinto también es un Centro Cultural que alberga la mayor parte de asociaciones culturales del municipio. ¿Piensa que contar con esas grandes actuaciones redunda de forma beneficiosa en la actividad de estas últimas?
Sin duda es así. Cuanta más cultura pones en marcha, mejor. En La Nucía, tanto el alcalde como la propia concejalía de Cultura les dan mucha importancia a las escuelas culturales y eso se demuestra, y es un detalle importante, con la programación de algunas actuaciones gratuitas. Es algo que tenemos muy en cuenta para facilitar el acceso a todo el mundo.
¿Tratan de fomentar, a través de su programación, la cultura más propia?
Sí. Combinamos grandes nombres en la medida que podemos, porque es algo que da prestigio y atrae a espectadores de más allá de los límites de la provincia; con propuestas de carácter más autóctono. Por ejemplo, la Unión Musical de La Nucía es residente en l’Auditori y con ella y la Coral programamos diversas actuaciones.
«Aunque ahora mismo es totalmente inviable, por supuesto que me encantaría traer a la Filarmónica de Berlín»
¿Cuál sería la actuación que le gustaría programar si no tuviera ninguna traba de carácter presupuestario ni de ningún otro tipo?
¡Eso es complicado! Ya hemos conseguido algunos logros importantes como tener aquí al Royal Ballet. También hemos tenido a algunos de los top españoles como José Sacristán, del que ya hemos hablado, o Lola Herrera.
Aunque ahora mismo es totalmente inviable, por supuesto que me encantaría traer a la Filarmónica de Berlín. Creo que es el máximo de la interpretación musical.