El conflicto de la Guerra de Ucrania deja relatos estremecedores. “No tenemos sitio al que volver en nuestro país”. Se trata del testimonio de Tania Naumanova, una joven madre que dejó su Ucrania natal tras el inicio de la ocupación rusa, y que desde principios de abril disfruta de una nueva vida en Alcoy.
Tania llegó a la capital de l’Alcoià el pasado 8 de abril junto a su marido y su prole; las jóvenes Viky y Katy de 8 y 3 años respectivamente; y el pequeño Artur, de apenas 15 meses.
Tareg, la Asociación Alcoyana Amigos de los Refugiados de Guerra ‘Tareg’, ha sido la encargada de conseguir alojamiento a la familia Naumanova. Se trata de la segunda familia ucraniana que la agrupación ha conseguido traer a nuestra ciudad.
Primero fueron los Verbnyi, cuyos seis integrantes llegaron a la ciudad el pasado mes de marzo. Esta familia está compuesta por Oleksii y Larisa; y por sus jóvenes hijas Olha, Maria, Kateryna y Hanna de 15, 11, 10 y 7 años respectivamente. De todas ellas, solo Olha habla inglés, algo que ha facilitado el contacto entre su familia y los miembros de Tareg.
Un sueño hecho realidad
Vivir en España supone un “sueño hecho realidad” para Tania. De hecho, reconoce que desde que era pequeña aspiraba a visitar nuestro país; muestra de ello es que empezó a estudiar castellano cuando tenía 17 años.
“Yo comprendo un poco” afirma de forma risueña y con un perfecto castellano. Fruto de esa pasión por la lengua de Cervantes escribió hace años un breve relato protagonizado por un joven llamado Miguel.
Aleksander, el marido de Tania, ya ha empezado a asistir a clases de castellano en la Escuela Oficial de Idiomas de Alcoy. La incorporación de Tania a las clases está prevista para cuando sus hijas empiecen a ir al colegio.
La asociación Tareg ha ayudado a los Verbnyi y a los Naumanova a disfrutar de una segunda oportunidad en Alcoy
Proceso de integración
Aprender el idioma será clave para que ambos progenitores encuentren trabajo en la ciudad, y es que les gustaría asentarse en Alcoy. “Teníamos pensado irnos a vivir al extranjero incluso antes de que estallara la guerra. España era uno de nuestros destinos favoritos, pero no sabíamos cómo establecernos aquí”.
Tania admite que son pocas las razones que encuentra para volver a su país natal. “Es difícil predecir cuánto durará la Guerra. Además, en Kiev vivíamos en un apartamento alquilado, por lo que ahora no tenemos sitio al que volver”.
La única familia que la joven madre ha dejado al este de Europa son dos hermanos; uno vive en Polonia y el otro en una región ucraniana que, por el momento, no está sufriendo las acometidas del ejército ruso.
La situación de la familia de su marido es distinta, puesto que viven en una zona fronteriza con Crimea (uno de los lugares donde más se ha recrudecido el conflicto). “No les dejan salir y además les falta comida. Estamos muy preocupados por ellos”, afirma Tania.
«Teníamos pensado irnos a vivir al extranjero incluso antes de que estallara la guerra»
Labor humanitaria
100xUna. Es decir, 100 familias alcoyanas por una ucraniana. Este es el lema de la Asociación Alcoyana de Amigos de los Refugiados de Guerra, que busca apoyo para acoger familias procedentes de Ucrania.
Su pretensión inicial era sumar un centenar de socios cuyas aportaciones puedan mantener temporalmente a familias ucranianas. Por el momento han conseguido acoger a dos familias (los Verbnyi y los Naumanova), y esperan seguir sumando apoyos para poder traer más.
«Queremos darles la posibilidad de integrarse en la sociedad alcoyana. Les proveeremos de todo lo necesario hasta que puedan ser autónomos», asegura el presidente de Tareg, Rafael Conca.
Tareg se nutre de las aportaciones monetarias de sus socios para mantener a las familias ucranianas
Favorecer la autonomía
La intención de Tareg es que las aportaciones de los socios se puedan rebajar progresivamente hasta que la familia sea «totalmente autónoma de manera financiera». También aspiran a conseguir ayudas procedentes de la administración pública.
La asociación nació hace siete años a raíz del conflicto de la Guerra de Siria, y ahora se ha reactivado con motivo de la crisis de refugiados de Ucrania. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro, formada por un conjunto de familias alcoyanas independientes, plurales y de diversa extracción social, con el denominador común de ser sensibles al problema de los refugiados de guerra ucranianos.
Tareg está legalmente constituida, se rige por sus propios estatutos y ha iniciado su proceso de inscripción en el Registro de Asociaciones de la Generalitat Valenciana.
Asistencia de diversa índole
Tareg trabaja de manera coordinada con otras organizaciones internacionales, españolas, autonómicas y locales para apadrinar y cubrir de forma sostenible las necesidades que puedan tener las familias refugiadas. En la web taregalcoy.org se puede consultar toda la información para dar respaldo a su causa.
Entre los diferentes trámites para los cuales les echan una mano se encuentra la obtención del estatuto de refugiado; la consecución de permisos de trabajo; gestiones relacionadas con la vivienda, la sanidad o el trabajo; ayuda en el aprendizaje del español, la escolarización de los más pequeños, a conseguir alimento y a establecer relaciones sociales; así como servicios de atención psicológica.