El caos se ha adueñado del servicio de pediatría del Hospital Comarcal de la Marina Baixa después de que la práctica totalidad de los especialistas hayan causado baja por motivos que van desde traslados a otros departamentos a bajas médicas, pero tras los que subyace una situación de protesta laboral por las condiciones de precariedad en las que vienen trabajando desde hace meses.
La situación del servicio, que ya era mala anteriormente, entró en barrena el pasado mes de mayo, cuando cuatro de los nueve médicos que se hacían cargo del mismo causaron baja dejando a cuatro galenos al frente de un servicio, el de pediatría, que atiende a una media de 300 niños mensualmente y que, como el resto de las áreas del centro, aumenta sus necesidades en verano por la mayor afluencia de turistas.
Citas canceladas
Unas bajas entre las que se cuentan, además de las del propio jefe del servicio, las de algunos especialistas como los de neurología o endocrinología pediátricas, y que han provocado que muchos niños con necesidades especiales o urgentes hayan tenido que ser derivados al Hospital Universitario de San Juan, a más de cuarenta kilómetros de distancia.
Esta realidad ha provocado que a la ya de por sí larga lista de espera que acumula el centro en el área de pediatría -algo que se hace extensivo a otros muchos servicios-, se hayan sumado ahora las cancelaciones de citas programadas desde hace meses, lo que ha disparado el enfado y la indignación de un enorme número de familias de toda la Marina Baixa.
El servicio de pediatría se ha quedado con sólo cuatro de los once médicos que debería tener
Por debajo de las ratios
Una suspensión de la atención médica que, si ya es grave en cualquier caso, más lo es cuando afecta a un grupo de población que debe ser especialmente protegido en todos los ámbitos como son los menores de edad. Unos jóvenes que, en algunos casos, también sufren dolencias graves y que ahora no están siendo atendidos por sus médicos en el centro hospitalario de La Vila Joiosa.
La situación, que es ahora extrema, no ha pillado por sorpresa a los responsables de la Conselleria de Sanitat, a los que los propios profesionales del hospital comarcal venían alertando desde meses atrás de la precaria situación de un servicio que contaba, hasta hace pocas semanas, con nueve galenos en lugar de los once con los que, según las ratios, debería funcionar el centro.
Cargas de trabajo inasumibles
Los cuatro pediatras que siguen prestando sus servicios en el hospital de La Vila Joiosa se enfrentan ahora a una carga de trabajo tan grande que les impide hacerse cargo de las consultas programadas, ya que han de centrar sus esfuerzos en la atención de las urgencias, los nacimientos, la atención de los menores de dieciséis años ingresados en el centro… y todo ello, sin olvidar las dos guardias semanales de veinticuatro horas que están teniendo que realizar, además de sus turnos ordinarios que llegan a las doce horas al día.
Aunque la Conselleria de Sanitat Universal anunció recientemente el inicio de las obras de ampliación del centro, lo cierto es que ya en plena alta temporada turística, un periodo que siempre genera problemas por la mayor afluencia de pacientes coincidente con el periodo de vacaciones de muchos profesionales, la dramática situación que se vive en el área de pediatría no ha encontrado solución alguna.
Los profesionales aseguran que la situación viene deteriorándose desde hace años
Una crisis anunciada
Sobre esa realidad es sobre la que ha puesto el foco la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP), que ha negado, a través de un comunicado, que la actual falta de profesionales se deba a las bajas registradas en este mes de mayo, sino que es una situación que se ha venido larvando a lo largo de los últimos años.
Así, los responsables de la SVP aseguran que “de once pediatras que formaban el equipo sólo quedamos actualmente en activo cuatro”, y subrayan que “esta situación no ha sido provocada por las bajas de los pediatras” sino que “creemos firmemente que es el resultado de la falta de previsión y desatención de este servicio en los últimos dos años”.
Así mismo, los especialistas afirman que se trata de “un problema que llevábamos anticipando insistentemente, sin obtener respuesta de la dirección del centro”.
Agravamiento con la pandemia
Esa problemática, según la SVP, se agravó todavía más con la pandemia y sus efectos posteriores en la carga de trabajo del personal sanitario. En ese sentido, los especialistas recuerdan que “como todos los sanitarios, desde el inicio de la pandemia nos pusimos a disposición de la Dirección Médica para colaborar más allá́ de las actividades propias de nuestro servicio”.
Por ello, “durante el primer confinamiento asumimos las urgencias pediátricas en su totalidad, dependientes hasta entonces del Servicio de Urgencias”. Sin embargo, una vez recuperada cierta normalidad, y “cuando regresamos a la actividad habitual del hospital, se nos pidió́ que siguiéramos colaborando parcialmente con el Servicio de Urgencias cubriendo la mitad de los turnos de noche”.
La falta de personal está obligando a los médicos a pasar hasta doce noches en el hospital
Noches eternas
Esa petición, según explica la asociación de los pediatras valencianos, “supuso una media de entre seis y nueve noches en el hospital (sumando guardias de pediatría y noches de urgencias pediátricas), con picos de hasta doce días al mes en periodo vacacional”.
Esa evidente merma en sus condiciones laborales ha provocado, como reconocen desde la SVP, “que compañeros hayan dejado el servicio, bajas de maternidad desde hace meses sin cubrir, un contrato covid no convertido en vacante, la dimisión del Jefe de Servicio exhausto de no obtener respuestas a sus demandas y otras bajas más recientes por estrés laboral…”.
Deterioro progresivo
Todo ello ha provocado una situación de retroalimentación del problema, ya que la actual realidad del servicio de pediatría del hospital de La Vila Joiosa “ha supuesto un aumento de la carga de trabajo constante, teniendo que asumir los pediatras que quedábamos las guardias, turnos y consultas de subespecialidad”.
Por todo ello, afirman los pediatras, “hemos acumulando días de descanso por exceso de guardias, domingos y festivos que no hemos podido disfrutar, propiciando un deterioro progresivo en la actividad diaria, la calidad asistencial y la salud de los profesionales”.
El servicio de urgencias se encuentra, según los sindicatos, en una situación de «colapso crónico»
Servicio desmantelado
La Sociedad Valenciana de Pediatría ha sido muy contundente al calificar la actual situación del servicio, que asegura que está “desmantelado”, algo que ha obligado a suspender “las consultas externas, dejando de atender a más de 200 niños a la semana en las diferentes subespecialidades pediátricas”.
Un servicio absolutamente en precario que “sobrevive con tan sólo cuatro pediatras obligados a hacer una media de siete a ocho guardias al mes, entre ellos pediatras que ya se encontraban exentos de guardias por la edad”.
Urgencias, en «colapso crónico»
Un caos que, según se denuncia desde el Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana (CESM-CV), no es exclusivo del área de pediatría, sino que se extiende también al servicio de urgencias que, según los galenos, está en una situación de “colapso crónico”.
Tal y como denuncian desde el CESM-CV, la situación del servicio de urgencias del Hospital de la Marina Baixa no es mucho mejor que la que se vive en pediatría y, tal y como han explicado los representantes de los galenos en un comunicado, a esa situación de “colapso” hay que sumar “la falta de previsión de adecuación de dicho servicio a las necesidades reales de cara a la entrada de una campaña de verano que se prevé de récord”.
Los galenos alertan de que la llegada de la temporada estival aumentará los problemas en el centro
Falta de profesionales
Y es que, efectivamente, como sucede en muchos destinos turísticos, el aumento de la población de los municipios de la Marina Baixa durante los meses de verano, derivada de la llegada de visitantes, supone una presión adicional sobre muchos servicios públicos entre los que, por supuesto, se incluye la Sanidad, algo que quedó relativamente maquillado durante los dos ejercicios marcados por la pandemia, pero que volverá a ser un grave problema, como ya lo fue antaño, en 2022.
De hecho, el CESM-CV subraya que “esto, desgraciadamente, no es nuevo”. Asimismo, advierten de que la actual situación por la que atraviesa el Hospital Comarcal de La Vila Joiosa no sólo es producto de “un problema de falta de profesionales, que lo es”, sino que es un “problema de más hondo calado”.
Bloqueo de pacientes
En ese sentido, los profesionales sanitarios valencianos denuncian que “en el Hospital Marina Baixa, las instalaciones en las que se ven obligados a trabajar los médicos de urgencias y la falta de camas para ingresos hospitalarios, está provocando el bloqueo de pacientes en un servicio en el que no caben”.
Así las cosas, y cuando todavía quedaban algunas semanas para el inicio de la verdadera temporada alta del turismo vacacional, la capacidad del servicio de urgencias de La Vila Joiosa había llegado ya a su límite máximo.
De hecho, tal y como se denunciaban desde el CESM-CV a mediados de junio, “en estos momentos tenemos más de treinta pacientes ocupando el escaso espacio disponible en urgencias a la espera de conseguir una habitación en planta”.
Los médicos exigen a la Conselleria de Sanitat Universal que tome cartas en el asunto de forma urgente
Condiciones tercermundistas
Las condiciones que se describen en el comunicado del sindicato médico son, sencillamente, tercermundistas y nada acordes con las que debería presentar el centro sanitario de referencia de uno de los principales destinos turísticos de la Comunitat Valenciana, con Benidorm como principal municipio emisor de pacientes, en una campaña que se presume crucial para los intereses del sector.
De hecho, el CESM-CV denuncia que de esos treinta pacientes que se mantenían en urgencias a la espera de poder ser trasladados a planta, “la mitad permanecen en un box de urgencias más de dos días a la espera de cama, y todo esto antes de la avalancha de veraneantes que, si es igual que todos los años, duplicará las asistencias en urgencias y los ingresos hospitalarios”.
En concreto, según los datos aportados por el sindicato, “se pasará de una media de 150 atenciones en urgencias a más de 400 con los mismos medios y en el mismo espacio”.
Años denunciando
Algo que, subrayan los médicos, “desgraciadamente no es nuevo”, y recuerdan que “el Sindicato Médico lo lleva denunciando desde hace años” mientras que “la gerencia de este Departamento ha hecho y hace oídos sordos en una total muestra de falta de responsabilidad”.
Así mismo, concluyen que “las consecuencias más que previsibles de todo esto serán no sólo la imagen tercermundista que ofrecerá nuestra Comunitat en plena campaña turística, sino que aumentarán las agresiones, la fuga de profesionales y el problema irá a peor”.
Por todo ello, el CESM-CV afirma que “la Conselleria tiene que adoptar, de una vez por todas, soluciones ya. Soluciones duraderas y no parches que de poco o nada sirven”.