Entrevista > Manel Gimeno / Director Gaudint Teatre
Gaudint Teatre nació en el año 2012 en el seno del IES La Nucía. Desde entonces, y con la salvedad obligada de la pandemia, su director, Manel Gimeno, ha ido preparando y presentando con sus alumnos un montaje cada año. En 2015 llegó el primer gran reconocimiento, cuando se impusieron en la fase autonómica de los Premios Buero con ‘La noche del oso’, logro que han repetido este año con ‘Cuerpos de vertedero’.
Finalizado el curso escolar, AQUÍ en La Nucía conversa con Gimeno no sólo de lo que ha significado este premio para la compañía, sino de lo mucho y variado que tiene que ofrecer el teatro a una generación que, como él mismo explica, ve su ocio dominado por las propuestas audiovisuales, pero que, como siempre ha sucedido en el pasado, se rinde al teatro una vez que lo conoce.
Es la segunda vez en la que Gaudint Teatre se ha impuesto en la fase autonómica de los Premios Buero algo que, trabajando con una compañía escolar, en la que la rotación de actores se presupone más continua que en otras compañías amateur, debe ser incluso más complicado.
Efectivamente, es la segunda vez que conseguimos ese premio autonómico. La primera vez fue en 2015 con ‘La noche del oso’ y esta vez lo hemos logrado con ‘Cuerpos de vertedero’.
¿Es difícil? Sí, por esa transitoriedad que caracteriza a este tipo de grupos cuando se trata de adolescentes por una razón de peso que es su propia experiencia vital. Ellos van cumpliendo años y se van a otros centros educativos, a la Universidad o cambian de ciudad de residencia.
Mantener un grupo así, efectivamente, es complicado; pero lo hacemos con mucha ilusión, mucha dedicación y cuidando la cantera con los alumnos del Instituto que en 4º de la ESO cursan la materia de artes escénicas como optativa, y quienes la escogen tienen la oportunidad de seguir en el grupo de teatro.
«Este año vamos a tener, por primera vez, el Bachillerato de Artes Escénicas. Con ello se le da continuidad a todo este proyecto»
Esa formación optativa, ¿tiene luego algún tipo de continuidad más allá del propio grupo de teatro?
Este año vamos a tener, por primera vez, el Bachillerato de Artes Escénicas, que es una noticia que nos dieron el pasado mes de junio. Con ello, efectivamente, se le da continuidad a todo este proyecto.
Ha hecho referencia a esa actividad de cantera. En el tiempo que lleva en activo Gaudint Teatre, ¿le consta que alguno de los jóvenes que han pasado por el grupo haya buscado un futuro profesional en la actuación?
Sí. Una de las alumnas está ahora estudiando arte dramático en València y otro está estudiando dirección escénica en la Escola d’Art i Superior de Disseny (EASD), también en València. Esos son los dos que tengo ‘controlados’ y que sé que están en vías de dedicarse de forma profesional a esto.
¿Suele ser una opción que los alumnos tengan en una parte alta de sus elecciones?
No suele ser una salida muy escogida porque desde el punto de vista social y familiar puede existir cierta inquietud respecto a la salida profesional que pueda tener. Obviamente, es una vía más para poder conseguir estar en un ámbito laboral en el que uno de sienta satisfecho. Eso es algo que, al final, es muy importante.
«Se trata de crecer como personas y eso es algo que sin ninguna duda aporta el trabajo teatral»
Volviendo al teatro amateur que desarrollan desde Gaudint Teatre y a su vertiente formativa, ¿qué aporta el teatro al desarrollo de los jóvenes?
Muchísimas cosas. Más allá de lo que son las habilidades expresivas y de comunicación, que son provechosas para cualquier ámbito profesional y para la vida en general, creo que a estas edades la práctica del teatro aporta una buena carga de empatía, un trabajo de emociones que difícilmente encuentra un lugar mejor en el que trabajarse, el trabajo en grupo, la solidaridad que hay que tener en un trabajo creativo, valores de ayuda, de cooperación…
Al final, de lo que se trata es de crecer como personas y eso es algo que sin ninguna duda aporta el trabajo teatral.
¿Cómo es el proceso de creación de un nuevo montaje en Gaudint Teatre?
Hasta la pandemia, cada año presentamos un montaje diferente. El proceso se plantea, como no puede ser de otra manera, escogiendo el texto con el que vamos a trabajar. Normalmente soy yo el que hace una selección previa dándole la oportunidad a los chicos de hacer la lectura de dos o tres textos para, entre todos, tomar la decisión final.
A partir de ahí, vamos haciendo lecturas y comienza todo el proceso creativo de los ensayos que es absolutamente extraordinario porque es donde puedes ver cómo ellos van creciendo y van aprendiendo distintos aspectos que, como decía antes, les ayuda a crecer personalmente.
En esa selección previa que usted realiza, ¿qué es lo que entra en juego? ¿Sus apetencias personales, unos objetivos didácticos, el momento vital que atraviesa…?
(Ríe) Un poco todo. En lo primero que tienes que pensar es el elenco con el que cuentas. Eso es algo que determina muchas veces el texto que vayas a escoger para poder dar voz a todos los que quieran participar. Después, las propias temáticas.
A mí me gusta escoger textos contemporáneos. No por una cuestión simplemente temporal, sino porque quiero que traten cuestiones que estén muy vinculadas con su experiencia vital. Temáticas que les afecten y con las que estén en contacto diario. Creo que es algo fundamental para que el proceso creativo y el resultado final sea óptimo.
«Me gusta escoger textos contemporáneos porque quiero que traten cuestiones que estén muy vinculadas con su experiencia vital»
Trabaja usted con una generación que vive pegada a las pantallas y consume un ocio muy distinto no sólo al de sus padres, sino al de la generación inmediatamente anterior. Sin entrar a valorar si eso es bueno o malo, ¿resulta sencillo despertar en ellos el interés por consumir teatro?
De motu propio, no es nada fácil. Como bien dices, se trata de una generación muy apegada al audiovisual y difícilmente van a buscar el teatro por propia iniciativa.
Dicho esto, mi experiencia me dice que si los llevas, y esa es una tarea a la que considero que estamos obligados los docentes y las familias desde el punto de vista cultural, acaban conectando de forma magnífica con el espectáculo y acaban con ganas de más.
¿Lo tienen al alcance de la mano igual que acceden al cine, a conciertos, espectáculos deportivos u otras opciones de ocio similares?
Falta oferta accesible para público joven en la comarca… bueno, a mí no me gusta mucho hablar de público joven, porque pienso que son capaces de asistir como espectadores a cualquier tipo de función con cualquier tipo de texto. En mi caso, siempre intento que la puesta en escena sea potente en el sentido de trabajar la vídeo escena, que el espacio sonoro tenga protagonismo e importancia en el montaje.
Todo ello, porque, efectivamente, ellos leen esos códigos mejor que otros. En resumen, creo que son un público potencial para cualquier espectáculo. Creo que tenemos muchos prejuicios como adultos, como docentes y como padres en cuanto a cómo van a reaccionar con el teatro. Y suelen sorprendernos muy positivamente.
«Tenemos muchos prejuicios como adultos, como docentes y como padres en cuanto a cómo van a reaccionar con el teatro»
Ellos, que tienen en sus móviles todo el mundo a su alcance, ¿se conforman con poco a la hora de ir al teatro?
Son un público muy exigente. Si pasas la prueba del público adolescente puedes tener la seguridad de que el montaje funciona.
En propuestas como Gaudint Teatre, en las que el teatro es participado por los jóvenes y consumido, en primer lugar, por sus propios compañeros, ¿puede ser el teatro una buena herramienta para luchar contra situaciones que se dan en la actualidad como la falta de empatía, acoso, machismo… en resumen, todos los retos a los que nos enfrentamos como sociedad?
Sin ninguna duda. Muchos de los montajes que hemos hecho desde 2012, que es cuando empezamos con este proyecto, tocan temáticas que están al borde de la actualidad absoluta y que, efectivamente, les tocan de primera mano. El hecho de que, como decías, estén participados por ellos y los consumidores sean sus propios compañeros hace que llegue mucho más.
En nuestra última propuesta, ‘Cuerpos de vertedero’, tratamos temas como la homofobia, la violencia de género, el bullying desde el punto de vista verbal y físico… Te das cuenta de que este tipo de propuestas les llegan más que muchas clases o charlas en las que, por el código utilizado, pueden desconectar con mayor facilidad.
Hábleme de ‘Cuerpos de vertedero’.
Es una denuncia de la violencia contra el diferente y un canto de libertad y por la diversidad. En ese sentido, todos los temas transversales y valores de empatía, de aceptación, de visibilización de las diferentes alternativas de orientación sexual, género… están tratadas y muy aceptadas por el público que la ha visto por el momento.
«Son un público muy exigente. Si pasas la prueba del público adolescente puedes tener la seguridad de que el montaje funciona»
Ahora que el curso escolar ha terminado, ¿qué recorrido le queda a la obra?
No tenemos nada cerrado todavía, pero sí tenemos intención de llevarla a l’Alfàs del Pi, que siempre es una plaza a la que solemos ir. En verano se cierra el curso escolar y el teatral, pero a partir de septiembre tenemos intención de ir a l’Alfàs, a Altea y a La Vila Joiosa.
Entiendo, por lo tanto, que hay un tiempo en el que se compaginan las últimas actuaciones del montaje actual con los primeros pasos del montaje del próximo.
Sí, aunque todo depende de cuándo caiga el estreno. Si estrenamos, como fue este caso, en el mes de abril, ya estamos muy cerca del fin de curso. Tampoco sabes nunca si la obra va a tener recorrido porque las propuestas para hacer bolos tienen que venir de fuera. Si eso sucede, lo que hacemos es aguantar la propuesta durante el primer trimestre del siguiente curso.
«Muchos de los montajes que hemos hecho desde 2012 tocan temáticas que están al borde de la actualidad absoluta»
Déjeme adelantarme unos meses en el tiempo porque estoy seguro de que ya le está dando vueltas al tema en la cabeza. ¿Por dónde le pide el cuerpo tirar para el próximo montaje?
Todavía no he pensado en nada concreto, pero sí que querría continuar en la misma línea de teatro contemporáneo. Obras de dramaturgos jóvenes que estén escribiendo en contacto con la realidad actual y que traten temas que conmuevan y hagan reflexionar al espectador.