La matriz de Eisenhower es un marco de trabajo muy utilizado, especialmente en el ámbito empresarial y enseñado en el coaching para diferenciar lo que es prioritario de lo que no lo es.
Así, la tabla se divide en cuatro cuadrantes en los que se indica lo urgente y no urgente, igual que lo importante y no importante. De este modo, indica el sistema, uno debe hacer lo importante y urgente, planificar lo importante y no urgente, delegar lo urgente pero no importante, y por último, postergar lo que no es ni importante ni urgente.
Explicado este conocido sistema para aquellos que no lo tuvieran presente, cabría formularnos una pregunta simple. ¿En cuál de las cuatro casillas resultantes pondrían ustedes preservar la vida y el bienestar de las personas? Si han elegido en la ‘Importante y Urgente’, compartimos forma de identificar las prioridades en este caso.
Se calcula que han fallecido más de 200 personas en las últimas décadas
Vidas en peligro
El paso a nivel del ferrocarril a la altura de Alfafar, Benetúser y Sedavi es considerado, casi de forma unánime, uno de los pasos más peligrosos de toda España. No en vano, en el último medio siglo se calculan que han fallecido más de 200 personas por accidentes acaecidos en el paso del tren por nuestro municipio y los colindantes.
La última víctima fue un vecino de Alfafar hace apenas unos días, lo que ha puesto de nuevo sobre la mesa un problema que lleva demasiadas décadas siendo ignorado.
Y es que en sucesivas ocasiones se ha reclamado a Adif y al Gobierno central que esta importante obra se lleve a cabo, mejorando la seguridad de unos vecinos que se ven abocados a correr peligro a diario por culpa de una infraestructura más acorde a otros tiempos que a una España del siglo XXI, en la que los trenes de alta velocidad ocupan cada vez más vías a lo largo y ancho del territorio nacional.
Murcia y ahora Valéncia sí obtuvieron el soterramiento de las vías
Múltiples intentos
Precisamente el AVE fue una excusa utilizada para negar la tangente y eludir la responsabilidad para con los ciudadanos con el soterramiento de las vías en el año 2001. En aquella ocasión, desde Madrid se negó el proyecto autonómico con el que se pretendía potenciar el soterramiento de las vías. Es más, según la respuesta dada hace 21 años, era “desaconsejable su realización” al considerar que el soterramiento de las vías debía ser una cuestión meramente urbanística.
Estos continuos rechazos se vinieron repitiendo hasta la actualidad. En el año 2014, con el gobierno ya liderado por el actual alcalde, Juan Ramón Adsuara, reactivó la idea de lanzar el soterramiento de las vías con el fin de evitar las molestias que ocasionaban y, sobre todo, salvar vidas. Pero, como se ha convertido en costumbre, el proyecto retomado por el primer edil también acabó en los cajones sin que Alfafar y sus vecinos contasen con una solución.
Incluso en 2015 se optó por la vía privada, con ayuda de la Consultora Garrigués, quien ayudó en un nuevo intento, esta vez en Europa, de conseguir los fondos necesarios para que esta infraestructura imprescindible viera la luz. Como todos sabemos, fue en vano.
Diputación y Ayuntamiento de Valéncia apoyan el soterramiento del paso a nivel en Alfafar
Agravio comparativo
Cabe preguntarse porque reivindicaciones similares a la de nuestros vecinos sí que son escuchadas, mientras que los entes pertinentes siguen haciendo oídos sordos a las llamadas de auxilio de Alfafar, Sedaví o Benetúser.
Otros municipios, como Murcia, sí han visto soterradas las vías a su entrada. En aquella ocasión ni siquiera se tenía en cuenta como factor diferencial el hecho de que pudiera haber un peligro por el paso a nivel de las vías, sino que el gran argumentario era la problemática de dividir los barrios del sur de la capital murciana en dos, con el agravio que ello supone.
Esa segmentación que denunciaban en Murcia ya la viven miles de vecinos en Alfafar. Más reciente, si cabe, es el plan para el soterramiento de las vías en València, el cual no hace más que poner el foco que desde Madrid se pretende, o al menos se consigue, ignorar la reivindicación histórica del soterramiento de las vías a su paso por nuestro municipio y los pueblos vecinos, mientras que en otros casos este proceso se lleva a cabo de forma casi automática.
Apoyo institucional
Además de las continuas reivindicaciones de nuestros ayuntamientos y la mancomunidad. Tanto el ayuntamiento de València, como parte afectada al estar previsto el soterramiento de sus vías, como la diputación de València, han apoyado que el proyecto de soterramiento de la capital sea ampliado al paso de las vías por Alfafar, Sedaví y Benetúser. Una fuerza desde las instituciones que, desgraciadamente, hasta hoy siguen ignorando en Madrid.
La última de las más de 200 víctimas del paso mortal ha sido un 29 de junio. No sabemos cuándo será la próxima, pero lo que sí tenemos claro es que si no ofrecen una solución no podremos estar tranquilos de que no habrá más.