Entrevista > Jaume Llinares / Alcalde de Altea
A pocos días de poder recuperar, dos años después de que la pandemia impusiera su implacable pausa vital, el Castell de l’Olla, Jaume Llinares, alcalde de Altea, reconoce que se trata no sólo de un evento único en el mundo, sino del mayor atractivo turístico de la Villa Blanca durante los meses de verano.
Dos años después Altea recupera la celebración del Castell de l’Olla. ¿Qué significa esto para el municipio?
El Castell de l’Olla es un evento único e internacional. Su emplazamiento en la playa de l’Olla de Altea, que es uno de los enclaves más bellos de nuestra localidad, y el hecho de que el Castell sea lanzado íntegramente desde el mar, lo convierte en una cita imprescindible del verano en Altea.
Tras dos años sin poder realizar el Castell por las restricciones a causa de la pandemia, este año gracias al talento de los maestros pirotécnicos y al buen hacer de la Cofradía del Castell de l’Olla, la noche más mágica del año vuelve con más fuerza que nunca.
«Este año vamos a hacer un esfuerzo económico y logístico para que el Castell de l’Olla se supere»
¿Qué espera el alcalde de Altea de una edición tan especial como la de 2022?
Este año vamos a hacer un esfuerzo económico y logístico para que el Castell de l’Olla se supere, convirtiéndolo en un espectáculo más innovador y más ecológico. Es un compromiso de este equipo de gobierno junto con los impulsores del evento turístico más importante de nuestro municipio y fiesta capital para los alteanos.
Por eso, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Cofradía esperamos que el Castell tenga la misma repercusión que las ediciones anteriores, y por supuesto, que la gente vuelva a disfrutar de este espectáculo pirotécnico que se nos ofrece.
Creado en 1987, el Castell de l’Olla se ha convertido en uno de los principales eventos del verano de la Costa Blanca. ¿Cómo cree que se ha podido conseguir algo así en tan poco tiempo?
Hace treinta y cinco años un grupo de amigos decidieron emprender con este proyecto, consolidado a día de hoy, y que se ha convertido en todo un referente, ya que es el único espectáculo pirotécnico disparado íntegramente desde el agua; y año tras año, superan las expectativas del público que asiste al mismo.
Además, podemos disfrutar de un entorno único como es la bahía de Altea con la Illeta de fondo. Siempre ocurre que quien viene a disfrutar de esta noche, repite.
«Desde hace semanas están reservadas todas las plazas hoteleras y apartamentos turísticos de Altea»
Además de un evento festivo y cultural de primer orden, es un gran reclamo turístico para Altea. ¿Cree que tiene margen para seguir creciendo en este ámbito?
Es un evento que crece edición tras edición, y este año, tras dos años sin poder realizarlo a causa de la pandemia, la gente tiene muchísimas ganas de disfrutarlo. Es un evento conocido en toda España y Europa, y lo ven casi 50.000 personas, con lo cual en una noche se duplica la población del pueblo.
Se generan 450.000 euros en ingresos directos durante el fin de semana del Castell. Además, el impacto de publicidad por las noticias en prensa, radio y televisión sobre el mismo tiene un valor de casi medio millón de euros que el pueblo no paga, es gratuito.
También sabemos por la oficina de Turismo que desde hace semanas están reservadas todas las plazas hoteleras y apartamentos turísticos de Altea, además de las de los restaurantes. Muchos de los turistas que vienen a ver el Castell han tenido que hospedarse en los pueblos vecinos.
El Castell de l’Olla, al contrario que las fiestas patronales y de Moros y Cristianos, no nació como consecuencia de la devoción del pueblo o de una tradición secular. ¿Qué cree que significa hoy en día para los vecinos?
Es un día muy especial para toda la gente que vive en Altea. Una noche mágica, en la que todos los vecinos se juntan con familiares y amigos en el entorno de l’Olla de Altea. Es un punto de reencuentro con personas y vecinos que posiblemente no vemos durante el año.
«Como en años anteriores se recomienda utilizar el transporte público de autobuses y el servicio de TRAM»
¿Hay alguna edición de la que guarde un recuerdo especial? ¿Por qué?
Quizás recuerdo de manera muy especial el primer año que acudí como alcalde, ya que supone un evento de gran envergadura, y es de gran satisfacción ver que todo el trabajo ha salido como se esperaba.
Este año también lo recordaré de una manera muy especial, ya que será el último año que acuda en calidad de alcalde de Altea y también porque a causa de la pandemia hemos estado dos años sin poder celebrar este gran evento, que como ya hemos estado diciendo a lo largo de la entrevista, es, si cabe, la noche más mágica y más importante del año en Altea.
Es de sobra conocido que acceder ese día a la zona en la que se dispara el castillo de fuegos artificiales puede ser muy complicado. ¿Cómo recomienda que la gente acceda a ese lugar?
Como en años anteriores, se recomienda utilizar el transporte público de autobuses y el servicio de TRAM, y que se utilicen los aparcamientos públicos que se van a habilitar para la ocasión. Además, se dispondrá de una vía peatonal por la N-332 en el margen derecho dirección a Valencia.
La figura de Pepe ‘Barranquí’ estará muy presente en el recuerdo de todos. ¿Cómo resumir en sólo unas líneas lo mucho que significó para Altea en general, sus fiestas y el Castell de l’Olla en particular?
‘Barranquí’ siempre ha estado implicado en todo lo referente a la cultura alteana, y además de ser uno de los artífices del Castell de l’Olla, también fue uno de los fundadores de las fiestas de los Moros y Cristianos en Altea.
Siempre ha estado muy volcado en la promoción turística alteana, y en una noche como la del Castell, inevitablemente se va a notar su ausencia.