La clásica bendición pública de animales -también llamada ‘porrate’- en honor a Sant Antoni del Porquet se producirá este año el domingo 19 de febrero en la plaza del Ayuntamiento de Alfafar. Como es habitual habrá música tradicional, regalos para los presentes y un ambiente festivo para la ocasión.
“Siempre es un acto muy bonito de ver, que se convierte en una pequeña fiesta. Los niños y adultos acuden con sus mascotas y todos aprendemos cosas sobre las antiguas costumbres de nuestra comarca” nos señala Fina Carreño, concejala de Cultura.
Animales de cría
La jornada dará comienzo a las nueve de la mañana en la calle Mariano Benlliure con una concentración de caballos y carruajes tradicionales valencianos. De la mano de la Penya de Carreters de Sant Antoni del Porquet, se espera la presencia de caballistas y animales procedentes de otros pueblos de la Huerta Sur.
Todos los caballos serán bendecidos por el párroco Javier Francés a las puertas de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Don, donde se ubicará un escenario. Normalmente suelen hacer acto de presencia también algunos animales de granja como burritos o ponis. Igualmente se espera que la Federación de Bous al Carrer traiga varios toros mansos.
“Es una tradición que está arraigada desde hace muchos años, yo la recuerdo desde niña. Los carreteros de los demás municipios del entorno vienen ese día hasta Alfafar, de igual manera que los alfafarenses acuden a los otros pueblos para sus correspondientes bendiciones” nos explica Carreño.
A partir de las 12:45 horas comenzará la bendición de animales domésticos
Animales domésticos
Una vez termine este acto dará comienzo la bendición de los animales domésticos en la plaza del Ayuntamiento, será a partir de las 12:45 horas. Todos los alfafarenses propietarios de mascotas están invitados a asistir para que sus tan queridos animales reciban la bendición divina por parte del citado párroco.
“Es muy divertido ver la gran cantidad de animales que la gente trae. Por supuesto hay muchos perros y gatos; pero habitualmente también se ven tortugas, cobayas, pajaritos de todo tipo y hasta loros que hablan” nos manifiesta Carreño.
La concejala nos reconoce que ella disfruta especialmente observando la cara de ilusión con la que acuden los niños a esta bendición de Sant Antoni. “Es muy importante hacer feliz a nuestra infancia porque ellos son el futuro” nos señala.
La fila de animales que esperan la bendición se formará en la calle del Sol, concretamente en el tramo entre las calles Maestro Serrano y Francisco Baixauli.
En el Parque de las Palmeras se celebrará la Feria Pro-adopt
Feria Pro-adopt
A todos los presentes que lleven a sus mascotas para bendecir se les entregará un pequeño regalo como recuerdo de la ocasión: Los niños recibirán una bolseta de caramelos y los adultos un llavero de San Antoni. Para amenizar el ambiente, tanto antes como después de la bendición, se tocará música tradicional valenciana en la plaza.
Como es habitual, de manera simultánea se celebrará la Feria Pro-adopt en el Parque de las Palmeras. En este evento colaboran diferentes protectoras y asociaciones animalistas con el fin de fomentar la adopción de animales entre la población.
«Siempre es muy bonito ver la cara de ilusión en los niños cuando acompañan a sus mascotas» F. Carreño (Cultura)
Un animalista egipcio
El génesis de esta sentida tradición que se celebra en tantos sitios de España tiene su origen en un monje llamado Antonio Abad, que nació en Egipto durante la época del Imperio Romano. A pesar de provenir de una familia bastante adinerada, destacó por su extremo altruismo. Ni corto ni perezoso, un buen día decidió vender todas sus propiedades para dar los beneficios a los pobres y se mudó a vivir a una cueva del desierto.
Según cuenta la tradición cristiana, en su nuevo hábitat desarrolló un gran apego hacia la naturaleza y los animales. Uno de los milagros que se le atribuyen es el de curar la ceguera a unos pequeños jabatos. Dicen que como agradecimiento, desde entonces la madre de estas criaturas siempre le acompañaba en sus andanzas para protegerle ante cualquier peligro.
Es por esta curiosa leyenda que la mayoría de los artistas que retrataron al santo durante los siglos posteriores solían pintar a una jabalina (o un cerdito) acompañándole. Así se le empezó a conocer popularmente como Sant Antoni del Porquet.
El primer porrate
En 1333 unos monjes antonianos -devotos de la Orden de San Antonio- llegaron a València y construyeron un santuario en las afueras de la ciudad, cuyo propósito era principalmente hospedar a los viajantes llegados desde el norte.
Por lo que cuentan, los religiosos tuvieron a bien plantar un olivo y se convirtió en tradición que todos los ganaderos de la zona se acercasen cada 17 de enero -el mismo día que falleció Sant Antoni en el año 356- en compañía de sus animales para bendecirlos y llevarse una ramita de este árbol.
Actualmente muchas localidades de nuestra zona celebran esta costumbre, razón por la cual la Penya de Carreters de Sant Antoni del Porquet elabora un calendario con diferentes fechas, para que los carruajes tradicionales puedan pasar por cada pueblo. Por este motivo en Alfafar este año celebramos la festividad el 19 de febrero.