Imagina viajar a una ciudad donde poder pasear por largas playas de arena fina y dorada, o donde pasar una gran mañana de kayak bajo el sol. Imagina visitar un lugar donde contemplar un amanecer fulgurante en un castillo frente al mar o descubrirte disfrutando del mejor arroz del mundo. Imagina que todo esto lo puedes hacer en un único lugar y en cualquier época del año, ya sea invierno o verano. Y ahora imagina que estamos hablando de Alicante, la ciudad donde puedes llenar la memoria de tu móvil haciendo miles de fotos ‘instagrameables’.
Y todo esto no lo decimos nosotros, lo dice Fernando, Cristina, Juan Antonio o Beth, opiniones reales de personas que ya han descubierto y han compartido su forma de verla y vivirla. Y es que, esta ciudad junto a su buen clima, gastronomía, cultura, tradiciones y su milenaria historia, se ha convertido en uno de los destinos turísticos por excelencia de todo el Oasis del Mediterráneo.
Las playas de Alicante, un mar de sensaciones
Si de algo puede presumir Alicante, entre muchas otras cosas, es de tener algunas de las playas más bonitas y apetecibles de toda España. Playas para perder el sentido durante horas y poder llenar tu Instagram de fotos con las que batirás récord de ‘me gusta’.
Algunas de las que te recomendamos son la playa de San Juan, la playa de Urbanova o las Calas del Cabo de la Huerta, como Cala Cantalar.
Todas ellas pueden presumir muy orgullosamente de las de Banderas Azules con las que son reconocidas, un distintivo otorgado por la Unión Europea con el que logran ser consideradas como las mejores playas del litoral mediterráneo.
Además, si eres amante del deporte, las playas de Alicante son perfectas para practicar kayak, vela o piragüismo, o bien para presenciar las múltiples competiciones deportivas que se celebran en ellas a lo largo de todo el año, tales como The Ocean Race, la vuelta al mundo a vela que tiene como puerto de salida Alicante.
Un plan diferente, la Isla de Tabarca
Pero si por el contrario te apetece un plan diferente y tranquilo, puedes visitar la Isla de Tabarca. Este patrimonio natural y cultural, situado frente a la ciudad y cerca del cabo de Santa Pola, ha sido declarado “Bien de Interés Cultural” como Conjunto Histórico, considerado como la única isla habitada de la Comunitat Valenciana.
Sus aguas cristalinas turquesas favorecen la excelente conservación de su pradera de posidonia oceánica, siendo una zona protegida como Reserva Marina de Interés Pesquero. Para llegar hasta allí, deberás hacer el viaje en una de las famosas tabarqueras, donde podrás contemplar el Mar Mediterráneo en todo su esplendor antes de bañarte en sus calas, pasear por las callejuelas de su casco antiguo, practicar paddle surf, esnórquel, buceo o degustar su famoso caldero.
En definitiva, esta isla rocosa y las playas de ensueño, junto al clima de la ciudad donde el invierno parece verano, con más de 300 días de sol y temperaturas cálidas de media durante prácticamente todo el año, forman el tándem perfecto para disfrutar de unas vacaciones de ensueño.
Gastronomía y cultura a un paso de ti
Si por algo también se conoce Alicante es por ser la ciudad del arroz. Sus múltiples formas y estilos, junto a los productos de calidad de la ‘terreta’ dan como resultado platos con sabor a historia, cultura y, sobre todo, la tradición que va unida a recetas heredadas de generación en generación y que han hecho de la cocina alicantina una de las más reconocidas en todo el mundo.
El cielo, el mar y la montaña han conseguido fusionarse para formar un paisaje lleno de luz y color que se ve perfectamente reflejado ya no solo en los arroces, sino en todos y cada uno de los platos que componen la amplia y variada gastronomía alicantina. Alicante sabe a arroz, pero también a pescados y mariscos de primera categoría que se transforman en guisos o calderos con mucha tradición; a salazones, a coca en sus múltiples formas capaces de trasladarte a las Hogueras de San Juan.
A helados con sabor a turrón de Alicante y Jijona dignos de saborear mientras das un paseo por el puerto o la Explanada. O a vinos blancos y tintos con denominación de origen. Una visita por la historia y la cultura alicantina que merece ser descubierta a través del paladar.
Museos de fiestas, arte y arqueología
Pero si por el contrario quieres conocer la ciudad a través de tus ojos, te recomendamos que hagas una ruta por los museos y centros culturales de Alicante. Una de las paradas obligatorias es el Museo de Fogueres, donde podrás vivir la emoción de la fiesta alicantina más importante en primera persona.
Tampoco puedes dejar de visitar las diversas exposiciones culturales del Museo de Arte Contemporáneo (MACA), las del Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) o en centros culturales como el de Las Cigarreras.
Sin embargo, la ciudad no solo son museos, Alicante también es fiesta, arte y fuego durante las Hogueras de San Juan, declaradas de Interés Turístico Internacional; que se transforma en tradición y pasión durante la Semana Santa; y que pasa a ser vistosidad, música y pólvora en Moros y cristianos. En definitiva, Alicante es versatilidad, calidez y alegría en las fiestas de los barrios y fervor multitudinario de peregrinos en la Romería de la Santa Faz. Celebraciones que abarcan el calendario y que muy probablemente coincidan con tu visita a Alicante.
Entre dos castillos, otra ciudad que descubrir
La arquitectura alicantina es otro de los aspectos donde mejor se ve reflejada la historia de la ciudad. Y es que, a lo largo de los años, Alicante se ha ido componiendo de verdaderas joyas que no puedes dejar de visitar, tales como el Ayuntamiento de Alicante, edificio civil barroco del siglo XVIII, o la Plaza de Toros, que actualmente es la más antigua de la Comunitat Valenciana aún en funcionamiento.
Además de todos estos enclaves históricos, la ciudad también alberga barrios y lugares llenos de vida e historia. Dejando atrás el mar, la playa y el puerto, el casco urbano da paso a otra ciudad que merece ser descubierta, otro Alicante custodiado por dos imponentes castillos: el emblemático Castillo de Santa Bárbara, situado en la cumbre del monte Benacantil, y el Castillo de San Fernando, sobre el monte Tossal. Entre ellos se encuentran una gran cantidad de espacios modernos, barrios pintorescos como el Barrio de la Santa Cruz en el que podrás compartir fotos dignas de un verdadero ‘influencer’, monumentos, zonas verdes, auditorios y mercados que merecen ser descubiertos mientras das un paseo por las calles de la ciudad, a pie, en patinete, en bici o incluso mientras haces deporte.
En definitiva, Alicante es mucho más que gastronomía, cultura, arquitectura e historia. Alicante es descubrir sus rincones de día o de noche, solo, en pareja, con amigos o en familia. Es una ciudad donde enamorarse de su luz, color y tradiciones, donde descubrir y disfrutar de sus rincones más bellos y emblemáticos o disfrutar de las mejores playas y lugares. Alicante también son sus fiestas, sus rutas y sus sabores. Alicante es, por tanto, una experiencia que te invita a disfrutar con los cinco sentidos durante todo el año.